Por fín habíamos terminado de cenar, la comida estaba exquisista, pero lo mejor era el olor de aquella chica, tenía que saberlo cuanto antes. Antes de salir de la estancia, le eché una última mirada analizándola, era realmente hermosa, y salí de allí, hoy saldría de dudas.
Miro mi reloj, 23:45, supongo que ya estará en su habitación, me había vestido completamente de negro para pasar desapercibido. Seguí su olor hasta que llegué a una puerta de madera vieja, su olor aquí era más intenso. Con cuidado abrí la puerta, era una habitación muy cutre y deprimente, a penas entraba luz por aquella pequeña ventana “ debe ser ella, no pensé que viviría tan mal” me acerqué a una tenue luz que estaba encendida, me asomé con cuidado y la boca se me cayó a los pies. Kelly estaba completamente desnuda, un calor interno recorrió mi cuerpo hasta llegar a mis mejillas y una sonrisa traviesa atravesó mi rostro,“céntrate Nathan”, dijo una voz en mi cabeza. Entonces me fijé, ella tenía el tatuaje, una extraña felicidad me recorrió pero toda esa felicidad se esfumó cuando me fijé en su espalda, el alma se me cayó a los pies al observar la cantidad de cicatrizes que recorrían su piel, algunas más recientes que otras “que hijos de...”, no pude terminar ya que ella estaba notando mi presencia, apreté los puños y salí corriendo, haciendo el mínimo ruido cerré la puerta y no paré de correr hasta llegar a mi habitación.
La tenía que sacar de aquí, no podía esperar más, asi que salí y fui a la habitación de mis padres.
- ¡Padre!, dije irrumpiendo en la habitación, los dos estaban durmiendo, dí gracias al cielo por no haberlos pillado haciendo algo.
-¿¡Ha pasado algo Nathan!?, dijo mi padre levantándose de repente e inspeccionando la habitación, al hacerlo, despertó a mi madre.
- Padre, hay que sacarla de aquí, ¡ya!. Dije apretando la mandíbula, a mi mente volvieron aquellas imagenes de las cicatrizes recorriendo su espalda.
- ¿A quién cariño? Preguntó mi madre con cara de confusión, todavía estaba dormida.
- A Kelly, a ella, a mi mate. Al decir esto último me sonrojé, pero bajé la cabeza para que no lo notaran.
- Ella... ¿ella es tu mate, la chica que tenían recluida?. Preguntó mi padre, asentí enérgicamente, la cara de mis padres eran dignas de un cuadro.
- Está... Bien hijo, la sacaremos de aquí, yo solo asentí y salí de la habitación. - Ah, cariño... Y la próxima vez toca antes de entrar, la voz de mi madre me indicó que se estaba aguantando la risa, yo solo me encogí y aguanté la risa como pude.
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Me desperté con suaves toques en mi puerta, todavía dormido me acerqué a la puerta y abrí, Kelly estaba al otro lado con las vendas de sus brazos ensangrentadas.
- Den...Dentro de 20 minutos será el desayuno, dijo débilmente, yo asentí y me dí cuenta de que, con una mirada tímida, Kelly estaba recorriendo mi torso desnudo, una sonrisa traviesa apareció en mi rostro mientras ella bajaba su mirada totalmente roja.
- ¿Qué te ha pasado en los brazos? Pregunté apretando mi mandíbula mientras le agarraba los brazos.
- Oh... Esto... Esto no es nada, dijo sonriendo pero sus sonrisa se transformó en una mueca de dolor,
-Sólo me dí un mal golpe, creo que piensa que soy tonto o algo así que le comenzé a quitar las vendas.
- Nathan, porfavor, olvídalo, ¡no!. Creo que mi cara descompuesta fue suficiente para describir el horror que tenía delante. Sus delicados brazos estaban llenos de cortes y arañazos muy profundos, si seguía así se acabaría desangrando. - Genial... ¿ya estás contento?, dijo Kelly bajando su mirada, yo solo la miré confuso.
