Capitulo 41

17 3 0
                                    

"-Aquí estaré para ti." Dijo Nicolás a Oriana mientras la abrazaba.

"-Te prometo que aquí estaré siempre."Dijo una vez Miles a Jim mientras lo besaba.

[[Narra Oriana]]

En algunos casos, estas frases son traicioneras o simplemente en el mío. Son frases prometedoras. Prometedoras de que estarán ahí para siempre. Pero si se toman un minuto para pensar, casi nada es para siempre. Como esa frase.



Dos años después:

Nicolás se encontraba en mi habitación dando vueltas a la misma pensando.

-¿Puedes decirme qué sucede?
-Quiero lo mejor para nosotros y lo sabes. Llevamos 3 años de relación y lo último que quiero hacer es romper lo qué hay entre nosotros.- Decía acercándose a mi. Sostuvo mis manos y siguió.- Tengo que mudarme porque fui aceptado en una universidad a kilómetros de aquí.
-¿Y?
-Solo podría venir a visitarte una vez... al año.
-¿Qué tan seguro estás?
-Verifiqué mis horarios, el tiempo que tardaría en venir aquí y los días de vacaciones. Considera el estudio. Es la universidad y no es lo mismo que la secundaria.
-Estoy consiente de eso. Ve al punto.
-Yo quiero que aceptes la propuesta de venir conmigo.- Quise decir algo pero el se adelantó.- Vendrías a vivir conmigo allí y si eres aceptada en la Universidad...- El seguía sosteniendo mis manos hasta que las quité de allí y me senté en mi cama.
-Y qué si no entro en la Universidad?
-Estoy seguro de que si lo harás.
-Deja de pensar con el corazón y piensa con la cabeza. Si yo no entro en esa universidad, ¿Qué será de mi?
-Mis padres pagarán la renta hasta que termine mis estudios para trabajar. No tendrás que preocuparte de nada.
-No, tú no tienes nada de que preocuparte! ¿Estás pensando en mi siquiera?
-Hago esto por los dos.
-No hay ninguna otra universidad cerca de la tuya para que yo pueda inscribirme.- Enfurecí.- ¿Acaso tu plan era dejarme en la casa o el departamento y mientras tú estudiabas y te divertías en las fiestas universitarias, yo me quedaría aquí haciendo el aseo o nada?
-No hay otra opción.
-Si que la hay. La otra opción es estar con la única persona que si piensa en mí y que no cree que me quedaré en la casa mientras pierdo el tiempo para mis estudios. Esa persona soy yo.
-Entonces quieres alejarte de mi.
-Considerando las estupideces que dijiste, tal vez. Pero te amo y me encantaría poder seguir mi vida junto a ti. Sin embargo, no eres el único protagonista de esta historia.
-Así será todo esto?
-Dime una mejor opción que no sea separarnos.- El se quedó en silencio.- ¿Entonces qué podemos hacer?
-Ya dejaste lo dejaste en claro.- Estaba apretando la mandíbula y cerrando los puños de la ira. Se dio la vuelta y se fue. Quería correr detrás de él y decirle algo, pero no iba a empeorar la situación.



Al cabo de una semana, había decidido ir a verlo, con lo cual me acerqué hasta su casa y antes de tocar el timbre, el salió con un par de cajas encima. Se quedó mirándome un rato con una mirada de desilusión al igual que la mía.

-Ya...
-Me iré dentro de media hora.
-¿Consideraste en avisarme?
-Así al menos no sufrirías.
-Sufro más al no saber qué va a ser de ti. Ya no importa.- Miré hacía otro lado con los ojos llorosos. El dejó las cajas en el suelo y me abrazó. Temía tanto que ese fuese nuestro último abrazo.- ¿Así será siempre?- El no contestó, solo acarició mi cabello y mi espalda produciéndome tranquilidad, por tan poca que fuese. Nos deshicimos del abrazo.
-Ambos sabemos que no nos veremos, a menos que entres en la universidad, pero solo si quieres.
-No entré.- El bajó la vista.
-No puedo comprender cómo.
-Si me han admitido en la que quería.
-Eso es fabuloso.
-No tanto.- Algunas lágrimas lograron escaparse y Nicolás las estaba limpiando de mi rostro.
-Por favor, no llores. No tienes por qué. Te iré a ver todo el tiempo que pueda, te lo prometo.- "Te lo prometo" es otra frase traicionera. Son predicciones que uno se plantea en el momento, es decir, dice cosas que supone que hará, pero no las piensa al decirlo.
-No prometas algo que no sabes si cumplirás.
-Si te lo prometo, es porque estoy seguro de que la cumpliré.- El se acercó lentamente y me besó en los labios. Volví a recordar el primer beso. La primera vez que me había demostrado que me quería y que me sigue queriendo. Ese dulce y suave beso de aquella vez, se estaba reproduciendo en este mismísimo instante. Ese beso qué tal vez nunca olvide. Ese beso qué tal vez cuando lo vuelva a ver lo recuerde por milésima vez, cómo ahora. Cuando nos separamos, me abrazó y luego decidí que ya era hora de dejar de sufrir e irnos. Estaba sintiendo el hombro mojado y cuando logré verlo, tenía el rostro mojado como yo. Besó mis manos y las sostuvo. -Te amo.
-Y yo a ti.-Me solté de él y caminé unos metros lejos de él, dejándolo en un suspiro, en unas lágrimas y un dolor que quién sabe si curaría.-Adiós Nicolás.- Tardó en pronunciar las palabras que más me dolerían.
-Adiós.- Ni siquiera podía darme la vuelta, pero tomé valor y me fui.

Diario de una adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora