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Él me miró también muy serio a lo que hice un gesto con la ceja y respondió:

-Fue una buena esposa, trabajaba en lo mismo que Claudio, sí, al robo. Yo me enamoré de ella, fue lo mejor que tuve, todo lo hacíamos juntos, perfecto... Hasta que tuvimos a Lara. Judith era más ama de casa que ladrona, y eso no me gustaba, entonces comenzó lo que se llama "poner los cuernos" ya que encontré a otra chica que me llamó la atención. Yo tenía el nombre de Ricardo, pero luego me lo cambié de nuevo a mi original nombre, nadie lo notó, tampoco era muy conocido ya que estaba anónimo en todo.-Decía dando vueltas por la habitación lentamente.

-Estabas celoso de Lara.-Dije.

-Por supuesto que sí, yo quería a Judith para mí, egoístamente, pero si yo no la tenía, nadie la tendría. Luego conoció más a Claudio, que tampoco es que me caiga lo suficientemente bien, pero me sirve en el trabajo, y él pudo hacer lo que yo no podía, asesinarla...

-¿Cómo?-Pregunté alejándome de él.

-Eso ya no fue asunto mío, tendrás que indagar en él.-Levantó las manos indicando que no era su asunto.-Y ahora que sabes esto... Vas a volver o no te gustará lo que haré con Larita... -Añadió.

-No pienso volver.

-Tengo a tres de los míos vigilando las calles y las tiendas discretamente, si hallan a Lara es probable que no la veas... -Dijo.

Suspiré nasalmente...«No puedo dejar que esto ocurra, pero si acepto me distanciaré de nuevo con ella y sabrá perfectamente por qué...Intentaré algo»

-Marcos, aceptaré, pero en vez de quedarme aquí iré a mi casa, haré una vida normal.-Dije.-Nadie sabrá nada.

-Nadie, absolutamente nadie.

Asentí y alargó el brazo para darle la mano y quedar en un acuerdo, al menos no tenía que distanciarme de ella, pero haría lo que no quiero de nuevo, todo era una mierda que giraba en torno a mi.

Me marché de la casa pero justo al llegar al coche oí de nuevo detrás a Claudio. Él no podía esperarme de frente y dejar de darme un susto, no, él era especial vaya.

-Bienvenida de nuevo. Veo que has aceptado.

-¿Cómo mataste a Judith?-Fui directa al grano.

-Eres lista eh...-Sonrió.-Digamos que en la última noche del año todo fue sobre ruedas:

*Flashback*

Ya casi eran las 00:00 am para comenzar un nuevo año, todos estábamos en la sala con las 12 tradicionales uvas en cada copa para contar las campanadas.

-Corred, corred que ya casi está.-Dijo uno de los invitados.

Vi como Lara se marchó hacia afuera y unos segundos después comenzaron las campanadas.
Al acabar todos gritamos de la emoción y nos dábamos besos, a lo que vi que Blanca también se marchó hacia afuera, así que aproveché:

-Judith, iré a por mi mejor champán, espérame.-Le dije sonriendo.

Una vez en la cocina cogí dos copas y eché el champán, pero en la copa de Judith dejé disolver una pastilla que haría efecto a las dos horas más o menos.
Le entregué la copa y nos tomamos cada uno la nuestra:

-Bombón, ¿te encuentras bien?-Le pregunté segundos después para saber si hizo efecto.

-Me está comenzando a doler la cabeza, pero generalmente sí.

*Fin Flashback*

-Y seguramente esas pastillas te las dio Marcos.-Dije.

-Efectivamente. Aunque eso solo fue una ayuda.-Añadió.

-Ojalá y mires más por los demás, no solo en tu hija.-Dije sabiendo que se molestaría por decirlo en esta zona.

-No la menciones aquí, no quiero su vida en riesgo.-Dijo serio.

-¿No? Pues más te vale que no dejes en riesgo la de Lara. Sé que os la intentaréis llevar de todos modos.-Amenacé.

Él no dijo nada más, solo se quedó viendo como entraba en mi coche y me marchaba.
Quizás funcionó, no lo sabía, pero aun así podía seguir amenazando a Claudio.
Llegué a mi casa y miré que Lara siguiera allí con la suerte de volverla a ver durmiendo:

-Serás marmota....-Dije mientras le miraba y me impedía a mí misma no despertarla, pero se hizo algo tarde con la visita a Marcos.

Se me vino al a la mente: El hospital. No podía estar en dos lugares a la vez, y esto me obligaba a dimitir como cirujana, así que llamé al jefe del quirófano y rechacé el puesto.
Ahora debía de ocultar la preocupación y todo en general, porque si no robaba perdía a Lara, y si perdía a Lara no sé qué haría... Quizás se me iría la cabeza y matase a Marcos...Era una posibilidad.

No Todas Son Profesoras 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora