X-Men: El Camino Del Futuro Pasado {Charles Xavier}

Capítulo 34: La Chica

~Mansión Xavier, 1976~

Charles caminaba hacia su oficina.
Y sí, caminaba. Había decidido usar de nuevo el suero de Hank, despues de varios intentos lograron crear una fórmula menos agresiva para que no contrarrestara sus poderes de una manera significativa ya que los necesitaba para encontrar nuevos estudiantes que requerían de su ayuda.
Sumándole a eso, quería también pasar todo el tiempo necesario con Raissa.
Ella se dedicaba a ayudar a los nuevos chicos que ingresaban poco a poco y tenía el tiempo suficiente de sobra para divertirse con Charles un rato en su oficina.
Hank se sentía renovado después de de sus vacaciones y regresó más inspirado que nunca a trabajar.
Tenía nuevas ideas que había puesto en marcha como construir de nuevo un avión para el equipo o mejorar a cerebro de una vez por todas.
Todo marchaba de maravilla en la Mansión.

/Raissa/

Caminaba sigilosa por toda la habitación, al salir me dirigí al comedor, me aseguré de que no hubiera nadie y entré.
Me serví una buena taza de café y comencé a beberla al borde de la barra. Poco a poco sentí unos brazos rodearme por completo.
-Buen día- dijo dando besos en mis hombros.
-Buenos días- respondí y me giré para besarlo en los labios.
-Disculpen...eh Señor Xavier, lo buscan en su oficina- interrumpió Gerard, el hombre que se encargaba de recibir a las visitas y ayudar a Hank en lo que necesitara.
-¿Es urgente?- preguntó Charles sin mirarlo.
-Lo es señor
Yo sólo sonreí dándole a entender que tenía que ir de inmediato.
-De acuerdo, en seguida voy- contestó y tomó mi mano llevándome con él a nuestra habitación.
Me pidió que me arreglara ya que quería que conociera a alguien.
Supuse que él ya sabía quien lo aguardaba en su oficina y de echo, yo también podría saberlo fácilmente usando mi poder, pero decidí dejarlo en un tono de misterio.

Cuando estuvimos listos, ambos caminamos a su oficina y al abrir la puerta me dejó pasar primero.
Me sorprendí un poco al ver a una pequeña sentada en uno de los sillones.
Charles se dirigió de inmediato a su asiento frente a ella.
Yo caminaba lentamente hasta verla de frente.
Era muy linda a pesar de que en su mirada se reflejaba temor y su hermoso cabello rojo lo hacia más notorio.
-¿Qué te trae por aquí?- preguntó Charles llevándose los dedos a un costado de su cabeza.
-Creo que ya lo sabe perfectamente profesor- ella lo miro intensamente. -Las voces y.... todos esos ruidos.... siguen ahí, más fuertes que nunca- dijo viéndome preocupada.
Comencé a acercarme poco a poco hasta sentarme a su lado, lo único que pude hacer fue acariciar su intrigante cabello dándole a entender que estaba a salvo con nosotros.
-¿Qué planeas hacer?
-Me gustaría quedarme, si no hay problema- ella sonrió un poco.
Charles lo meditó, se veia algo serio e inseguro al respecto pero después suavizó su mirada al verme junto a ella tan protectiva.
-De acuerdo Jean, nosotros te ayudaremos, pero debes prometer que seguirás mis instrucciones, no más.... incidentes, ya sabes de lo que hablo.
La chica saltó alegre y cambió por completo su mirada.
Básicamente después de eso ella fue asignada a una habitación y más tarde le mostramos el lugar. La ayudé a incorporarse en sus ahora nuevas actividades y con sus compañeros.
Pero había algo extraño en ella, algo que todos sabían menos yo.
¿Qué era lo que tenía de malo?
-Es una buena chica- dijo Charles al borde de la cama mientras se quitaba los zapatos.
-¿Leíste mi mente?- pregunté sorprendida por no haberlo sentido.
-No, sólo hablaste en voz alta- rió mientras deslizaba fuera su cinturón y su chaqueta.
Lo miré avergonzada.
-Sólo quería saber a que te referiste esta tarde con "incidente".
-No te preocupes amor, fue sólo algo del pasado. Hace algunos años Erik y yo la visitamos a su casa y ella se enfadó con ambos porque la queríamos para causas diferentes y manifestó un poco su poder haciendo caos a su alrededor. Después de eso ambos la dejamos en paz sabiendo o más bien imaginando la magnitud de su fuerza. Ella es muy poderosa y peligrosa, pero sólo tiene miedo de sí misma- confesó sentándose a mi lado.
Escuché con atención lo que me había contado y sin darme cuenta me estremecí ante aquel nombre que yacía mucho no escuchaba.
-Erik.... ¿crees que lo volvamos a ver?- pregunté de pronto.
Charles me miró sorprendido, apuesto a que él tampoco había pensado en ello.
-Sí, supongo que habrá algo lo suficientemente importante para hacerlo venir- sonrió.
-Eso espero- confesé.