Cap 10

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- ¿Abu?, dije entrando en su habitación, - te he traído una rosa, Sonreí y me acerqué a su cama, allí estaba, tendida sin abrir los ojos, apreté mis ojos y agarré su delicada mano, estaba muy fría.
- ¿Kelly?, preguntó casi en un susurro, su respiración era lenta y pesada, mi vista se nubló al sentirla tan débil.
- Sí abu, mira lo que te he traido, abrió lentamente sus pequeños ojos avellana y observó la rosa, intentó sonreirme pero en su lugar apareció una mueca de dolor. Me invadió la impotencia y la desesperación de verla así y no poder hacer nada, la envolví con mis brazitos delicadamente y apoye mi cabeza en su pecho, su corazón latía muy lento, noté como se levantaba torpemente y susurraba en mi oido.
-Kelly, cuando cumplas tus 16 ábrele la barriga a tu lobito, encontrarás algo muy especial y que cambiará tu vida, solo aguanta pequeña... Y se desplomó en la cama, la miré confundida, su corazón ya no latía, rompí en llanto. Me había quedado sola, ella me había regalado su último aliento...
- ¡Ahh!, me levanté de golpe y comencé a mirar en todas direcciones, toqué mi cara y estaba empapada de sudor y lágrimas, mis manos temblaban como si fueran flanes, de repente noté una mano acariciando mi pelo.
- Kelly, ¿estás bien?, me dí la vuelta y me encontré con esos ojazos verdes que me miraban con preocupación.
- Yo, yo... Mi abuela..., lágrimas desesperadas rodaban por mis mejillas, Nathan limpió las lágrimas y depositó un tierno beso en miejilla, me envolvió en sus brazos y yo comenzé a recuperar la compostura. Respiré hondo y me levanté, me dirigí al armario y comenzé a buscar aquel peluche mientras Nathan me miraba curioso, tras registrar todo el armario por fín lo encontré, lo agarré y miré orgullosa a Nathan.
- Lo encontré, dije satisfecha, él sonrió y me miró confundido. - ¿Puedes traerme unas tijeras? Dije haciendo un puchero, asintió y salió de la habitación. - ¿Qué tienes ahí dentro? Dije palpando su barriga esponjosa, pero no notaba nada, a los segundos Nathan apareció con unas tijeras. Respiré hondo, "lo siento pequeño" dije al peluche, y corté su barriguita, enseguida el relleno salió y algo dorado se asomó, metí la mano y saqué una preciosa corona dorada con piedritas plateadas, rubíes color carmesí terminaban de decorar aquella hermosa joya, "¿pero qué?". Me giré hacia Nathan, tenía sus ojos abiertos como platos, sin decir nada salió corriendo de la habitación, dejándome confundida. "¿A dónde vas idiota?" dije en mi mente, pero no obtuve respuesta, resignada solté un bufido y seguí observando aquella maravillosa joya. "¿Qué es esto abuela?" dije cerrando mis ojos y dejándome caer en la cama, a los pocos segundos oí unos pasos que se acercaban rápido a mi habitación, me levanté y miré hacia la puerta.
- ¡Kelly!, déjame ver eso cariño, dijo Aisha acercándose a mí, estaba muy alterada, asentí y le tendí aquella joya. - Con que... Es verdad, dijo elevando una ceja, yo la miré sorprendida. - ¿Quién te dió esto cielo?. Preguntó curiosa.
-Mi abuela me..., cogí una bocanada de aire y suspiré, - me dijo antes de morir... Que cuando cumpliera los 16 abriera la barriga del peluche. No había conseguido recordar las palabras de mi abuela hasta ahora, ya que en el sueño no conseguía descifrar las palabras... Dije confundida, no comprendía qué es lo que pasaba con esa corona.
- Bueno pequeña... Dijo sonriendo, -creo que tendremos que adelantar tu presentación, la miré confundida, "¿qué presentación?" pensé, ella rió y se sentó a mi lado.
- Te íbamos a presentar en una semana a toda la manada como la mate de Nathan, pero con la aparición de esta joya, dijo elevándola, - tendremos que adelantar la fecha y preparar una nueva ceremonia.
- Y... ¿qué pasa con esa corona?, ¿qué tan especial es?, pregunté indecisa.
- Esta corona pertenece a la familia de las "Lunas Doradas" desde hace siglos, las "Lunas Doradas" son nuestras reinas, dijo sonriendo, - tu abuela era nuestra "Luna Dorada" hace 6 años, cuando murió, ella escondió su joya. Había rumores de que se la había obsequiado a la persona sucesora de su trono, y otros decían que se la había llevado con ella.
- Pero esto debe ser un error, dije mirándola confusa, - mi abuela no era una loba, y mucho menos era vuestra reina, es imposible, dije intentando autoconvencerme, en su rostro asomó una sonrisa divertida.
- El nombre de tu abuela era Azahara, ¿cierto?, dijo con una sonrisa triunfante, mi boca cayó al suelo y mis ojos se abrieron como platos.
- Cómo has..., las palabras no salían de mi boca.
