Cap 13

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- Por favor...de, déjeme volver a casa... Sollozaba el pequeño pelirrojo mientras, atado de pies y manos sobre una silla, lloraba desconsoladamente, entonces una mano se estampó en su delicada mejilla, haciendo que la cabeza del pequeño girara y escupiera sangre.
- ¡Cállate ya! No soporto oir tu asquerosa voz, perro pulgoso, escupió un hombre alto, de pelo negro y ojos grises, él pequeño levantó su mirada en la que se mezclaban el miedo y la rabia de que lo trataran así, el hombre abandonó la sala dejando al pequeño, sólo, herido... Mientras se retorcía intentando safarse de las cadenas de plata que apresaban su delicada piel, gimió de dolor al notar cómo la plata quemaba su piel, en un intento desesperado por calmar el dolor levantó la cabeza, miró al techo y cerró los ojos. - Nathan, Kelly... Mamá, papá... Vengan pronto por favor, y dicho esto estalló en lágrimas.

Kelly

- Nathan despierta, dije nerviosa mientras lo zarandeaba, llevaba media hora intentando despertarle pero lo único que consigo es que gruña y me atraiga más hacia su cuerpo, quedaba tan solo una hora para el ataque y el alfa estaba dormido, golpeé mi frente y comenzé a pensar. Decidí saltar sobre él y morder su nariz, ¿moriré? Seguramente pero debía despertarlo, al hacerlo abrió sus ojos de golpe y se llevo las manos a su nariz, en menos de un segundo yo me encontraba bajo su cuerpo.
- ¿Se puede saber lo que te pasa mujer? Pregunta enfadado, reprimí una carcajada mordiendo mi labio inferior y comenzé a empujarlo, pero no se movía.
- No, qué es lo que te pasa a tí, llevo más de media hora intentando despertarte, dije desesperada cruzando mis brazos, - sólo queda una hora... Dije bajando mi mirada, estaba muy nerviosa, no sé si saldrá todo bien. Levanté mi mirada y ví su mirada seria y su mandíbula apretada, asintió y se levantó dejando mi cuerpo libre, se acercó al armario y sacó un pantalón negro de chandal y unos tenis, ay dios mio, su torso desnudo me pone nerviosa, cierro los ojos y apreté mi labio, me levanté y amarre mi cabello en una coleta de nuevo.
- ¿En serio vas a salir así?, creo que mi corazón se saldrá de mi pecho, él asintió con una sonrisa traviesa y me agarró de la mano, sonreí al notar una corriente eléctrica recorriendo mi cuerpo, apretó mi mano y yo me relajé, me había puesto tensa al ver a toda la mana reunida en el jardín. Los hombres estaban vestidos igual que Nathan, solo que él estaba más sexy.
- Bien, los niños y las mujeres se quedarán en la mansión con mi madre, quiero que diez hombres se queden junto a ellas. Dicho esto el hombre que anteriormente había seguido las palabras que Nathan no pudo decir, ahora organizaba el grupo de hombres que protegería a las mujeres y los niños, entre ellos estaba el padre de Nathan, busqué con mi mirada a Aisha quien a pesar de estar rota por dentro, mostraba una pequeña sonrisa a todos esos niños que la miraban asustada, increible, esa mujer es de armas tomar. - Todos los demás conmigo, Beta, encárgate de los grupos. El hombre de la cicatriz en el ojo asintió y comenzó a agrupar a los hombres, con que ese es su Beta...guau, a pesar de todo era muy atractivo.
Diez minutos después de organizar los grupos y escuchar el plan ya estábamos en el bosque, una vez dentro comenzamos a cambiar nuestra forma. Suspiré, el proceso de transformación no me gustaba nada, aunque debo reconocer que cada vez duele menos. Con un último crujido bajo la cabeza y levanto mi vista, todos están observándome, dirigí mi mirada a Nathan y él me miraba orgulloso, ya estaba lista, yo doy el primer paso y comienzo a correr. Siento el bosque como si fuera parte de mí, y siento como el bosque me acepta como parte de él, avanzo junto a Nathan, en mi cabeza repaso el plan.
Nathan y yo llegaremos a la aldea primero, con la oscuridad tenemos un punto a nuestro favor ya que nos es más fácil escondernos. Distraeriamos a los cazadores mientras íbamos a por su jefe, una vez acabáramos con él, daríamos la señal y los demás atacarían, mientras que un grupo encabezado por Nathan y por mí entraríamos en la casa. Sencillo y complicado a la vez, miré a Nathan y una extraña sensación me invadió.
Ya estábamos muy cerca de la aldea, cada grupo tomó silenciosamente sus lugares, miré a Nathan, su pelaje blanco destacaba y brillaba bajo la luz de esta preciosa Luna que iluminaba la noche.
- "¿Preparada?", preguntó dulce en mi cabeza, - Un poco nerviosa, pero preparada, respondí segura, asintió y esperamos a la señal del Beta,
- ¡Ahora!, gritó en nuestra mente, corrimos y los primeros cazadores salieron.
- Vaya, vaya...¡tenemos visita! Dijo burlón, gruñí, era un chico de unos 23 años, de ojos azules y cabello color miel, otro hombre mucho más alto que él aparece tras su espalda mientras aplaude, lo miro adviertiéndole que no se pase. Su mirada es fría y sus ojos son de color gris, en cuanto abre la boca siento que voy a perder los nervios y noto que Nathan también, él debe ser el jefe, su voz grave y autoritaria me lo confirma.
