*Camila pov*
Lauren se bajó del auto desesperada y corrió dentro del hospital, la seguí rápidamente, la vi hablar algo con la recepcionista y luego correr por un pasillo hasta el final, justo donde había policías y estaban Chris y Sam.
El chico miró a su hermana y no hizo nada más que soltar un sollozo desgarrador mientras la abraza. Vi a Lauren alejarse del abrazo para mirar a su hermano que le estaba murmurando algo y luego se dejó caer al piso llorando.
Creo que jamás podría olvidar la forma en la que gritó desgarradoramente que no podía ser cierto, que no era posible mientras Chris lloraba intentando abrazarla torpemente. Sentía mi alma romperse en mil pedazos cuando escuché a Lauren llamar a su mamá y a su papá quienes obviamente no irían por ella. Nunca más. Y me dolía tanto saberlo.
Chris me miró pidiendo ayuda y no sé de dónde saqué fuerzas para moverme hasta ellos y entonces Lauren lloró más fuerte mientras escondía el rostro en mi cuello. Sentía cómo mojaba la piel con sus lágrimas, como sus manos de aferraban a mi con tanta fuerza y desesperación. No paraba de murmurar que no podía ser cierto mientras lloraba sin detenerse un segundo.
Logré que tomara asiento en la sala y en ningún momento me soltó, no me soltaba de aquel abrazo y no paraba de llorar desconsoladamente. Chris estaba de igual forma con su esposa y entonces supe que aquel momento fue uno de los peores de mi vida. Uno en donde acababa de comprender que Clara y Michael acababan de perder la vida y su hija menor estaba en una situación crítica mientras que sus otros dos hijos estaban completamente destrozados.
*
Eran las cuatro y media de la mañana y Lauren aún estaba esperando que alguien saliera a decir algo sobre cómo iba la operación de Taylor. Había tenido un golpe fuerte en su cabeza y debían operar uno de sus brazos de urgencia, había perdido mucha sangre y tenía el cuerpo completamente golpeado. Mi esposa no se había movido de la silla en medio de la sala en todo el rato, no me había hablado ni una vez, ni siquiera me había mirado en unas tres horas. Simplemente estaba allí llorando, calmándose de a ratos y volviendo a llorar en silencio.
Chris había ido a hacer papeles necesarios, iría a ocuparse de sus tres hijos para luego volver. Se había ido completamente destruido, triste y desbastado junto a su esposa quien me aseguró que llamaría pronto.
La verdad es que no tenía sentido estar ahí sentada sin siquiera recibir una mirada de mi esposa. No había hecho nada, ni si quiera una mirada que indicara que al menos necesitaba un abrazo. Simplemente estaba ahí mirando al piso seria, con lágrimas cayendo por sus mejillas todo el tiempo.
Mi teléfono sonó acabando con el silencio de todo el lugar, Lauren por fin se giró a verme y atendí rápido la llamada.
—Hola, mamá… Sí.—Era mi madre. Lauren volvió a mirar hacia adelante y suspiré levantándome para irme a hablar más lejos.
—¿Qué tal está todo?
—Mal.—Murmuré.—Ahora no… por aquí y ahora no, ¿sí? Luego voy a ir. ¿Cómo están los niños?—Había estado casi toda la noche lejos de mis hijos y me sentía tan mal, en especial por Ian porque él había llorado una vez y yo no estuve a su lado.
—Duermen. Ian no volvió a despertarse. Al parecer solamente necesitaba que cambien su pañal.—Una pequeña sonrisa atravesó por mía labios.
—No le digas nada a Emma. Inventa algo, pero no le digas nada. Voy a ir lo antes que pueda, necesito estar con Lauren aún.—Suspiré viendo hacia atrás. Ella tenía el rostro entre sus manos y los codos sobre sus rodillas.
—¿Está mejor?—Preguntó con cuidado.
—No. No, mamá. Está… apenas me miró en horas, no habla, no… nada, solo llora.—Las palabras salieron un poco temblorosas porque estaba intentando no llorar yo misma.