Después de la muerte del coronel Meléndez, la relación de Bárbara y Santos se empieza a complicar, como todos saben el quién terminó la relación entre ellos, pero en esta historia el quién termina la relación es Bárbara al descubrir a Santos con Mar...
Bárbara había empacado mis cosas, me estaba pidiendo que me vaya, yo no quería sinceramente no quería. Lo nuestro no tenía que terminar así por un estúpido error que cometí, no sabía cómo podía arreglarlo estaba todo perdido y lo que teníamos se iba ir al demonio. No lo podía permitir, algoseme teníaque ocurrir para repararlo y rápido.
Respiro profundo, tomé el bolso pero me acuerdo de algo, dejo mi equipaje en el suelo miro por los costados de mi pantalón, paso mis manos sobre los bolsillos tocando lo que quería. Pongo mi mano dentro de mi bolsillo izquierdo, ella me mira confundida mientras que yo, saco algo muy valioso para mí. Me arrodillo y se lo muestro; ella queda sin palabras.
Sé que éste no es el momento, no lo es pero, algo tenía que hacer para reparar mi terrible error, en ese momento comienzo a hablar.
—Bárbara...te lo pido en lo más profundo de mi corazón que me perdones mi amor, sé que fui un idiota, perdón soy un idiota — corrijo. El ambiente está en silencio. Algo pesado e incómodo.
—Bárbara para reparar mi error , quiero que seas mi mujer por el resto de mi vida. Y que seas la madre de mis hijos, sé que podemos tener uno y sé también que debí pedírtelo antes, pero...quiero que respondas a esta pregunta, ¿quieres ser mi esposa?
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Ella está ahí parada viéndome, viendo el anillo y no me dice nada. ¡Maldita sea eso me desespera! Bárbara siempre quiso que se lo propusiera en cambio su silencio, me está doliendo en lo más profundo de mi ser.
Estoy desesperado porque no la quiero perder.
Dios mío, quiero que me perdone y que podamos ser felices. Te lo pido por favor, que me perdone y acepte.
Porque al no ser hacer así, estaré completamente perdido.
---Bárbara---
Santos había sacado un anillo, me estaba proponiendo matrimonio. Esto no me lo esperaba, creí que nunca lo haría, que no se atrevería a hacerlo. Pero ahora estaba arrodillado en el suelo proponiéndomelo, estaba sorprendida, sin saber que decir.
Este no es el momento, se supone que estoy enojada con él, ¿lo estoy?
No sé qué hacer, por primera vez no sé exactamente qué hacer.
Maldita sea, realmente no logro pensar con claridad. ¿Debo aceptar y perdonarlo? o ¿Debo sacarlo a tiros?- él me mira esperando a que le responda a su pregunta.
En ese momento, se me vino la imagen de él con mi hija, entonces me vuelvo a enojar, no voy a flaquear ahora. Aunque me duela en lo más profundo de mi corazón, mi orgullo es más grande.
