X-Men: El Camino Del Futuro Pasado {Charles Xavier}

Capítulo 38: Ceremonia

/Raissa/

Caminé de un lado al otro, más nerviosa y atemorizada que nunca. El ambiente se había vuelto un poco denso, temía lo que venia a continuación y a pesar de haber estado en peligro muchas veces, o en peleas y batallas peligrosas, nada se comparaba con el miedo que tenía... el día de mi boda.
Oí la risa de Jean quien se encontraba a un lado.
—Lo lamento, pero creo que deberías calmarte, no pasará nada malo— dijo sonriendo y le devolví el gesto. — Ni que Charles fuera a cambiar de opinión— rió aún más lo cual me hizo pensar en aquella improbable opción.
—Me asusta de alguna manera, ¿qué tal si yo no soy la indicada?, ¿y si no es lo que esperamos? Qué tal si...
—No seas exagerada, será igual que siempre, solo que con la certeza de que se aman— corrigió. A veces me impresionaba que una chica tan joven pudiera pensar de tal manera y se comportara mejor que cualquier adulto.
Me miré al espejo una vez más, estaba lista.
Traía puesto el vestido, mi cara se encontraba maquillada perfectamente y tenía un peinado lindo.
Jean se subió a una silla para alcanzar a ponerme el velo, pues era muy pequeña aún.
-Eso es todo- dijo orgullosa de su trabajo.
Acomodé un mechón de su cabello y estiré un poco su lindo vestido rosa.
-Es hora- suspiré mirando el reloj, tomé su mano y nos dirigimos al pasillo.
Al salir, ya todos nos esperaban.
Bajamos las escaleras con un poco de ayuda.
Cerca de la puerta se encontraba Alexander, mi hermano, quien había vuelto en cuanto supo la noticia.
-¿Lista?- preguntó ofreciendo su brazo.
-Lista- aseguré tomándolo.
Caminamos hasta el jardín, donde estaba todo tan arreglado para el momento.
La ceremonia dio inicio y la música comenzó a sonar.
Jean fue quien abrió paso en el camino al altar, arrojando florecillas.
Poco a poco los demás entraron y finalmente mi hermano y yo.
A los lados habían sillas blancas, y en ellas nuestros más cercanos y mejores amigos, así como los estudiantes orgullosos.
Pude ver tantas caras conocidas, pero hubo una que llamó mi atención.
Mis lagrimas casi caen al notar a aquel chico con gafas oscuras y sombrero, tan elegante como siempre. Su sonrisa se asomó en cuanto nuestras miradas se cruzaron.
-Erik....- susurré para mí, era como un sueño y me alegraba demasiado que estuviera en tan especial día.
Pero eso no era todo, a un par de lugares también se encontraba Raven y la saludé discretamente a lo que ella rió.
Mire más cara conocidas.
Y finalmente a Charles, al frente, esperando por mi.
Se veía tan guapo como siempre, sus ojos denotaban la felicidad, al igual que los míos.
Estiró su mano para que yo la tomara y así fue.
-Te ves como la primera vez que nos conocimos- dijo con tranquilidad. -Tan radiante, tan Inocente, tan asustada y tierna al mismo tiempo, ese día me hiciste temblar como nunca lo había hecho, hasta ahora de nuevo. Con el tiempo descubrí lo mucho que vales, eres única y maravillosa, te agradezco por siempre apoyarme, ayudarme a levantar cuando caigo, perdonar mis errores, pelar a mi lado y estar siempre conmigo, a pesar de todo- hizo una pausa y suspiro como si fuera el hombre más enamorado del planeta. -Y pensar que sólo quería una dona ese día, y terminé encontrando al amor de mi vida. - continuó y con uno de sus dedos retiró una pequeña lagrima que había logrado escaparse de mi al recordar todo eso.
-De hecho fue un tropiezo, un pequeño gran tropiezo- corregí con una sonrisa.
Pronto nos interrumpió una voz y miramos al frente.
-Si están listos para comenzar, les recordaré para que estamos aquí reunidos....