Capitulo 26

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Pensando en aquel recuerdo, quede profundamente dormida en un sueño.

Me desperté con los rayos del sol iluminando mi habitación. Me incorporé en la cama y algo pesado estaba sobre mi piernas. Miré bien.

"Para mi princesa" leí la nota.

Una caja en forma de corazón estaba sobre mi cama. Abrí la caja y un olor a chocolate inundaba mi nariz.

Por encima de los chocolates había unas fotos. Sonreí al ver más fotos de Nicolás conmigo. Había muchas que no tenía y que no recordaba haber sacado.

Me levanté de la cama mirando las fotos y por encima de ellas, noté unos pétalos de distintos tipos de flores en el suelo de mi habitación. Apuntaban a la ventana. Me asomé y observé a un sonriente Nicolás con un ramo de flores.

Le sonreí.

Baje para abrirle la puerta y corrí a sus brazos plantándole un suave beso.

-Es lo más lindo que me dieron en la vida!
-Lo tenias merecido.- me dio otro beso.

Después de recibir los mil saludos de mis padres, Agustín y los mensajes que llegaban a mi teléfono, comencé a preparar todo para la fiesta que iba a dar.

-Necesito que compres esto.- Le dije dando una lista a Nicolás.
-Bueno, ahí voy. No tardo.- Dijo saliendo por la puerta para ir a comprar mi pedido.

Pero por más que haya dicho que no tardaba, pasó lo contrario. Pasó 1 hora, 2 y luego 3. Había llamado un par de veces pero no contestaba.

Comencé a preocuparme. Llamé a su casa pero me dijeron que no estaba. Salí al supermercado con el fin de encontrarlo, pero no fue así. Pregunte por si lo vieron y me respondieron que no.

Caminé por las calles para encontrarlo, aunque sabía que era inútil porque no lo encontraría de casualidad.

Recibo una llamada. "Mateo", marcaba la pantalla.

¿Contesto o no?

Lo ignoré y lo seguí buscando.

Mateo llamaba todo el tiempo y me decidí por atenderle.

-Hola?- respondí.

Salí corriendo de la calle y corrí con el fin de llegar al auto.

Agustín estaba afuera haciendo skate.

-Dónde están las llaves?!
-De qué?
-Del auto!
-Las tengo acá.- Dijo sacándolas de su bolsillo. Las tomé y destrabé el auto.
-Entra!
-Qué?
-Que entres!
-Que te pasa?
-SOLO ENTRA SIN PREGUNTAS Y LLÉVAME A DONDE TE DIGA!- Dije gritando.
-Bien.

Y salimos en rumbo allí.

Diario de una adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora