Ya un par de minutos antes del anochecer, mi hora favorita para estar allí, decidieron que era hora de volver.
Preparamos todo y volvimos al auto.
Ese ambiente ya era poco beneficioso para tu madre. No sé si fue sin querer o a propósito, pero terminaste diciéndome lo que ella tenía.
Una de las enfermedades más conocidas del mundo.
Esa que muchos odiaban porque se llevaban a los mejores, poco a poco o en un santiamén.
Desde los más pequeños a los más grandes.
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Un Último Recuerdo
Short StoryTodo fue tan rápido e intenso que algunas veces un lado de mi mente se preguntó si eso pasó en verdad. En cambio, el otro lado repitió con intensidad aquel dicho que un día alguien dijo sabiamente: Lo que rápido y fácil viene rápido y fá...