Fourteen

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Aún con mis mejillas mojadas tomaste mi rostro entre tus manos y preguntaste por última vez.

Esa extraña preocupación que percibí expresada en tu rostro me hizo despertar un poco más y negar. Después de eso solo suspiraste, cubriste mis brazos y mi rasgada y sucia camisa con una chaqueta y me abrazaste.

Si hubiese sido distinto probablemente habría fruncido el ceño por confusión. Pero no, aún en mi shock mi mente solo aprovechó de absorber esa muestra de cariño que me ofrecías y me escondí entre esos brazos que parecían querer protegerme del exterior.

Un Último Recuerdo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora