Hubo un momento durante el día, antes de irnos específicamente, en el que tu madre pidió ir hasta donde las pequeñas y últimas olas rompían y llegaban cada vez más lejos a mojar la arena.
Tu madre tomo una de mis manos al igual que las tuyas para poder levantarse y no las soltó hasta que el agua tibia tocó nuestros pies.
Ella era tan tierna, era cómo tú lo fuiste tantas veces. Sonreía y soltaba cortos comentarios de lo hermoso que era el mar, lo sabroso y exquisito que era sentirlo mojar aunque fuese tus pies.
Pero hubo algo más.
Una petición que me hizo sentir un vacío en el pecho y el corazón roto.
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Un Último Recuerdo
Historia CortaTodo fue tan rápido e intenso que algunas veces un lado de mi mente se preguntó si eso pasó en verdad. En cambio, el otro lado repitió con intensidad aquel dicho que un día alguien dijo sabiamente: Lo que rápido y fácil viene rápido y fá...