-¿Qué son?
Freddy me miró, levantando una ceja. Cerré la puerta cuando entré por completo.
-¿Qué?
-Jos y tú. ¿Qué son?
Avancé al sofá y me senté junto a él.
-No lo sé. ¿Amigos?
-¿Los amigos se besan y casi tienen sexo?
No pude responderle como hubiera querido. Seguía un poco confundido por lo de Bryan. Dejé mi mirada perdida en algún lugar de la casa.
-No íbamos a tener sexo. – aclaré. – Se me cayó el café caliente en la sudadera y...
-Alan. – me interrumpió. - ¿Por qué estás temblando? ¿Ya no quieres que hablemos de Jos?
Observé mi mano. Mis dedos se movían y estaban tensos, pero no pude controlarlo. Lo escondí cuando entrelacé ambas manos.
-No es eso – le dije.
Mis ojos fueron a todas direcciones. Bryan me causaba una escalofriante sensación. Era como si ya lo conociera. Y justo ahora siento que está alguien mirándome. Volteé hacia atrás, con un poco de temor de que estuviera detrás de mí.
-Alan, ¿estás bien?
Asentí.
Tocaron la puerta, y se me heló la sangre.
-¿Puedes abrir? – le pedí a Freddy. Él hizo una cara de confundido bastante notoria.
-¿Abrir qué?
Ladeé mi cabeza a la entrada. El rostro confuso de mi primo no desapareció.
-¿Por qué? – inquirió.
De nuevo, un par de toquidos se hicieron presentes. Pero fue brusco. Como si intentaran romper la puerta.
-¡Están tocando, Alfredo! ¡Abre!
-Lo haría, tranquilo. Pero no han llamado a la puerta.
¿Qué?
Otros toquidos. Me levanté. Una corriente de miedo invadió mi persona. Fui hacia donde aún tocaban. Sujeté la perilla. Seguían tocando.
Abrí.
No había nadie.
Mi corazón palpitaba, fuera de control. Mi respiración se agitó.
-¿Lo ves? – habló Freddy, a lo lejos.
De nuevo escuché que tocaban. Pero la puerta estaba abierta, y uno de mis pies estaba fuera.
De repente, yo ya no estaba en mi casa.
Estaba sentado en alguna cama ajena. Alguien tocó, abrí la puerta y Bryan entró. Se rió conmigo. Se recargó en mi pecho, todavía riendo.
¿Qué es esto?
Sentí unas manos en mis hombros, sacándome de mi trance. Volteé. Me sentí un poco más tranquilo. Pero mis manos temblaban más que antes.
-¿Alan, te volviste loco? ¿Qué ocurre?
Cerré la puerta y me recargué en ella.
-Estoy bien.
No es verdad.
-¿Hay algo que quieras decirme?
-He estado muy ansioso últimamente porque... - pausé. Vamos, Navarro, piensa algo. – Porque vi a Alonso hace unos días. – excusé.

ESTÁS LEYENDO
abreacción. - jn
Fanfictionabreacción: "descarga emocional por medio de la cual un individuo se libera del recuerdo de un acontecimiento traumático".