*Lauren pov*
Haber despertado con Camila a mi lado había sido una de las mejores cosas que pudo haberme pasado. Comenzaba a darme cuenta que había encontrado a esa persona que me hacía sentir que valía la pena, que me llenaba. ¿Quizás era demasiado rápido? O no. Quizás no lo era.
El tiempo vale oro, el tiempo es lo mejor y lo más importante que tiene uno. Últimamente me daba cuenta de que tengo que hacer lo que me hace feliz, tengo que gastar mi tiempo en lo que me hace bien, en lo que me gusta, en lo que vale la pena. Camila era todo eso. Quería que Camila fuera la única razón para gastar mi tiempo. Me estaba enamorando realmente y no era un sueño.
Mis sonrisas, mi buen humor, mi tiempo tenían una nueva dueña y era Camila. Esa morena se había apoderado de todo mi ser en tan poco tiempo y no me importaba nada más que eso. Camila.
—Lauren, ¿me estás escuchando?—Levanté la mirada de mi cuaderno donde estaba dibujando y me fijé en Vero que estaba frente a mi. Me quedé seria esperando a que dijera algo porque no la había escuchado en ningún momento.—No me estás escuchando.
—Lo siento. No lo estaba haciendo. ¿Qué me decías?—Pregunté haciendo todo a un lado. Vero rodó los ojos y se dirigió al sillón que había en mi estudio donde se dejó caer de espaldas.
— Estás idiota, Lauren. ¿Qué te pasa?
—Está enamorada.—Dijo Dinah entrando a mi estudio sin pedir permiso antes.
Sonreí sin darme cuenta y luego borré mi sonrisa cuando noté los dos pares de ojos sobre mi.
—¿Qué pasa, Lauren? ¿Estás enamorada de verdad?—Vero sonrió y Dinah se me quedó viendo con curiosidad.
—Sí.—Dije en voz baja.—¿Nunca les pasó eso de necesitar demasiado a alguien? Porque con Camila me pasa eso. Siento que tengo que cuidarla todo el tiempo, que tengo que disfrutar todo de ella, que tengo que estar cerca suyo para estar bien y no sé por qué. La quiero mucho y a veces me da miedo la manera en la que la comienzo a necesitar conmigo. No sé si está bien o mal, no sé si esto es tan así como lo siento o si a ella le pasa lo mismo, no sé nada.—Suspiré apoyando mis codos en el escritorio y luego mi cara entre mis manos.—No me había dado cuenta hasta hoy cuando la vi dormida entre mis brazos que me logró hacer sentir segura, logró quitarme las inseguridades sobre mi misma. Cada vez que me dice que me quiere o que se siente bien conmigo me hace sentir tranquila… Ya no me siento buena para nada cuando ella todo el tiempo me hace saber que me necesita también. Quizás no de la misma manera que yo, pero me necesita…—Levanté mi rostro para ver a mis amigas y entonces dije las siguientes palabras sin pensarlo.—Me da un poco de miedo. Todo esto.
Vero miró a Dinah y mi amiga sin dudarlo abrió sus brazos mientras se sentaba al lado de Vero. Fui hasta ellas en silencio y el abrazo en el que me envolvieron logró que me sintiera pequeña entre ellas. Dinah y Vero podían ser las personas más insoportables del mundo, podían burlarse de mi, hacerle enojar, insultarme y lograr que se me pusieran los pelos de punta por su culpa, pero cuando yo necesitaba hablar y ser escuchada, cuando necesitaba un abrazo o simplemente que estuvieran a mi lado ellas estaban ahí siempre.
No sé qué me pasaba aquel día, me sentía sensible, me sentía tonta y vulnerable desde que había visto a Camila dormir a mi lado en la mañana. Sonreí internamente recordando cuando la primera vez que me sentía de ésta manera había hablado con mi abuela y sus palabras fueron las mismas que las de mis amigas ahora “Estás enamorada”.
El problema no era estar enamorada, ni lo que se sentía sobre eso, era el miedo que me invadía siempre. Nunca me había ido bien en el amor, siempre me fallaban, siempre me lastimaban o las cosas no iban bien o como esperaba. Con Camila las cosas fueron diferentes porque me había enamorado rápido y sin darme cuenta, con ella sentía cosas que nunca había sentido y deseaba tanto que por una vez en mi vida las cosas no salieran mal como siempre me salían. Que por una vez lo que me hacía feliz dure y no se arruine con nada, ni por nadie.
