Capítulo 18: Juego

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/Raissa/

Había amanecido en los brazos de Charles, tenía una grandiosa vista de su perfecto rostro.
Aunque parecía un vago por alguna razón.
Lo miré por varios minutos hasta que se despertó y depositó un beso en mi frente.
-Buen día- saludé aún sin moverme.
-Es un exelente dia- anunció con una gran sonrisa.

Ambos fuimos a desayunar, eso me trajo muchos bellos recuerdos.
Sabía que Charles no podía leer mi mente, no aún y me alegró que no pudiera ver aquellos recuerdos que justo pasaban por mi.
Le dediqué una mirada tratando de transmitir lo que yo sentía.
Sonrió de inmediato captando la indirecta.
Por debajo de la mesa colocó su mano en una de mis piernas.
Me estremecí por el tan inesperado contacto.
Fingí que nada ocurría y continúe comiendo con normalidad pero me detuve al sentir como su mano subía muy lentamente.
¿Qué intentaba?
Seguía haciéndolo hasta que yo tomé su mano inquieta.
Me miró con una sonrisa traviesa, se veía gracioso.
Decidí hacer lo mismo en cuanto se distrajo.
Yo también puse mi mano en una de sus piernas, se tensó al instante y noté un ligero sonrojo.
Después de eso el resto del tiempo fueron sonrisas y miradas de complicidad.
Estábamos los cuatro sentados, la situación era incómoda pues los chicos se habían dado cuenta de nuestro pequeño juego y coqueteo, sin embargo no nos detuvimos.
Llegó un momento en el que Logan se desesperó y prefirió salir de ahí.
Ambos reímos.
Cuando volvimos a estar solos la charla comenzó.
-Extraño los viejos tiempos- dijo nostálgico.
-Yo también los extraño- confesé.
-¿Recuerdas todo lo que hacíamos juntos?
-Lo recuerdo absolutamente todo- dije un poco triste.
Él sonrió de lado pero fue más como una mueca.

/Charles/

Decidimos pasar la mañana en la sala.
Estábamos sentados casi en silencio.
Quería hacer algo al respecto, iba a demostrarle que nada había cambiado entre nosotros y que podía seguir siendo romántico con ella.
No me gustaba verla tan seria como ahora, por eso me acerqué a besarla.
Claramente no se negó.
Cuando nos separamos acaricié su mejilla.
Algo en su cuello llamó mi atención, mi mano fue bajando poco a poco a la altura de su pecho.
Aún llevaba puesto el collar que algún día le regale, aquel que tenía dos corazones juntos.
-Nunca me lo quité- dijo un poco sonrojada.
Esa confesión me hizo sentir exelente.
-Me alegra nena- contesté y la atraje a mi
Estuvimos charlando por unos cuantos minutos más.
Le dije si me acompañaba a la oficina para sentirnos más cómodos.
Cuando caminamos por el pasillo comencé a sentirme extraño.
La cabeza me dolió y se empezaron a escuchar muchas voces en mi mente, no podía callarlas.
Me sentí débil y me recargué en una de las paredes para después deslizarme hasta el suelo.
-¿Que te pasa Charles?- alcancé  a escuchar a lo lejos a Raissa preocupada.
No pude responder pues las voces se intensificaron y ya no podía mover las piernas.
El efecto del suero ya se había pasado y no había estado tomando la dosis necesaria desde que ella volvió.
Llevé mis manos a mi cabeza intentando calmar todo aquello.
Vi a Hank acercarse con la jeringa lista para mi, me la entregó en cuanto pudo.
Logan estaba ahí también.
-¿Qué ocurre?- preguntó.
-Cuando esto se va- señale mis piernas. -Esto regresa- mi mano se dirigió ahora a mi cabeza.
-Contrólate, no ha terminado- dijo Logan.
Yo estaba un poco más calmado, lo suficiente como para escucharlos y pensar perfectamente.
-Te necesitamos Charles- decía una y otra vez.
Mire a Raissa, su hermoso rostro me transmitió seguridad.
Y entonces lo decidí.
Respire profundo y dejé a un lado el suero.
Estaba listo.
-¿Hank podrías hacerme un favor y llevarme a mi oficina?- pregunté y el chico accedió.
Al llegar le pedi que abriera un armario en donde se encontraba mi silla.
El viejo Charles había vuelto.

X-Men: El Camino Del Futuro Pasado {Charles Xavier}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora