Después de la muerte del coronel Meléndez, la relación de Bárbara y Santos se empieza a complicar, como todos saben el quién terminó la relación entre ellos, pero en esta historia el quién termina la relación es Bárbara al descubrir a Santos con Mar...
—Mi nombre es Sergio Aragón — se presentó con una bella sonrisa pintada en su rostro.
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—Sergio Aragón, muy bien, tenga firme aquí y...aquí tiene sus llaves — sonriendo coqueta, entregándole la llave del cuarto.
—Muchas gracias — las toma con delicadeza, ignorando su coqueteo.
—Habitación 53 — comunica la mujer.
— Gracias, de nuevo señora — sonriéndole.
Toma sus maletas y se dirige a su cuarto.
—Viste, ¿qué guapo está el recién llegado? — pregunta a su amiga.
— Si ya vi, ¿cuál es el nombre del capitalino? — Federica pregunta con curiosidad.
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—Se llama Sergio Aragón.
—Uy, pero que nombre tan lindo — con una sonrisa atontada
—Y qué hombre...pero me pregunto, ¿quién será la que domará a ese guapetón? — sonreía coqueta la dueña del hotel.
—Hay que averiguar si tiene novia — propone Federica.
—De eso me encargo yo — acomodándose el escote de su vestido.
En la habitación 53 Sergio entra en ella y observa todo con determinación.
—Mmh...no está mal el lugar — se dijo así mismo.
—Pero...que es lo primero que debo hacer – se queda varios segundos pensativo —A claro que soy un torpe, primero lo primero debo desempacar la maleta que es muy obvio.
—Luego debo ir a la jefatura sobre la compra de la hacienda, resolver papeles seguramente y luego si alcanzo a recorrer el pueblo — dijo sonriendo.
Comenzó a desempacar, cuando terminó decidió vestirse sencillamente y salió rumbo a la jefatura.
En la hacienda de Altamira, Santos se encuentra en su despacho revisando papeles importantes debido a las cuentas que debía realizar por el pago que debía, cuando escucha que alguien toca la puerta
