Nine

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Los siguientes seis minutos fueron los más largos de mi vida hasta entonces.

Pensé que a pesar de mis gritos nadie me había escuchado.

Pensé también en mi mejor amiga, Caroline, y lo estúpida que fui al no escucharla cuando me advirtió que él no pintaba ser alguien bueno.

También pensé en mi papá.

Pensé en mil cosas, sinceramente, porque no quería que mi mente se enfocara en lo que sucedía realmente.

Pero nunca imaginé a esas cuatro personas entrando bruscamente a la habitación.

Agradecí al cielo porque él hubiese olvidado colocar el seguro.

Un Último Recuerdo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora