Capitulo 32

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[[ Tres meses después]]

-DESPERTATE ORI!
-Qué?!-Mi hermano estaba riendo mientras yo intentaba despertarme. En el piso. Si, el grito me tiró de la cama.
-Estas bien?- Decía riéndose. Me levante del suelo.
-Adiós! Fuera! bye!- Y lo saqué de ahí.
-Tenes que prepararte!- Me gritó desde el otro lado.
-Lo sé!

Busqué mi maleta que ya había preparado por la noche, una lista con cosas extras que podría llevar y la ropa que me pondría para ir al aeropuerto.

Había dejado sobre mi escritorio el outfit: Un top no tan corto de color azul con una pollera azul tipo arabesco con unos zapatos blancos y un largo saco blanco. Luego, fui a mi joyero y opté por tres collares no tan largos que combinaban a la perfección con el conjunto. Finalmente, me dirigí al baño me maquillé y planche mi cabello para que quedase lacio.

Mis padres habían encargado un taxi para ir al aeropuerto. Guardé en una mochila pequeña de Tommy Hilfigher las cosas extras como el cargador, el maquillaje, algo de comida (Hambre), un libro, mis auriculares y otras cosas más.

Bajé con la maleta, la mochila y mi teléfono en mano ya que cientos de mensajes me llegaban diciendo: "Buen Viaje!" Y alguna que otra cosa más como "Te quiero" "Pásala lindo" o "Puedo ir a verte?".

Estaba tan apurada, de acá para allá que dejé el teléfono sobre la mesa y ayudé a mi madre con un par cosas que estaba guardando. Cuando terminé, subí a mi habitación y la observé por un rato para asegurarme de que no me faltaba nada. Sería un mes maso menos el que nos iríamos de vacaciones, así que debía estar segura de que había llevado todo lo que necesitaba. Luego, miré por última vez mi habitación, respiré hondo y bajé de nuevo a esperarlos a todos.

Me senté en el sillón y desbloquee el teléfono para ver los mensajes. Todos de amigos y familiares.

"Puedo ir a verte?"~ Lau

Lo pensé dos veces. El taxi llegaría dentro de 20 minutos.

"Claro" le contesté. No me haría nada mal después de todo. Se había convertido en un gran amigo para mí. Me apoyó cuando Nicolás tuvo amnesia, después de lo sucedido con su novia.

"Genial" y fue su última conexión, ya que se presentó en mi puerta 5 minutos después de su mensaje.

-Sos bastante rápido.- Le dije.
-Estaba cerca de tu casa y pensé en saludarte.
-Siempre sos bienvenido, no hace falta que me preguntes. ¿Querés pasar?
-En realidad, preferiría afuera.- Y me sonrió.
-No hay problema.- Salí y cerré la puerta.- ¿Qué pasa?
-Ya sé que te dije esto hace un tiempo, y que te lo demostré. Pero, quería decirte que... Me seguís gustando.- Se rascó la nuca de los nervios. Sabía que él hacía eso cuando estaba nervioso.
-Lo sé. Y lo aprecio mucho.
-Ahí las malas noticias.- Pero estaba equivocado.- Ya sé que lo que pasó con Nicolás no fue hace mucho pe...- No lo dejé continuar.
-Aprendí a superarlo.- Y le mostré una sonrisa.- Por eso, yo... Quería decirte que estés tranquilo porque... sé que estás nervioso.- Y se sonrojó un poco. Quité su mano de su cabello porque seguía igual y lo miré a los ojos.

Miré sus ojos color café, su boca y cumpliendo su deseo y el mío, me acerqué y lo besé. El se relajó y enrolló con sus manos mi cintura mientras yo hacía lo mismo pero en su cuello. Acariciaba su cabello y él me atraía más a su cuerpo. Fue un beso dulce que duró un largo tiempo. Me hizo volver a sentir mariposas en el estomago (cursi). Esa sensación que había perdido hace tiempo con otra persona de mi pasado.

Cuando nos separamos él tomó con sus manos mi cara y me dijo:

-Sos hermosa.- Yo solo sonreí y lo atraje de nuevo a mí para besarlo otra vez.- Te prometo...
-No prometas.- Le dije con los ojos cerrados. Volvió a besarme.
-Te aseguro, que no vas a salir lastimada. No esta vez, no conmigo.- Y besó mi coronilla. Mientras acariciaba mis manos. Apoyé mi cabeza en su hombro mientras el acariciaba mis manos. Otra vez esa sensación. Me encantaba.
-ORI! ¿Dón...- Mi madre había visto la maravillosa escena.- Perdón, no quise arruinar el momento.
-Esta bien Sra. Montero. Ya me iba- Y le sonrió. Había arruinado mi momento, sonreírle no la salvaría de mi charla sobre "No interrupciones". Pero él y su sonrisa encantador podían sacar la mía.
-Es injusto que tenga que pasar esto justo cuando me voy.- Lo miré susurrando. El lanzó una pequeña risa.
-Cuando vengas... Habrá mucho más tiempo para nosotros.- Susurró también. El besó mis manos. Dios, me enamoraba cada vez más.- Te espero a la vuelta.- Me besó en los labios y extrañé tanto el momento en que sostenía mis manos y me besaba cuando entré a casa.

Volvía a sentir lo que había perdido hace un tiempo...

Diario de una adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora