Capitulo 35

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Viernes, el tan ansiado día de todos.

Me preparé como un día normal de escuela.

"Ya falta poco" pensaba. "Un último esfuerzo y hola verano".

Con mi hermano llegamos a la escuela y mientras él se dirigía a Literatura, yo iba a Matemáticas. Lo cual, en el camino me encontré a la novia de mi ex (Por dios, que mal suena). Miré sus manos, en donde en una llevaba un libro de Matemáticas y en la otra no tenía nada, solo un yeso. Reí al ver que tenía una desventaja en varias cosas por lo que le había hecho. Después de todo, la venganza es dulce. Salvo, que llega un punto donde ya no la disfrutas, cuando te das cuenta que la perra que arruinó tu vida va a tu misma clase.

Entré en la clase y me senté casi al fondo de la clase, siempre al lado de la ventana. La profesora entró y cuando se dio cuenta del yeso de mi enemiga, miró a todos en busca de alguien que la ayudara para escribir. Aunque creo que mi venganza no fue lo suficientemente buena como para que alguien que sí sabe sobre matemática la ayudara y le hiciera la tarea por ella. Veremos en el examen que tal es cuando tenga que hacerlo al lado de la profesora.

-Montero.- Pronunció. Mierda.
-Si?
-Ayude a la señorita Weters para escribir. Después de todo, la compensará por lo que hizo.- Hasta los profesores sabían lo que había hecho.
-Perdón, pero no puedo.- Logré decir.
-Cuál es el problema?- Y todos voltearon a verme.
-No tengo una buena relación y no quiero tenerla. Son problemas que no se pueden solucionar.
-Si hay problemas hay solución.
-Es personal.
-Si no tiene una buena excusa para que consiga a alguien más entonces ni lo piense.- Y me miró fijo. Ni de loca iba a escribir con ella, menos para ella.
-Pues... No puedo decirlo enfrente de todos.
-Entonces tome su silla y siéntense junto a Rojas.- La paciencia se me colmaba. ¿Qué parte no entendía?
-¿¡Sabe por qué?!- Y me levanté de mi silla. Ahí es donde iba a explotar.- ¡Porque está zorra me robó a la persona que más quería en mi vida! ¿Sabe qué? ¡No lo puedo superar! ¡Porque tiene amnesia! SI! Tiene A-M-N-E-S-I-A. ¡Y esta perra o mejor dicho "Ángel" porque para todos es así, me lo arrebató de las manos! ¡Sabiendo que era MI novio!- Todos quedaron en silencio, aún mirándome y con la boca abierta. No me arrepentí de lo que dije. Después de todo, ¿No quería que le dijera el por qué?
-Detención! Usted, ayude a Weters- Decía mientras señalaba a un chico.- No la veía así, Montero.
-Que sorpresa. Nadie me ve así. Ahora soy la mala.- Tomé mis cosas y salí de allí. Tenía mucha impotencia respecto a la situación, pero parte del reinicio era dejar todo esto atrás. Hacer como si nada hubiera pasado. Y cuando lo pensé mejor: ella solo quiere verme caer. Pero no es lo que va a ver.

Más tarde, falté al almuerzo y a la primera clase por detención y luego me fui a casa, ya no estaba de humor. De pronto, un mensaje hace sonar mi teléfono.

"Qué rayos pasó en la clase?"
"Quién sos? Y cómo conseguiste mi número?"
"Soy Jim. Nos vemos en el recreo y hablamos"
"No voy a ir, me voy ahora a casa" "Querés venir?
"Tengo reunión con los cerebritos, podemos vernos más tarde?"
"Si"

Y desde allí, fui directo a casa. Hice mi tarea de Física y Química y miré un poco de Netflix. Hasta que recordé que no le había pasado la dirección a Jim. Así que desbloquee mi teléfono y le envié la dirección.

El timbre sonó y fui a abrir la puerta.

-Estas completamente loca! Y por eso te quiero.- Dijo Jim entrando.
-Gracias?
-Los rumores en esta escuela llegan muy rápido.
-Solo pasó hace un par de horas y mira a donde llegamos.- el rió. -¿Qué fue de tu día?
-Confuso.- Y se tiró en el sillón. -Miles me pidió  reconciliarnos.
-Y?
-No lo sé. Lo estoy pensando.
-Bueno, no conozco a Miles hasta más de donde me contaste, así que no tengo muchos consejos.
-Es que, si quiero estar con el. Sé que pasaron meses pero de verdad que lo extraño.
-Bueno... Podrías hacer algo.
-Cómo qué?
-Que este un rato a tus pies, así te vas a dar cuenta si vale la pena volver. Y si lo vale, vuelven y felices para siempre.
-Me dejó por una zorra que después lo dejó a el.
-Querés volver a estar con el?- Hizo una pausa y miró a la pared pensando en las posibilidades.
-Voy a seguir tu consejo.- Y le di una sonrisa satisfactoria.

Miramos una película y hablamos un poco más para conocernos mejor y luego él se fue.

Mañana sería otro día.

Diario de una adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora