Jelou. Sorpresa👀
*Camila pov*
Eran las tres de la mañana y yo seguía abrazada a la almohada que ocupaba Lauren cada noche. No había dormido nada y parecía que no iba a hacerlo tampoco porque el sueño no aparecía. Ya me dolía la cabeza de tanto llorar, tenía los ojos cansados y unas ganas tremendas de ir a buscar a Lauren.
Debía odiarme y me aterraba pensar que no me quisiera escuchar porque mientras eso pasase las cosas iban a estar mal. Y yo sin Lauren no era nada. La necesitaba.
Me bajé de la cama y me puse una campera de Lauren que había en el costado de la cama. Siempre usaba su ropa porque me encantaba, me encantaba sentir su olor, me hacía sentirla cerca y conmigo siempre. Salí de la habitación y en la sala estaban las luces apagadas aunque podía verla en un rincón del sillón con las piernas contra su pecho y la cabeza entre sus brazos. Las lágrimas no tardaron en caer por mis mejillas al verla igual o peor que yo.
—¿Mamá? Hola, sí… No…—Soltó un sollozo que me rompió el alma y obligué a quedarme allí en la oscuridad del pasillo.—Es Camila.
Cerré los ojos y me fui nuevamente a la habitación. No quería escuchar que le dijera a su madre la novia de mierda que tenía y todo el daño que le había hecho. Me sentía la peor persona del mundo y quizás lo era, pero yo tenía muchas cosas que decir y Lauren no quería escucharme.
Más tarde volví a salir y la vi dormida. La cubrí con una manta y me quedé algunos minutos allí, viéndola dormir y para nada me ayudó ver que todavía tenía lágrimas en las mejillas, los ojos hinchados y hasta dormida se le notaba lo triste que estaba. Quería inclinarme hacia adelante y darle un beso pero no quería correr el riesgo de que despertara y empeorara las cosas. Así que simplemente me quedé en silencio velando su sueño por un rato.
En la mañana siguiente me desperté y vi el reloj, eran las ocho y media. No había dormida nada, apenas había sido una hora. Lauren no estaba, el auto tampoco. Me pasé todo el día ordenando algunas cosas, me ocupé de Junior. Mi madre me llamó más tarde y fue difícil ocultar mi humor, mi estado de ánimo y para como mi voz estaba quebrada todo el tiempo así que le hablé, le dije lo que pasó, absolutamente todo y me dijo lo que tenía que decirme y no me quejé porque tenía razón. Me pidió que me quedara en la casa de Lauren y la esperara, que hablara con ella, que no me molestara si no quería hablarme porque tenía sus motivos. Solo le faltó decirme que estaba decepcionada de mí pero no lo hizo porque seguramente no quería hacerme sentir peor de lo que estaba y además yo lo sabía.
En la tarde, luego de darme una ducha y de intentar arreglar un poco mi apariencia salí para comprar lo que necesitaba para la cena. Ally me había llamado por teléfono y quedamos en vernos en una cafetería cerca del supermercado y también hablé con ella. Me dijo lo mismo que mi madre, que le diera espacio, que hablara con ella y no pretenda que todo esté bien de la nada porque Lauren debía estar mal realmente. Me recomendó que saliera de su casa y le diera ese tipo de espacio, pero Lauren me había dicho que no saliera de allí. No sé si era solo por la noche anterior o iba en otro sentido. Yo tampoco quería quedarme allí y que me ignorara, que me tratara mal y ni siquiera nos miremos. ¿Quién podría estar así?
Así que, cuando llegué puse todas mis cosas en un bolso mío que había dejado antes por las dudas. Primero, no quería ser un estorbo para ella y segundo no podía soportar que ni siquiera quisiera verme. Prefería irme y hablar cuando ella quisiera.
De todos modos comencé a preparar la cena y ella llegó justo cuando estaba comenzando. Salí a la sala y se detuvo al verme, entonces supe que no me esperaba allí. Le sostuve la mirada y ella no, no lo hizo, vi que las manos le temblaban y tenía la respiración agitada y parecía llevar un rato así porque no se preocupaba por eso.