Capitulo 33

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Pero todo comenzó tres meses antes...

Aprendí. Si. Aprendí a dejarlo atrás y seguir adelante. De eso se trata la vida, ¿no?. Aprender de las cosas para seguir, y así lo hice.

-Siento lo que pasó con su novia.
-No es tu culpa. Ahora, si me disculpas, tengo que irme a clase de biología.
-Te acompaño?
-Oh, está bien.- Y fuimos juntos al salón.- Qué materia te toca?
-Inglés. Lo odio.
-Te cambiaría la clase, porque me encanta Inglés, pero... Está también me gusta.- Y dicho esto, entré al salón.

Cuando entré, un chico más alto que yo, castaño, de ojos verdes y pálido me estaba mirando con los brazos cruzados. Lo miré confundida y me senté atrás de todo, ya que era el único lugar disponible. Justamente, al lado de él. Y así estuvo toda la clase: mirando de reojo, dándose vuelta cada cinco minutos para verme y entre otras cosas. Por un momentos sospeché que estaba enamorado de mi, pero, Ori por favor, no todo gira alrededor de tu belleza. Está bien, demasiado por hoy. Cuando salí de clase, me di cuenta de que me estaba siguiendo. Pervertido?

-Por qué me seguís?- Me di vuelta y frenó haciendo que quedara enfrente mío.
-Eres la perra que le rompió tres dedos a la novia de tu ex?
-Qué?
-Es una pregunta fácil, cariño.
-No me llames así.- Me di media vuelta y seguí mi camino, pero él me detuvo.
-Soy Jim.
-Debería decirte mi nombre, extraño?
-Oriana. Ya lo sabia, ¿crees que nadie lo sabe?
-Solo porque sus dedos chocaron con mi locker?- Hice un bufido-Si, fui yo. La "perra" que lo hizo.
-Yo no te llamo así. Así que tranquila.
-Quien lo hace?
-El resto de la gente que anda con esa idiota. La odio, pero amé el momento en que le cerraste el locker. Fue genial.
-No creo que llegara a ser ídola de alguien.
-Créeme.
-Creo que me caes bien.
-A mí también.
-Querés... Ir a almorzar?
-Y perder un gran rato estudiando Francés con los chicos feos de mi clase?
-Pensé que...
-Acepto. Vamos.- Tomó mi mano y me llevó al comedor.

Creo que este chico no se comporta tanto como un chico... O solo es mi imaginación?

-Y...?
-Y, qué?- me preguntó mientras sacaba mi sándwich.
-Solo, quería saber porque la odias.
-Esa zorra puso sus manos encima de mi chico.- Y le dio un mordisco con enojo a su sándwich.
-Espera, chico?
-Si. Por qué?
-No creí que fueras gay.
-Pues ahora lo crees y lo sabes.
-Y...- Hubo un silencio- te molestan por eso?
-La mayoría de las personas no lo hacen. Soy amigo de casi toda la secundaria, pueden hacerme bromas en cuanto a mis gustos, si. Pero no me molestan.
-Que bien... Y que pasó con...?
- Miles? Cayó en sus sucias manos y lo dejó.
-No me vas a dejar terminar nunca la pala...?
-Palabra?- Y se rió- es broma.
-Bien. Creo que tuviste un gran momento cuando dejó a este tal Miles.
-Me siento feliz de que el karma le haya regresado.
- Sabes?Nunca he tenido un amigo gay.
-Yo jamás tuve a una zorra de amiga y sin embargo estás en mi camino.
-Hey!- Le codee en la costilla.
-Es broma.- Dijo riendo- Ahora somos amigos. Te parece?
-Genial.
-Tu turno.¿Por qué odias a esa zorra?
-Bueno... Es una historia un poco dramática pero que no te de pena.
-No lo hará.- Y reí.
-Mi novio... Mi ex... Sufrió de amnesia en un accidente de tránsito y me olvidó... Así que cuando le expliqué que yo estaba con alguien, que era el, y como no pude contárselo porque no podía presionarlo tuve que dejar que estuviera con otra persona más.
-Que bonita historia. Terminan comiendo perdices los personajes del cuento?
-Pues, creo que no.- Y le di un mordisco a mi Sándwich.
-Creo que te equivocaste de libro, mi querida niña. Necesitas un final feliz.- Y observó a su alrededor.- Oh, como el, es súper sexy.- Y mostró una cara de deseo así que lo empujé.
-Allá está también... Como se llamaba? Hunter. Es bastante lindo.
-Tiene... Unos muy lindos ojos.
-Lo notaste?! Son hermosos, azules como el cielo.
-Wo, que poeta.
-Creo que sirvo para ese tipo de cosas.
-Eres un gran chico.
-Si lo sé.

Pero el timbre sonó dando inicio a mi clase de Literatura. La cuál, Jim no estaba en ella. Así que me despedí de él y le prometí que nos juntaríamos mañana de nuevo. Sin duda, era un gran chico. ¿Cuántas personas hay en este mundo que sean como él y que te haga reír apenas conociéndose?

Creo que esta situación también trajo sus beneficios para mí.

Diario de una adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora