Alan
Un sonido de claxon hizo que saliera de mi casa con agilidad. Llegó a la hora exacta en la que habíamos acordado.
Freddy salió con amigos.
Supuse que con "amigos" se refería a tres chicas sexys que lo acompañarían todo el día de hoy hasta la madrugada. Aun así, dejé que fuera. Otro regalo de cumpleaños para él.
Salí, estaba nublado. Incluso sonó un trueno largo, pero suave. Así había sido el clima estos días. Cerré la puerta con llave y caminé hacia el coche de Jos. Por un segundo, creí que me recibiría en la entrada, como lo había hecho estos días.
Me acerqué para subirme, y antes de que lo hiciera, bajó el vidrio del copiloto.
-Hola, bonito. – me dijo, y me guiñó un ojo.
Me sonrojé un poco y lo saludé también. Me extendió su mano, dándome las llaves del auto. Formulé una cara de confusión. Jos habló.
-Abre allá atrás, hay algo para ti. – ordenó, ladeando su cabeza hacia esa dirección.
Tomé las llaves y me dirigí a la parte trasera del auto. Abrí la cajuela y me llevé una gran sorpresa. Esto no es en serio.
-Wow. – susurré para mí mismo.
Llevé el regalo a mis manos y cerré. Antes de subir, admiré el presente, sonriendo ampliamente. Estaba sonrojado.
Era un ramo de aproximadamente treinta rosas rojas.
Mordí mi labio inconscientemente e, intentando no maltratarlas, subí al carro con precaución.
Jos me miró atento. Yo no logré disimular mi emoción.
-Esto es... – pausé y suspiré. – Dios, gracias, en serio, Jos.
Me sonrió.
-¿Te gustaron?
-Demasiado. No tenías que hacerlo, de verdad.
-Quise hacerlo – dijo. No dejó de sonreír.
Sí que me había sorprendido su detalle.
-No sé cómo agradecerte – respondí.
-Bésame.
Una pequeña corriente recorrió mi cuerpo desde los pies. Sentí que mi rostro explotaría. Ya tenía mucho calor de por sí. Comienzo a creer que José Miguel siempre me pondrá nervioso. Sin excepción.
Deposité las flores en mis piernas, y, tomando aire, me acerqué a Jos. Él hizo lo mismo. Noté cómo cerró sus ojos, justo antes de que yo lo hiciera.
Le di un beso bastante corto, pequeño. Se rió levemente y abrochó su cinturón. Me alejé e hice lo mismo.
En uno de los semáforos, se quedó viendo mi mano, que estaba posada al lado de mis piernas. Con uno de sus dedos acarició el dorso de ésta, provocándome sutiles cosquillas. Sonrió ligeramente y volvió a conducir.
Realmente, no sabía a dónde íbamos. Me gusta lo impredecible que puede llegar a ser.
Me comentó que conocería a su madre. Por eso mismo, intenté esforzarme más en mi apariencia y en mi atuendo. No puedo evitar mi nerviosismo.
Aunque todavía me pregunto por qué fue tan rápido. Han pasado tres días y ya conoceré a su mamá. Sobre todo, porque me habló de ella alguna vez, diciendo que no la veía desde hace tiempo. Analicé. Ya habrá tiempo para preguntar.

ESTÁS LEYENDO
abreacción. - jn
Fanfictionabreacción: "descarga emocional por medio de la cual un individuo se libera del recuerdo de un acontecimiento traumático".