Capítulo 26 - ¡¡¡Fue Ella!!!

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Santos

Marisela me había obligado a quedarme, me sujetaba bien de mi brazo, evitando que no los siguiera pero tengo que hacerlo.
Sé que Bárbara y ese hombre me están ocultando algo, lo sé... Pero no logro saber qué, aunque le dé vueltas a eso, no llegaba a la conclusión.
¿Qué podrían estar ocultándome?... ¿Qué ella me ama? No, eso no! Ya lo sé, me quiere...me ama, no ha dejado de hacerlo.
¿Entonces qué?

Marisela me habla bajando de mis pensamientos, confundido me volteó hacia ella.

-¿Qué decía? - le preguntó un tanto apenado por no oírla.

-Que sí mañana podemos ir a buscar a Maurice que viene de visita.- me dice ella con una sonrisa y negando con la cabeza por no escucharla.

-Claro sí, iremos con gusto. ¿A qué hora más o menos llegará?

-En la mañana a primera hora. - me responde Marisela alzando una ceja en mi dirección.

Le sonrió apenado de nuevo por mi distracción, al parecer ya me lo había dicho.

Se entretuvo con tía Cecilia y aproveché el momento excusándome que iba a salir a  buscar a Antonio para poder hablar, pero en realidad mi intención era seguirlos, Bárbara no debe estar muy lejos.

Afuera me encontré con con Pajarote quien conociéndome bien, traía a cabos blancos ya ensillado.

-Gracias Pajarote. - le agradecí y me monté a Cabos Blancos que estaba ya ensillado.

-No hay por dónde, Patrón - me dijo con una sonrisa.

Salí disparado de Altamira rumbo al Miedo, tengo que alcanzarlos, tengo una opresión en el pecho que me dice que hay algo que debo saber.

En todo el camino no dejé de darle vueltas a eso, no podía pensar otra cosa.

Y en cuanto llegué, amarré a Cabos Blanco en la entrada y me dirijo adentro de la casa, antes de pasar por el marco de la puerta, me detengo a escuchar a Bárbara hablando con Sergio.

-No sé que voy a hacer...- ¿hacer? ¿De qué está hablando?
-Él junto con ella que espera un hijo de él...yo esperando su hermano y a la vez su tío. ¿Te das cuenta de lo enfermizo que es esto?

-¡¿Qué?! - salió de mi sin poder retenerlo.

Ambos voltearon a verme desde el sofá, Bárbara estaba sorprendida por verme y también porque la había escuchado, Aragón me ve... bueno, entre enojado y serio.

Yo ya estaba a unos metros de ellos, Bárbara se levantó del sofá y se acercó junto con él.

-Santos...

-Bárbara, se puede saber ¿qué significa lo que acabas de decir? – pregunto confundido, sorprendido hasta disgustado y enojado.

Sí, enojado también porque juraría que ella no ocultaría algo así, ¿Qué más me oculta Bárbara Guaimarán?

–Yo puedo explicártelo Santos.

–¡¿Qué esperas?! – digo en un grito alterandome.

–Tampoco le grites así Santos. – saltó Sergio defendiéndola, reaccioné y me calmé un poco.

Asentí para que pudiera hablar, quiero saber por el motivo en que calló esta verdad.

–Santos...yo estoy embarazada, de casi cinco meses. – Bárbara agachó la mirada, fruncí el ceño.

Casi cinco meses... dios, ¿por qué me lo ocultó?

Doña Bárbara: Otra Vida (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora