Capítulo 51

11.4K 560 29
                                    

*Lauren pov*

Todo el mundo me había dicho que este momento muchas veces era desesperante y que seguramente me pondría nerviosa, pero la verdad es que estaba siendo un puto infierno, un momento desesperante con todas las letras y me sentía tan nerviosa que ya no sabía qué mierda hacer.

Camila iba sentada, quejándose, llorando sin parar y apretando los ojos fuertemente. Emma iba preocupada, estaba llorando también y yo era otra vez quien debía ser la fuerte, quien debía intentar calmarlas.

No quería pasar por ningún lado a dejar a Emma, quería llegar a la clínica lo antes posible.

—Me duele.—Habló en voz baja llorando.

—Respira hondo y exhala. Mírame todo el tiempo, Camila. Ya llegamos.—Sentía su mirada en mí y me fijé en el camino. Necesitaba llegar rápido.—Quédate tranquila. Por favor.

—No puedo más. De verdad.—Se quejó.

—Mami…—Emma estaba llorando ahora, intentaba llegar a Camila para tocarla, pero yo la había sujetado bien antes de comenzar a conducir.

—Shh. Amor, está bien.—Asentí dándole una mirada.—Camila, ¿Todavía estás san…?—No terminé la palabra porque recordé a Emma, pero mi esposa me entendió.—Fíjate.

—No.—Me dijo asustada.

—Amor, hazlo.—Giré el volante para entrar en la calle de la clínica.

Camila se tocó entre las piernas. Yo la había limpiado un poco antes de salir, pero parecía que aún algo de todo eso estaba ahí y seguía saliendo.
Ella me miró negando y sonreí feliz. Quizás no era un momento para sonreír, pero sonreí y le tomé la mano.

—Ya llegamos, bebé. Aguanta por favor.—Le pedí.—Va a estar todo bien, Camila. Créeme.—Le dije seriamente y segura. Estaba tan tranquila ahora. Me sentía desesperada, pero en el fondo estaba tranquila porque me importaba mucho el maldito sangrado, pero ya no estaba. Y eso era algo bueno, quería creer.

—¡Mierda!—Tiró la cabeza hacia atrás llorando fuertemente mientras se apretaba un poco el vientre.

Toqué la bocina del auto muchas veces cuando estaba llegando al hospital y me bajé rápidamente. Alguien vestido de blanco estaba fumando fuera y entonces me vio. No sé quien era, simplemente le dije que necesitaba ayuda y corrió dentro del edificio.

Abrí la puerta y ayudé a mi esposa y justo cuando estaba fuera del auto, los médicos estaban con ella. Rápidamente saqué a Emma también y la cargué yendo detrás de Camila que ahora no lloraba, estaba gritando y eso me rompía el alma.

Yo hubiese dado todo para estar en su lugar y no verla sufrir tanto como lo estaba haciendo.

—No me dejes. Quédate aquí.—Me tomó de la remera para que no me alejara y los enfermeros buscaron una camilla rápidamente.

—Tengo que quedarme con Emma hasta que tu madre llegue, mi amor. Todo va a estar bien, cariño. Por favor.—Ella negó llorando y me miró suplicando.—Camila….—Mi voz salió quebrada y aparté la mirada un segundo.—Voy a estar contigo pronto, te lo juro.—Le di un beso en la frente antes de que se la llevaran.

Los médicos se fueron luego de pedirme que me mantuviera cerca y asegurarme que todo estaría bien. No fue hasta que me dejé caer en una silla de la sala que me di cuenta de que Emma estaba abrazada fuertemente a mi mientras lloraba y entonces yo también lloré porque la poca calma que tenía se había ido a la mierda en cuanto Camila me suplicó que fuera con ella y no pude.

—Va a estar bien, amor. Perdóname por no llevarte con alguien, necesitaba llegar.—Me hablé en voz baja mientras la abrazaba.

—Tengo miedo.

Remove the chains {Camren}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora