Después de la muerte del coronel Meléndez, la relación de Bárbara y Santos se empieza a complicar, como todos saben el quién terminó la relación entre ellos, pero en esta historia el quién termina la relación es Bárbara al descubrir a Santos con Mar...
Esperó a que todos se fueran era perfecto, ya era tarde apenas había sol, las calles del pueblo apenas habitaban gente caminando por ahí. Solo había un hombre en la sala sabía que pronto se iría no preciso hacia afuera del centro de salud si no hacia el baño, terminaba de comer algo ya que no había comido desde la mañana, se le había pasado la otra comida estando sin comer no ayudaría mucho.
En cuanto supo que él abandonó un momento la sala, aprovechó para poder ingresar a una de las habitaciones tenía mucha intriga por conocerla, oyó demasiado esa tarde de ella que ya no aguantaba por saber cómo fuese. Abrió la puerta con cuidado ingresó, sin hacer ni un mínimo sonido se acercó hasta la camilla, con el corazón acelerado como si la viera se le cayera el mundo frustrándole todos sus planes.
–Así que... ¿usted es la famosa Bárbara Guaimarán? – con extrañeza mentado en su rostro, se giró para ver de quién era esa voz en lo cual desconocía.
Así mismo fue, no conocía a la joven mujer que tenía en frente de ella.
¿Quién se supone que era? ¿Por qué tanto interés hacia ella?
–¿Quién es usted? – indagó Bárbara.
–Su verdadera pesadilla. – contestó con seguridad, tratando de intimidarla con su mirada desafiante.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Gonzalo volvió a la gobernación a hablar con varios de sus hombres, de algún modo tenía que detener al desgraciado de Fidel Castel contando con la declaración de Bárbara Guaimarán tenía que ser lo suficiente para tenerlo en sus manos y que pagara todo lo que ha hecho en especial en hacer daño a la mujer que le interesaba para hacerla su esposa.
Necesitaban organizarse, crear un plan para atrapar esa rata, muy bien sabía que nada sería fácil por eso debían que actuar con mucho cuidado ese hombre no tenía ni un pelo de tonto.
–Estamos aquí reunidos para realizar una estrategia así poder atrapar Fidel Castel, un narco traficante, asesino, violador de niñas indefensas, acusado de intento de asesinato en contra de la señora Bárbara Guaimarán en su hacienda, quemando su casa con ella adentro, por suerte estaba ahí la guardia nacional, los hombres de la hacienda vecina Altamira y por supuesto Santos Luzardo. Quienes la salvaron del fuego. Otra denuncia en contra de este narco, es otro hizo un intento de asesinato contra la joven Marisela Barquero...mi futura prometida, ese desgraciado acabó con la vida del niño que ella esperaba. Ésta señorita es hija de Bárbara, por eso y por más razones debemos de detenerlo, cueste lo que nos cueste. – se dirigió Zuluaga a sus hombres.
–Principalmente por querer comparar a la alta autoridad, o sea yo. – agregó él.
Con mucho cuidado comenzaron a organizar su plan, con cautela, no fallar en su estrategia misión en que se estaba disponiendo. Una vez acabada la reunión, los oficiales se retiraron mientras uno sin que lo vieran se escondió para poder hablar.