—Nunca vas a perder ese miedo, Lo. Nunca nadie deja de tener miedo porque la vida sin algo a qué temerle es aburrida, sin miedo no podríamos estar buscando siempre estar bien o disfrutando todo lo bueno mientras dure. Por más que creas que todo va a estar bien , que estés siendo feliz y todo te de igual por ese motivo, en el fondo siempre vas a tener miedo. A todos nos pasa. ¿Me vas a decir a mi que tuve una vida de mierda? El miedo es una parte de mi desde que tengo conciencia. Mi miedo es perder a las personas que me importan. Igual que a ti, pero no creo que de la misma manera. ¿Entiendes? Todos tenemos miedo a algo y no está mal porque es parte de la vida.
—Lo que dijo Dinah.—Murmuró Vero haciéndome reír.—No tengas miedo. No mientras estés con alguien como Camila. Ella es una persona hermosa, ¿O no?
—Sí lo es.—Susurré.
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*Normani pov*
—Siento que no me estás diciendo todo y soy tu madre. ¿Ya no confías en mi? ¿No luego de todo lo que te he apoyado y estuve contigo éste último tiempo? ¿Qué te está pasando?
Vi a mi mejor amiga agachar la cabeza mientras las lágrimas caían de sus ojos sin piedad. Me quedé en un rincón observando a Sinu mirar decepcionada a su hija por ‘estar ocultándole cosas'.
Camila había llegado en la mañana y yo fui quién la recibió, aproveché para advertirle que su madre había estado inquieta toda la noche porque ella no había vuelto a dormir aquí y solo había recibido un llamado donde ni siquiera le explicaba por qué razón no regresaba a dormir.
Yo no estaba hablando mucho últimamente con Camila. Sinu tenía razón. Ella estaba cerrándose mucho con todos aquí, excepto con Lauren y yo lo notaba. Sabía que estaban comenzando algo, que Camila se sentía bien, pero todavía no encontraba el motivo para que se cerrase y no hablase con su madre, Ally o conmigo. Sinu no sabía de ella y Lauren, no todavía y dudaba que Camila le contara la verdad. No lo haría, no después de lo que pasó con su padre.
Camila tenía una excelente relación con Alejandro. El hombre el padre que cualquier persona quisiera tener, más que un padre era su mejor amigo y todo duró hasta que Camila le confesó que se sentía atraída por una chica del colegio. La reacción de Alejandro fue horrible y lo que nunca se esperaba mi amiga.
Él se volvió un hombre frío con ella. Todo el tiempo le recordaba lo decepcionado que estaba de ella por 'ser así'. Le había hecho prometer a Camila que nunca le diría nada a su madre porque de lo contrario estaría sola puesto a que Sinu iba a estar sorprendida y más decepcionada que él. Camila estaba destrozada y se sentía horrible por haber destruido su relación con Alejandro.
Cada vez que me contaba la forma en la que él la trataba se me formaba un nudo en el estómago porque era realmente duro con ella. Recuerdo muchas veces ver como Sinu no entendía el porqué el cambio en la relación de su hija y su esposo, pero nunca nadie dijo nada. Ni yo.
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Camila miró por la ventanilla del auto mientras Alejandro conducía el auto. Iba serio y con la mirada fija en el camino. Sinu ni siquiera se daba cuenta de lo triste que estaba Camila y de lo incómoda que me sentía yo.
Cuando dejamos a Sinu en la puerta del hogar seguimos el camino hasta el colegio y en el momento que solo quedamos nosotros tres el ambiente fue aún más horrible puesto a que Alejandro se había enterado de que yo sabía que a Camila le gustaba una chica. El hombre ya no me quería como antes. Hasta fingía llevarnos bien delante de mi familia en cada reunión.
—Llegamos. ¿Qué estás mirando?—Se giró en el asiento para ver a Camila que rápidamente negó.
—Nada papá.—Respondió de inmediato.
—¿Estabas mirando a esa niña? ¿Aún así te atreves a ser una asquerosa delante de mi y de tu amiga?—Dijo duramente y Camila me miró buscando ayuda.—Bájate del maldito auto y te vuelves caminando porque no vendré por ti.
—Papá yo no estaba…
—¡Bájate!
Camila se bajó del auto con desesperación y miedo. Y yo lo hice segundos después bajo la dura mirada de Alejandro.
