Luego de abrazarte y llorar contigo, fue mi turno de contar mi historia.
Yo vivía con mis padres, y de pequeña quise mucho a mi madre, en serio, pero mi padre siempre fue especial.
Te conté cómo era nuestra relación y lo apegada que era a él. También te dije cómo, cuando tenía solo once años, tuvo un accidente y quedó en coma.
Fue mi destrucción.
Y con el tiempo, todo empeoró.
A los 16 empecé a trabajar en una tienda de música en la que la dueña era una vecina que vivía al frente de mi casa, la señora Anne, y hasta entonces no me había ido.
Te narré como fue que por ella terminé el instituto y la preparatoria porque era quién me animaba.
Mi madre, en cambio, a pesar de no haber sido muy cariñosa, con los años se volvió más seca y cortante. Se alejó de mi y solo vivíamos juntas, pero no nos conocíamos. Ayudaba a pagar las cuentas y el hospital en donde papá estuvo durante mucho tiempo, pero nada más.
Supiste cómo con el tiempo también empecé a cambiar y a tomar malas decisiones y malos amigos, menos una. Caroline, una chica que no paró de hablarme incluso al salir del instituto, era la mejor y la única. Yo la quería mucho y siempre me aconsejaba que siguiera adelante y tratara de alejarme de las personas malas... hasta el día en que yo te conocí fue que por fin le hice caso a sus palabras.
Solo que hubo un detalle, ella era una de las más inteligentes de mi salón y al salir, no tuvo problemas para entrar a la universidad.
Y se fué.
Y me quedé sola.
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Un Último Recuerdo
Short StoryTodo fue tan rápido e intenso que algunas veces un lado de mi mente se preguntó si eso pasó en verdad. En cambio, el otro lado repitió con intensidad aquel dicho que un día alguien dijo sabiamente: Lo que rápido y fácil viene rápido y fá...