*Lauren pov*
—Y Camila la empujó así.—Vero empujó a Dinah del hombro como Camila me había empujado a mi. Rodé los ojos y miré a la televisión.—Tenías que verle la cara a Lauren. ¡Era mejor que cuando le regalamos el vinilo de Lana!—Las dos se rieron de mi.
Estábamos en el living de mi casa. Acabábamos de llegar del estudio y habíamos pedido pizza. Vero llevaba toda la tarde contándole a Dinah lo que había pasado hace ya dos días, de hecho, llevaba los dos días y medio hablándole sobre lo del hogar, sobre Camila, sobre mi y “mi cara de idiota” cuando la miraba.
No sé de qué hablaba. Camila es bonita, lo es, claro que si. Pero no me gusta.
—¿Y es linda?—Dinah lo preguntaba a propósito.
—Es una morena preciosa. Tiene el culo grande, unas piernas que… uf. Y la sonrisa, Dinah. Ah, no sabes lo que está.—Hacía gestos con sus manos y Dinah se sonreía todo el tiempo.
En serio, son dos idiotas. No sé por qué soy amiga de ellas.
—¿Las vas a invitar a salir, Laurenza?
—No, Dinah. Dejen de molestarme. No la voy a invitar a nada. Ella NO me gusta. Además, jamás se fijaría en mi. Así que paren con sus estupideces.
—¿Por qué no se fijaría en ti? Si estás re buena.—Vero dejó su cerveza sobre la mesa y se sentó a mi lado, poniendo ella misma mi brazo sobre su hombro.
—Además, deberías al menos conocerla, salir con ella, a ver si de una vez por todas la imbécil de Kristen te deja de joder cuando te vea con ella.—Ahora Dinah hizo lo mismo del otro lado.
—Ya les dije que no. Cállense las dos o las saco a patadas de mi casa.
—Lauren tus tetas son cómodas para dormir.—Vero estaba apoyada sobre mi pecho.
—Eso porque no dormiste sobre las de Dinah.
—¿En serio?
—Sí, son mejores. Es como tener almohadas.—Ambas reímos.
—¿Pueden dejar de hablar de mi como si no estuviera aquí?
—Dinah, ¿Quieres…
—No, no quiero dormir en tu departamento.
—¿Por queeee?—Vero le pegó en el brazo. Dinah le devolvió el golpe.
—Ustedes dos son insoportables. Me voy a correr por ahí. No me exploten la casa, por favor.
Tomé la correa de Junior y le silbé, él vino corriendo hacia mi y me dejó ponerle el collar. Agarré mi teléfono y me puse los auriculares antes de abrir la puerta y mirar a esas dos cosas que tenía de amigas.
—Hacen algo en mi casa y les corto la cabeza. No estoy bromeando.
—Comemos la pizza, te tomamos toda la cerveza y nos vamos, te lo prometo.—Me dijo Vero y Dinah asintió.
Salí de la casa una vez que me puse los auriculares con la música en aleatorio. Dinah y Vero estaban locas. Locas de verdad.
Camila NO me gustaba. No. Y mil veces no. Solo me gustaba molestarla, hacerla reír, hablar con ella y si pudiera conocerla lo haría porque sería un gusto, pero el hecho de que quisiera eso, no significaba que me gustaba o tuviera otras intenciones alejadas amistad con ella. ¿Es que acaso si alguien intenta acercarse a otra persona significa que le gusta o quiere algo de ella?
Después de Kristen me prometí a mi misma no volver a enamorarme de alguien. No más. Quería estar sola y poder ser libre, por decirlo de alguna manera, quería no estar preocupándome por estar bien para alguien más. Había formado un muro alrededor de mi corazón, no iba a confiárselo nunca más a nadie, no hasta que sintiera que esa persona era la indicada.