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Yo no entendía cómo alguien podía ser el mejor padre del mundo y de repente casi odiar a su hija solo porque había confiado en él al contarle lo que le estaba pasando. Ni que estuviera diciéndole que había matado a alguien o algo, le había confesado que le gustaba una chica. Nada de malo en esas palabras, pero según el hombre era algo de lo cual no estaba orgulloso y le hacía sentir asco de su propia hija. Yo misma había escuchado esas palabras salir de su boca.
Alejandro se enfermó tres años después y sin importar todo el daño que le había hecho su padre, Camila estuvo ahí con él hasta el último segundo de su vida. Sí, mi amiga lo vio morir luego de haberle pedido perdón por todo lo que había pasado antes.
Camila es una persona hermosa, podría jurar que la más hermosa del mundo. Nunca le guardó rencor a su padre por haber sido mal tratada, por haber sido insultada y rechazada por él. Recuerdo que me contó que llegó a decirle a su padre que lo amaba sobre todas las cosas y que nunca le importó todo lo que hizo, ella nunca dejó de amarlo.
Camila no guardaba rencor. A nadie. Y no le importaba qué le hayan hecho, ella sabía perdonar y era algo de lo cual me enorgullecía como su amiga.
—Camila, dime la verdad. ¿Qué está pasando? ¿Por qué terminas con Kevin de la nada? ¿Por qué de repente te quedas tanto tiempo con Lauren? ¿Qué demonios es esto? Por Dios. Dime la verdad. ¿Dejaste a Kevin por Lauren?
—¡Lo dejé porque no lo quería, mamá!—Mi amiga nunca le levantaba el tono de voz a su madre, pero ahora lo estaba haciendo.—No lo quiero. No quería estar con él.
—¿Luego de todo lo que hizo por ti estos últimos meses?—Casi susurró Sinu.
—No hizo más que tratarme como a una inútil, como a una enferma, igual que tú, igual que todos menos Lauren.
Sinu me miró un momento como si estuviera preguntándome algo a través del silencio, pero no dije nada, ni siquiera le sostuve la mirada.
—Nosotros solo queremos cuidarte. Camila estoy haciéndolo todo por ti, para que estés bien y puedas tener una vida normal.
—¡No voy a tener una maldita vida normal, mamá! ¡Estoy harta de esto, de todo! ¡Ya no hagas nada! ¡Déjame sola!
—¿Así es como agradeces todo lo que hago por ti? ¿Gritándome, ocultándome cosas y pidiéndome que te deje sola? Camila, soy tu madre y de ninguna manera voy a permitir que me hagas esto. Que nos hagas esto. ¿Te olvidas quienes también están haciendo lo posible para que estés bien? ¿Te olvidas que tu mejor amiga está detrás de ti escuchando toda ésta basura? Ni siquiera me respondiste algo de todo lo que te pregunté. No me dices nada y no sabes cuánto me duele tu silencio, hija.
Sinu estaba llorando y yo volví a bajar mi mirada mientras dejaba algunas lágrimas caer de mis ojos mientras escuchaba como mi mejor amiga, mi hermana del alma, la persona que era mi otra mitad estaba pidiéndole a su madre que dejara de hacer todo lo que estaba haciendo por ella. Se estaba dando por vencida delante de mi.
—Tú me lo prometiste.—Fueron mis primeras palabras en todo el rato.—Tú dijiste que ibas a estar bien y ahora dices que nos detengamos luego de tanto tiempo juntando dinero con lo difícil que es.
—Ustedes no saben lo que es ser yo. Que te traten como a una inútil que no puede hacer nada.
—Todos te tratan así porque te quieren, porque quieren cuidarte y verte bien.—Volvió a hablar Sinu.
—Lauren no sabe de esto. Es eso.—Dije sin más y sin importarme nada. Camila bajó la mirada soltando más lágrimas y negué sin dejar de llorar. Sonreí tristemente.—Le estás mintiendo y la vas a lastimar. Incluso más de lo que no estás lastimando a nosotros hoy.—Hablé en voz baja.—Me acabo de dar cuenta que eres demasiado egoísta a veces.
Esas fueron mis últimas palabras antes de salir del despacho de Sinu.
***
A ver para cuando dejan de preguntar qué tiene Camila porque ya van a saber y la re puta madre los voy a matar. Ahre mentira los quiero💕