Hola.
Estoy amando escribir acá. Y muchísimas gracias por leerme, por esperarme, por comentar y votar.
Creo que ya estoy escribiendo para 1k de personas acá, así que gracias. De verdad, muchas gracias. Ya se viene la mejor parte💕*
*Lauren pov*
—¿Así que Camila va a mudarse contigo?—Asentí frunciendo el ceño mientras ordenaba algunos papeles que tenía en mi escritorio. Eran parte de una sorpresa.
—Sí, de hecho hoy termina de llevar algunas cosas suyas. Le llevó unas seis semanas ir definitivamente, pero no importa, de todos modos vivíamos juntas igual.—Le conté.
—Pareces tan feliz.—Se rió mordiéndose el labio.—Me encanta que por fin hayas encontrado a alguien que te de todo lo que te mereces… Sabes que en una pareja los malos momentos siempre van a existir pero es cuestión de superarlo juntos.—Se pasó una mano por el pelo y me miró un poco nerviosa.
—Gracias Kris.—Sonreí.—En parte tengo mucho que agradecerte, tu me ayudaste mucho con Camila.
—Siempre haría lo que sea para que estés bien.—Bajó la mirada y me quedé en silencio.
—Nunca te olvides que por más que hayamos terminado y quizás al principio las cosas no estaban bien entre nosotras, tú eres especial para mí, siempre vas a serlo. Eres increíble, de verdad y me siento feliz de que aún estés aquí conmigo. Gracias por no irte.—Estiré mi brazo dándole mi mano y Kristen la tomó dudando un poco, pero se dejó abrazar apoyando la mejilla en mi hombro.—¿Estás bien?—Le acaricié la espalda y asintió.
—Sí. Solo es que no me creo como pasa el tiempo y algunas cosas.—Se rió.—Gracias por no alejarme de ti. Lo siento si alguna vez fui una idiota contigo.
—Lo que haya pasado antes no importa, ¿sí?
—Gracias Lauren.
Salí del estudio apresurada porque tenía que ir a buscar a Camila para irnos a cenar juntas. Pero cuando llegué a casa sentí que algo iba mal.
Junior no había ido a recibirme como siempre lo hacía, no escuché sus ladridos, ni siquiera había algún desastre como solía encontrar cada vez que me pasaba todo el día fuera y él se aburría. Lo llamé un par de veces y fruncí el ceño cuando no tuve respuesta. Me preocupé, por supuesto.
—¡Junior! Ven aquí, cariño.—Yo estaba bastante nerviosa y él no salía de donde sea que estuviera, si es que estaba aquí. Pero es que no pudo haber salido, el nunca lo hacía y tampoco podía.—Hey, bebé. Ya vine.—Hablé en voz baja cuando lo vi en la cocina, estaba tendido en el piso con la lengua afuera, parecía cansado y ni siquiera movía la cola.—¿Qué pasa?—Me agaché hasta estar arrodillada frente a él. Lo acaricié y ni siquiera se movía. Simplemente me miraba y entonces me di cuenta de su continúo temblor.—Tranquilo.—Hablé en voz baja.
Tragué saliva cuando vi que estaba todo sucio, él había hecho sus necesidades en aquel lugar, estando acostado. No se podía mover. Rápidamente marqué a Chris desesperada.
—¿Chris? Chris, soy Lauren. Es Junior. Él… Él está mal, tiene algo, Chris, tienes que ayudarlo.—Hablé rápidamente.
—Lauren, tranquila. Habla despacio. Dime qué pasa, qué ves.—Me acerqué otra vez a mi perro y lo observé mientras hablaba con mi hermano.
—Está… Está temblando mucho, parece agitado, como si estuviera cansado y se ha hecho pis encima y también está todo sucio.
—Escucha, tráelo como esté. Pero rápido y quédate tranquila porque lo vas a poner nervioso.