- Ya te lo dije, ahora tú asumirás su trono, dijo orgullosa, yo no salía de mi asombro, ¿iba a ser reina? Imposible, esto tiene que ser un sueño, un mal sueño. - Kelly, cariño...¿qué estás haciendo? Dijo riendo Aisha al ver como pegaba pequeños pellizcos en mi piel.
- No puede ser, debo de estar soñando, en ese momento Nathan irrumpió en la habitación molesto, se acercó a mí y me agarró la mano.
- ¿Puedes parar marmota? Me haces daño, dijo enfadado sonreí a modo de disculpa. Un chillido me hizo ponerme alerta.
- ¡Mi nuera va a ser nuestra reina!, chilló Aisha, suspiré aliviada y comenzé a reir ante su reacción infantil, salió de la habitación depositando la corona en un mueble y chillando el nombre de su marido, Derek.
Oí a Nathan suspirar, - perdónala... A veces se comporta como una niña, reí ante su comentario, me encantaba la familia de Nathan y el buen rollo que había entre ellos.
- Así que... Me convertiré en reina... Irónico, ¿no?, dije sonriendo falsamente, él me miró confundido. - Toda una vida de maltratos y humillaciones... Y al final resulta ser que soy la reina de los lobos... Me encantaría ver la cara de los Tomphson, dije con una sonrisa diabólica. - Nathan... ¿Te puedo hacer una pregunta?, él asintió.
- Todas las que quieras princesa, dijo sentándose en la cama y dando golpecitos en sus rodillas para que yo tomara asiento, le hice caso, sin pensármelo dos veces.
- ¿Qué ha pasado con la corte estos últimos seis años?, supongo que quedaros sin reina fue muy duro... Él asintió.
- Bueno... Gracias a mi padre nuestra manada se volvió la más fuerte de todas y por ello tomamos las riendas de los asuntos del reino, después yo me convertí en alfa y adopté el cargo, pero ahora que tú apareciste todo cambiará... Dijo con un tono relajado, pero me invadió una sensación de preocupación y miedo.
- ¿Qué te preocupa? Dije mirándole a los ojos, él me miró sorprendido y yo le piqué un ojo. - ¿Qué pasa? ¿Olvidas que yo también puedo sentirte?, dije divertida.
- No es nada... Dijo besando mi frente, pero yo sabía que algo pasaba. - El otro día te transformaste por primera vez, dijo cambiando de tema, lo miré sorprendida.
- ¿Que qué? Él asintió y yo me asusté.
- El otro día te ibas a duchar pero te transformaste antes de poder hacerlo, sonrió de forma pervertida y mis mejillas se tornaron de rojo, ¿acaso me había visto desnuda? La sola idea me hizo temblar, eso explicaría por qué me levanté con solo su camisa. - Tu loba es muy hermosa.
- ¿Có... Cómo es? Dije nerviosa, cuando me pongo de los nervios se me lengua la traba, digo se me traba la lengua.
- Cuando te ví me sorprendí, tu pelaje es negro como la noche, tu pelaje es legendario ¿sabes?, cada 100 años aparece un lobo con tu pelaje, sonreí orgullosa pero entonces una duda surcó mi mente.
-  ¿Por qué no lo recuerdo?, dije mirándole mal, no sabía si me había hecho algo, ¿soy malpensada? Sí, pero no es culpa mía.
- Es normal que no recuerdes nada de tu primera transformación, nos pasa a todos, pero tú me sorprendiste, todos tardamos días en despertar pero tú solo tardaste unas horas, otro ejemplo más de lo fuerte y especial que eres princesa, dijo sonriendo orgulloso yo le sonreí tímida, rodeé mis brazos en su cuello y en un impulso, junté nuestros labios, enseguida me correspondió el beso. Nuestras bocas danzaban como si hubieran nacido para bailar juntas, sólo nos separábamos para coger aire, me sentía completa con tan solo el roze de su piel.
- Prométeme que nunca te irás de mi lado, susurró muy cerca de mis labios, me sonrojé y junté nuestros labios.
- ¿Cómo podría? Moriría sin tí, literalmente, dije sonriendo, él rió y volvió a juntar nuestros labios. Dioos, creo que voy a morir, me sentía en el paraiso, se separó de mí no sin antes morder mi labio inferior.
- ¿Vamos a desayunar? Dijo sonriendo, yo asentí y me fui a preparar. Es sorprendente cómo había cambiado todo...
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Bueenas mis queridísimos lectores, perdón perdón, este capítulo también se me hizo demasiado largo jeje.
- Con que nuestra Kelly va a ser reina... Guau, me siento orgullosa :'D.
- Me encanta Aisha y cómo trata a Kelly.
- Os dejo aquí una imagen de la corona, es preciosa.

- ¿Tenéis mascota? Yo tenía una perrita que murió hace un mes y una semana :"(, pero ahora tengo un hermoso cachorrito de tres mesitos que me tiene loca y sé que en algún lugar ella cuida de mí y de mi cachorrito *-*
Bueeeno... Espero vuestros comentarios como siempre, y vuestros votos con los brazos abiertos. 😍😍
PD: Os dejo a la lobo de Kelly en multimedia, a Nathan lo dejaré en vuestra imaginación hasta más adelante, jeje. Muuchoos kisses de vuestra escritora, Haridian jeje 😘😘

Bajo la luz de nuestra Luna  #SinsajoAwards #EditoriaalAwards(Sin Corregir)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora