Bárbara se estaba agitando casi no podía respirar, la estaban acusando injustamente, la mirada de Santos la angustiaba y no podía con ello; como pudo dijo:
–Eso no es verdad... yo no la mandé a matar – negó Bárbara.
–Eso que te lo crea él que te lo cree todo. – señaló Altagracia a Sergio.
–Bárbara dice la verdad. – defendió Sergio, estaba seguro que ella no fue sino su enemigo.
–¿Cómo explican que la camioneta que atropelló a Marisela, sea suya? – indagó la ternera.
–Se la robaron, justo estaba en la jefatura haciendo la denuncia cuando ocurrió lo de Marisela. – narró Sergio Aragón.
–¿Se la robaron? – preguntó Santos confuso.
–Sí, anoche entró gente a sacar la camioneta del Miedo. – agregó Sergio.
–Que conveniente. – dijo, Altagracia para nada discreta.
Estos la oyeron y negaron con la cabeza.
–Esa es la verdad. – dijo la castaña, que no podía calmar su agitada respiración.
–Bárbara cálmate. – pidió Sergio, susurrándole al oído tratando de calmarla.
–No dejaré que duden de mi palabra... – la doña apenas podía articular palabra.
Esto hacia que los tres hombres se alarmaran por ella y el niño, debían de calmarla.
–Bárbara, está bien te creo. – dijo Santos, que trató también de calmarla.
–Debo de aclarar esto... – susurró antes de desmayarse en los brazos de Sergio.
–¡Bárbara! – exclamaron Sergio y Santos espantados a coro.
–Bárbara, Bárbara...– le habla Luzardo, tratando que volviera en sí.
–Mi ángel, por dios! No nos hagas esto. – pidió Sergio, angustiado.
–Antonio por favor, busca al doctor Arias ¡Pero ya! – ordenó el abogado.
Antonio enseguida fue a buscar a Arias dónde quiera que se encontrara, Altagracia veía todo sorprendida, un sentimiento de culpa la invadía ese momento.
En terapia intensiva acababan de terminar, había salvado a la joven Marisela Barquero pero no podía decir lo mismo del bebé que esperaba. Lamentaban mucho no poder salvarlo y ahora tocaba dar las noticias, que pronto la muchacha se re pondría.
El doctor Baltasar Arias salió de la sala y se sorprendió al ver a Antonio Sandoval a las corridas.
–Qué bueno que lo veo Sandoval, justo iba a dar... – fue interrumpido.
–Luego doctor, ahora lo necesitamos urgentemente en la sala de espera, es Bárbara acaba de desmayarse. – informó, ambos fueron rápidamente dónde se encontraban los demás.
Santos y Sergio vieron llegar al doctor enseguida pidieron su ayuda.
–Doctor Arias, ayúdenos. –pidió Luzardo.
–¿Qué fue lo que sucedió? – interrogó el galeno.
–Se alteró. – dijo Sergio.
–Ayúdenme a llevarla a uno de los cuartos. – ordenó Arias.
Ellos acudieron inmediatamente a la orden, llevándola a uno de los cuartos que indicó el doctor Arias, con mucho cuidado recostaron a Bárbara en la camilla.
ESTÁS LEYENDO
Doña Bárbara: Otra Vida (Editando)
FanficDespués de la muerte del coronel Meléndez, la relación de Bárbara y Santos se empieza a complicar, como todos saben el quién terminó la relación entre ellos, pero en esta historia el quién termina la relación es Bárbara al descubrir a Santos con Mar...