EL NOVIO DE MI HERMANA (ALEX TURNER). Completa.

CAPITULO FINAL (PARTE UNO)

NARRA ALEX

Tome un sorbo de vino blanco de mi copa sin apartar mi vista del paisaje que estaba frente a mi.
Mi novia Arabella estaba vistiendose frente al espejo de nuestra habitacion, detras de ella un ventanal enorme dejaba ver el ocaso anaranjado de Los Angeles.
Ella se quito la bata que llevaba puesta lentamente. Sabia que la estaba contemplando.
Quedo casi desnuda, solamente con unas pequeñas bragas negras de encaje y unos altos tacos negros acharolados.
El sol cayendo por el horizonte no era nada en comparacion a ella. Lo intentaba, pero solo no era tan agradable a la vista como Arabella.
Su piel era inmensamente adictiva. Su cuerpo tenia todo, tantas curvas, contracurvas, llanuras, depresiones, valles y montañas. Hacia que me pierda en ella cada vez que le hacia el amor.
Sus ojos celestes se clavaron en los mios y sonrio con sus labios cerrados dulcemente.
Yo le sonrei y tome otro trago de vino de mi copa sin dejar de verla.
Ella se coloco un vestido negro de tela algo brillante que dejaba sus brazos y sus largas y voluptuosas piernas al descubierto.
Llevaba el cabello suelto y algo de maquillaje en colores suaves.
- Me veo bonita- dijo mirandome y cruzando sus manos.
- Demasiado- Le conteste y me acerque a ella.
Bese despacio sus labios y le acaricie su oscuro cabello.
Yo llevaba un traje negro con camisa blanca y me peine con algo de gel como siempre lo hacia.
Seria una cena especial esta noche. Nick le pediria casamiento a Natt en su casa.
Llegamos en mi camioneta. Alla estaba Nick, Natt, Breana, Matt y Jamie con Katie.
Cenamos todos juntos riendo y hablando. Arabella tomaba mi mano a cada rato por abajo de la mesa. Yo la besaba y le decia que la amaba al oido.
Estaba completamente enmorado de ella, ya no me avergonzaba admitirlo.

- Bueno amigos, ya todos saben porque estan aqui esta noche- Nick se levanto de su silla diciendo en voz alta- excepto mi amada novia Natalie, que quiero que de ahora en mas sea mi esposa. Natt ¿Te casarias conmigo?
La pequeña rubia lo miro como desconcertada y de pronto una sonrisa se dibujo en su rostro y le salieron lagrimas de sus ojos.
- Claro que si, mi amor- le respondio abrazandolo fuerte y besandolo.
Todos aplaudimos, yo abraze a Nick palmeando su espalda apenas Natt se aparto de el un poco. Era casi un hermano para mi.
Vi que Natt le decia a Arabella:
-No me contaste nada y lo sabias, eres una perra!- ellas se abrazaron fuerte y rieron. La rubia le dio una palmada en el trasero a mi novia.

NARRA ARABELLA

Habia sido una hermosa noche. Natt se veia tan feliz, yo estaba muy contenta por ella.
- ¿Vas a ayudarme a elegir el vestido?- pregunto emocionada ella mientras me daba una taza de cafe el la cocina.
- Claro, nena, te veras hermosa en cualquiera que escojamos.
Natt sonrio y tomo mi mano.
- ¿puedes creerlo? Estamos con los hombres que queriamos... que queremos- Se corrigio.
- Que amamos- le dije estrechandole aun mas la mano.
Era maravilloso. Parecia mejor de lo que yo habia soñado. Estaba perdida e irrevocablemente enamorada de Alex Turner, y el me amaba a mi.
Ya llevabamos tres meses juntos, los ultimos dos en LA despues de esa noche que intente suicidarme en Cornerstone. Viviamos solos en su casa, con nuestra mascota Cotton y el ama de casa Rosa.
Alex estaba cumpliendo con todo lo que prometio, me hacia feliz dia tras dia tras dia.
Luego de irnos de la casa de Nick llegamos a la nuestra.
Mi telefono sono.

- Hola Alexa- conteste.
- Hey perra ¿Como va todo?
- Estoy bien- rei- aun en LA ¿Y tu?
- Recien termine de hacer una produccion de fotos y mañana ire temprano a ver a papa.
- Dile- hice una pequeña pausa- que ire a verlo cuando vuelva a Sheffield.
- Se pondra muy feliz- dijo suavemente- bueno, ya debo colgar. Tengo una cita esta noche- rio.
- Suerte perra- le dije- me alegra mucho que te hayas separado de ese idiota y retomaste tu carrera de modelo.
- Gracias Arabella- pude percibir que estaba sonriendo detras del telefono.
Colgamos.

Estaba sentada en el sillon y Alex llego por atras rodeando mi cuello con sus brazos.
- ¿Como esta Alexa?- me pregunto.
- Tendra una cita esta noche- conteste y le sonrei.
- Bien por ella.
Rodeo el sillon y quedo delante mio. Pude ver que no llevaba la camisa.
Me hizo pararme junto a el y acaricio mi cuello y yo sus brazos.
- Llevas demasiada ropa puesta, nena- me levanto el vestido quitandomelo.
Yo lo bese.
Alex me tomo de los pechos y los miro.
- Tus pezones estan rojos e hinchados- dijo- perdon por ser tan brusco a veces, mi amor.
De verdad Alex a veces era un poco brusco cuando haciamos el amor. Pero yo amaba eso.
- No me pidas perdon, bebe. Podes hacer lo que quieras conmigo.
Me abrazo fuerte y yo toque sus fuertes brazos, su espalda, su cuello.
Me separe un poco de el para acostarme sobre la mesa del living.
Alex comenzo a depositar dulces y apasionados besos por todo mi cuerpo haciendome lanzar algunos gemidos de placer. Quito mis bragas negras con sus dientes y comenzo a practicarme un increible sexo oral.
Podia sentir su lengua en toda mi vagina, cada vez que la pasaba por mi clitoris no podia evitar estremecerme. El sujetaba mis piernas muy fuerte, abriendomelas. Era una extremadamente placentera tortura. No pude aguantarme mas y solte el orgasmo irreprimible.
Alex sin sacar su boca de mi vagina comenzo a acariciar todo mi cuerpo con sus manos.
Cuando ya habia terminado mi orgasmo sentia como si hubiese quedado casi inconsciente.
Alex se levanto poniendose encima mio.
- Te deseo tanto- me dijo al oido haciendome estremecer otra vez.
Me sujeto del cabello con ambas manos y metio todo su pene dentro de mi.
Yo ahogue un pequeño grito y el gimio.
Me atraia hacia el tirando mi cabello de ambos lados, lo que me provocaba dolor pero me excitaba mas.
Cualquier cosa que Alex me hacia para mi era placentera.
Despues de unos minutos yo ya habia tenido dos orgasmos mas y Alex acabo tambien.
Despues de unos segundos donde respiramos se coloco encima mio y me dio un calido beso.
- Te amo- le dije.
- Y yo a ti, preciosa- me dijo y sonrio dulcemente.
Por supuesto que nos amabamos.
Nos amabamos irrevocablemente.