- Ahora ya sabes lo patética que soy. No podía pensar con claridad, “mataré al que le ha hecho esto”, la agarré por los hombros y la atraje hacia mí, la rodeé con mis brazos ella tardó un poco pero me correspondió al abrazo y rompió en llanto.
- ¿Quién, quién te ha hecho esto? Pregunté acunando su rostro en mis manos.
- No... No te preocupes, debo ir a trabajar..., dijo y se levantó de la cama, pero antes de que se fuera la agarré de los hombros y la dirigí de nuevo a la cama.
- Te he hecho una pregunta, respóndeme. Dije poniéndome serio.
- Esto, dijo enseñándome los brazos,
- es el pan de cada día de mi mísera vida, una sonrisa sarcástica apareció en su rostro, me levanté y fui al baño, mojé una toalla.
- A lo mejor te arde un poco, la avisé antes de limpiar las heridas con la toalla, ella puso una mueca de dolor y soltó un gruñido, me levanté y busqué una crema de plantas curativas que la curandera de la manada me había dado y se la estregué en los brazos
- ¡Aa! Gritó Kelly, pero tras unos segundos su mueca de dolor se transformó en un suspiro de alivio, sus heridas poco a poco fueron desapareciendo. - ¿Pero qué...? Dijo mirándome confusa.
- Ya entenderás más adelante, de momento, ven. Dije tendiéndole mi mano, aunque dudó unos segundos agarró mi mano, la arrastré por el pasillo hasta llegar al cuarto de mis padres.
- Ya sabéis lo que hay que hacer, ellos asintieron y se pusieron manos a la obra, cerré la puerta y arrastré a Kelly hasta su habitación.
- Nathan...¿puedes explicarme de qué va todo esto?, preguntó confusa.
- Nos vamos... Y tú te vienes con nosotros.
- ¿Cómo que nos vamos? .
- Sí, venga, recoge las cosas que necesites. Dije apoyándome en el marco de la puerta. Ella obedeció y comenzó a recoger sus cosas, cuando estuvo preparada, se paró y se cruzó de brazos mientras me miraba.
- ¿Cómo sabías donde estaba mi habitación? Preguntó con cierto rintintín.
- Un impulso, dije intentando sonar creible, a mi mente volvieron las imagenes de ayer a la cabeza y una leve sonrisa traviesa se formó en mi rostro.
- ¿De qué te ries? Dijo Kelly un tanto molesta.
- Nada, nada. Dije aguantando la risa. - ¿Has terminado?, ella asintió y la conduje hasta el lugar donde nos esperaba Arman, nuestro chófer. Al llegar ya estaban todos allí.
- Sube Kelly, dije abriéndole la puerta, ella asintió y se metió en el coche, tras ella, me metí yo y Arman puso el motor en marcha. Kelly echó un último vistazo a aquel infierno en el que estuvo retenida durante tantos años, y me agarró la mano, sé que estaba asustada pero pronto lo comprendería todo, de momento solo me limité a apretar su agarre para que supiera que todo iría bien.
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Buuueeenísimas mis queridos lectores.
- ¿Qué os parece Nathan? Yo le amo :3
- ¿Y la escenita de Kelly desnuda? Nuestro Nathan es un pervertido, jeje.
-¿Cuál es vuestra canción favorita? La mía sin duda es la de "All of me" de John Legend.
Como siempre espero vuestros comentarios y vuestros votos, los recibiré con los brazos abiertos, jiji ;D.
Muchííísiiimoos Kisseeees *-*
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Bajo la luz de nuestra Luna #SinsajoAwards #EditoriaalAwards(Sin Corregir)
Manusia SerigalaKelly es una chica de 15 años que sueña con ser libre, a los 10 años de edad es obligada a convertirse en la sirvienta de su propia familia tras la muerte de su abuela, la única que la protegía y amaba sin condición. Sus padres se niegan a reconocer...