- Vaya... ¿qué tenemos aquí? Dos perros pulgosos buscando al perro pulgoso pequeño, dice en tono burlón gruño y enseño mis dientes, le saltaré al cuello como diga una cosa más, él me mira sorprendido y dibuja una sonrisa falsa en su rostro. - Y... ¡Vaya!, pero si es un legendario lobo negro... ¡y encima es hembra! Tu cabeza quedará genial en mi pared, ahora el que gruñe es Nathan, se coloca delante mío mientras observo como esos hombres sacan sus armas. "- Nathan aparta, me encargaré de él". Quería demostrarle que soy fuerte, "-Cállate y espera...", tras unos segundos observo cómo el chico de ojos azules nos apunta con una pistola, "-¡AHORA!", me muevo con agilidad y salto al brazo del chico que aguantaba la pistola, la suelta mientras pega un grito de dolor, de reojo observo como Nathan rodea al jefe, y este intenta clavarle el cuchillo, en este momento de debilidad el muy cerdo aprovecha y saca un cuchillo de plata idéntico al que encontramos en el bosque, intento arrebatárselo pero este consigue clavarlo en mi pata y lanzarme lejos de su cuerpo, intento levantarme pero mi pata me duele demasiado, la angustia me invade al notar veneno entrando en mi corriente sanguíneo, lo miro furiosa y él me mira retante, ignorando el dolor me levanto y aunque cojeo un poco consigo derribarlo y agarrarlo por el cuello, con un impulso apreto más su cuello bajo mis fáuses hasta que deja de respirar, observo horrorizada el cuerpo inerte, no puedo creer que lo haya hecho... Pero no hay tiempo para arrepentirse, escucho un gruñido de Nathan y veo como el hombre se le ha subido encima y levanta el cuchillo, preparado para clavarlo en su cuello, pero yo no lo voy a permitir. Una gran fuerza aparece en mi cuerpo y me lanzo encima del cuerpo del hombre, que de la impresión, suelta, el cuchillo, agarro su cuello entre mis fáuses y repito la acción, pero antes de que dejara de respirar susurró algo casi inteligible, con más rabia apreté más fuerte, al par de segundos ya no respira, miro a Nathan quien se levanta, está bien, suspiro y al hacerlo un dolor terrible se apodera de mi cuerpo, mierda, el veneno avanza muy rápido, debemos actuar rápido. Nathan se acerca a mí pero yo me levanto y finjo estar bien, el dolor me mata y sé que él lo nota, pero no hay tiempo que perder, aúlla avisando al grupo que nos apoyará, en cuanto están irrumpimos en la casa, dejamos al grupo atrás, los lobos atacan y acaban ,con facilidad, con los cazadores. Noto el sabor metálico de la sangre de aquellos hombres recorrer mi boca, pero no me molesta, avanzamos y encontramos al pequeño pelirrojo con la cabeza gacha, mi corazón se comprime al verlo así, los mechones rojos de su pelo caen impidiendo verle la cara, me acerco a él y comienzo a restregarme en sus piernitas. - "Erick, Erick cielo", lo llamé dulcemente en mi mente, poco a poco comenzó a levantar la cabeza, sus ojos verdes ahora estaban rojos e hinchados, mi corazón se partió en mil cachos al verle su carita manchada de sangre y barro. - ¿Kelly? Pregunta débilmente, asiento y a él se le ilumina la cara. -¡Kelly! Chilla emocionado, yo pego varios saltos al ver que su carisma no ha desaparecido y que a pesar de todo está bien, me acerco y me restrego de nuevo en sus piernas, sonriente mira a su derecha, hacia el gran lobo blanco que nos mira con dulzura. -¡Nathaan!, chilla aún más emocionado, ignorando los gruñidos de Nathan y los chillidos del pequeño avisándome de que las cadenas son de plata, las agarro en mi boca y comienzo a morder con todas mis fuerzas y a tirar de ellas, noto como la plata quema mi boca, pero no me importa, sólo lo tenía que liberar, con una última mordida las cadenas se rompen liberando las quemadas muñecas del pequeño, las de los pies las rompo más facilmente. El pequeño se lanza sobre mi lomo, me acaricia el pelaje y me abraza, ahogo un gemido de dolor al notar su peso encima, la pata me molestaba bastante...y ahora también la boca. El pequeño saltó a Nathan y repitió la acción, después se bajo de él y se subió en mi lomo. -Kelly, me gusta tu loba, es hermosa. Por dentro sonreí orgullosa, lamí la cara del pequeño y comenzamos a caminar, la pata me dolía a horrores pero no quería quitar esa sonrisa orgullosa de su carita al estar en mi lomo, se sentía poderoso y eso me hacía reir, Nathan aulló aclamando nuestra victoria y todos los lobos acudieron a nuestro encuentro, algunos estaban herido y otros intactos, pero todos parecían estar bien, me aliviaba esto.
Tras varios minutos caminando, un dolor mi fuerte me recorrió el cuerpo, caí al suelo con cuidado de no escachar a Erick, aguantando el dolor lo agarré con cuidado por el cuello de la camisa y lo subí a lomos de Nathan, al segundo caí al suelo, había agotado mis fuerzas, noté como todas las miradas se dirigían hacia mí, eran de preocupación y curiosidad. Me retorcí en el suelo mientras sentía mi corazón  latir más lento, un quemazón en el pecho me informó de que el veneno ya había llegado a mi corazón, cerré los ojos y débilmente susurré. -"Te amo", noté cómo uno de los lobos me cargaba en su lomo, pero no sé quién es, después todo se volvió negro, no quería irme, quería quedarme con ellos, pero no encontraba fuerzas para abrir los ojos.

Bajo la luz de nuestra Luna  #SinsajoAwards #EditoriaalAwards(Sin Corregir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora