Capítulo 18

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Entré a mi casa y cerré la puerta detrás de mi. Dejé las llaves colgadas y me quité la chaqueta para tirarla sobre el sillón mientras daba una mirada a mi alrededor.

Me dolía la cabeza, los ojos, el cuerpo porque no había dormido nada en más de veinticuatro horas y además estaba de mal humor. Nada ayudaba. Ni siquiera me importaba. Ya no me importaba nada. Solo quería darme un baño y meterme en mi cama para dormirme.

Me pareció raro no encontrar a Junior en alguna parte de la casa, ni siquiera había ido a saludarme como cada vez que yo abría la puerta al llegar y él me esperaba con ladridos, besos y empujones para que yo lo abrazara y le hablara un poco.
Todas mis preguntas sobre dónde podría estar se esfumaron cuando lo vi en mi cama.

—¿Qué estás haciendo?—Me  quedé en medio de la habitación viéndolo y se revolvió entre las sábanas y el acolchado

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—¿Qué estás haciendo?—Me  quedé en medio de la habitación viéndolo y se revolvió entre las sábanas y el acolchado.—Junior, no hagas eso.—Me reí un poco ayudándolo a salir ya que había quedado enredado.

Me mordí el labio abrazándolo cuando por fin estuvo libre de los acolchado y comenzó a darme besos en la cara. Era increíble como había pasado de estar tan triste a estar sonriendo gracias a él.
Junior era tan compañero conmigo. A pesar de que me volvía loca porque era un travieso y se la pasaba haciendo desastres por toda la casa yo no me imaginaba un día sin él desde que llegó. Ya era parte de mi vida y nada iba a cambiar eso.

De todos modos cuando se alejó de mi suspiré y comencé a quitarme la ropa para ir al baño.

Me di una ducha larga de agua caliente. Las lágrimas caían por mis mejillas mientras el agua se mezclaba con ellas a la vez. Suspiré más de una vez en un intento de calmarme y que el nudo en mi garganta desapareciera, pero era como imposible. Había estado ahí todo el tiempo.

Me preguntaba porqué siempre tenía que irme tan mal. Porqué nunca podía estar bien con alguien, alguien a quien quería y suponía que también sentía lo mismo por mi.
Yo era una estúpida que se enamoraba de la persona equivocada siempre, aunque a pesar de todo sentía que Camila no era una persona equivocada, sobre todas las  cosas, Camila no era un error y nunca iba a serlo.

Cuando me puse ropa cómoda y me metí en mi cama, Junior volvió a subirse y se acostó frente a mi. Él simplemente se quedó allí y lo abracé luego de pasar mi mano por su rostro para molestarlo. Lo dejaba subirse porque estaba limpio, por supuesto, de lo contrario el estaría durmiendo en el garaje y lo sabía, es que de abusaba de estar limpio y entonces se subía en la cama, en los sillones y estaba encima de mi todo el tiempo.

Parecía que sabía que no estaba bien porque no me molestó como siempre lo hacía y se quedó quieto dejando que yo lo abrace.

Cerré mis ojos que comenzaban a aguarse por los recuerdos y me obligué a no llorar. No debía llorar, claro que no, pero no podía evitarlo. Me sentía tan triste, me sentía dolida porque todo estaba yendo tan mal de repente.

Remove the chains {Camren}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora