Aún con mis mejillas mojadas tomaste mi rostro entre tus manos y preguntaste por última vez.
Esa extraña preocupación que percibí expresada en tu rostro me hizo despertar un poco más y negar. Después de eso solo suspiraste, cubriste mis brazos y mi rasgada y sucia camisa con una chaqueta y me abrazaste.
Si hubiese sido distinto probablemente habría fruncido el ceño por confusión. Pero no, aún en mi shock mi mente solo aprovechó de absorber esa muestra de cariño que me ofrecías y me escondí entre esos brazos que parecían querer protegerme del exterior.
ESTÁS LEYENDO
Un Último Recuerdo
Short StoryTodo fue tan rápido e intenso que algunas veces un lado de mi mente se preguntó si eso pasó en verdad. En cambio, el otro lado repitió con intensidad aquel dicho que un día alguien dijo sabiamente: Lo que rápido y fácil viene rápido y fá...