La presa se pasea de un lado a otro, y se contornea frente a su depredador. He apostado que caería en cinco minutos, menos de ser posible, y al parecer cargaré en mi bolsillo veinte dólares extra esta noche.
La sonrisa lobuna aparece sin esmero y por una vez, me invaden las ganas de abrazar a aquella bestia.—Hola, soy Mandy —la pelirrubia de ojos verdes sonríe acercándose y estiro mi mano en busca de mi paga. Marcus rueda los ojos y rebusca en sus bolsillos —¿Tu eres Marcus, cierto?
Sus ojos escanean de arriba a bajo al chico de mi lado y Jason pone su mano bajo mi mandíbula para evitar que está caiga al piso.
Falló. Por una vez, una chica no cayó rendida a sus pies.
Perdí 20 dólares.
El moreno a mi lado se queda de piedra, y yo tomo de trago el resto de mi cerveza
—Hola Miranda, él es Marcus... habla poco —me encojo de hombros poniéndome delante del chico
—Mandy —corrige ella, y se pasa el cabello detrás de la oreja —Si no es mucha molestia, quisiera tirar de su lengua
Jason ríe, y la bilis me sube a la garganta ante su descaro
—El caso es Mary, que a él le comieron la lengua los ratones... así que será imposible que lo hagas.
Mi codo vuela a la costilla del pelirrubio, y le arrebato la bebida tomando de forma brusca. El whisky me quema la garganta pero permanezco inmutable. Al parecer la chica entiende el mensaje y se retira de mala gana.
—No creí que eras del tipo celosa —los brazos del moreno se enriedan en mi cintura y me reposo sobre él
—Yo no soy celosa... —niego mientras observo a Jason pegándose el lote con Mandy. Al parecer ninguno de los dos pierde el tiempo...
—Entonces debería haber hablado con Mandy...
—Bien —Me deshago de su agarre y me reposo en la barra con gesto indiferente. Su ceja oscura se eleva y parece estar retandome con la mirada.
Estúpido Marcus Powell
(...)
—¿Crees que han notado que no estamos por ahí? —los ojos vidriosos de Emily delatan su borrachera y río por demás de forma exagerada. Después del para nada agradable, comentario de Marcus, la cogí del brazo y no dude en marcharme por el bar en cuanto la chica salió del baño.
—Me da... igual —admito reposada contra la pared acabando con el tequila entre mis dedos —Oh.. carajo
Tiro de la Morena para escabullirme entre la gente en cuanto veo al chico que me acosó en el baño, serpenteo entre la gente ebria hasta que creo que los he perdido de vista por completo.
—Definitivamente, he superado a Jason —me giro en seco prestando suma atención a las palabras de mi amiga, las primeras en largo rato que dicen algo coherente —Es decir, sufrí mucho tiempo por él y luego lo he visto con tantas tías ¡Joder, ha superado a Taylor Swift!—las vagas lágrimas bajo sus ojos son retiradas con rapidez y sonríe.
—He estado pensando en prostituirlo, podría cobrar por sus servicios y de seguro él sería feliz, por supuesto que me aseguraría de que fuera un gigoló VIP —la palmada en mi trasero me saca del transe en que me encuentro hablando de prostitución y ser proxeneta y me giro sobre mis talones, dispuesta a devolver el golpe.
—Hola bonita —la sonrisa asesina se posa en sus labios y de repente me siento la presa aterrorizada ante su depredador. Ray me sujeta con fuerza por la cintura y me retuerso buscando librarme del agarre en un intento fallido
—¿Amber? —Emily se ve pequeña acorralada contra la barra, y dos tíos la miran como si fuese un banquete de Navidad —¿Puedes decirle a tus amigos que no soy el pavo de acción de gracias?
La chica se quita los zapatos de tacón, y se ajusta la cartera, dejando atrás su reciente expresión de terror.
—Oh, cariño para eso te falta pechuga —los ojos se me abren mucho en aquel momento y dejo de retorcerme entre los brazos de Ray durante un instante.
—Estoy segura que tu no eres más que un gatito castrado —la morena se cruza de brazos y se observa las uñas —pues, te faltan los cojones
Ray se carcajea y le hace seña a uno de los chicos que carga a mi amiga como un costal de patatas, acto seguido, hace lo mismo conmigo.
—Escucha grandote, o me bajas o de aquí mismo te dejo estéril de un calzón chino.
El gigante que me carga se frena de golpe, y me asombro de que mi absurda amenaza haya surtido efecto.
—Crei haberte advertido algo la última vez —la voz de mi pelirrubio amigo se oye sobre el murmullo de la música y por primera vez, siento que amo esa voz ronca.
—Pues mira que la has dejado sola, y te advertí que la cuidaras —la palmada en mi trasero me produce náuseas, y luego me deposita en el piso sin mucho cuidado haciendo que me tambalee sobre mis pies para no caer.
Los cinco chicos se observan y nadie dice nada, el que cargaba a Emily cae de repente al suelo en una postura rara y cuando noto que a mi amiga le falta un tacón no quiero saber qué ha hecho ni donde se encuentra el zapato faltante.
Raymond cae redondo en cuanto vuelvo la vista, y espero ver a Jase con una sonrisa de superioridad sin embargo me encuentro con el rostro de Marcus completamente transformado
—Nadie toca a mí chica
Joder, creo que me voy a desmayar
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Habitación 503 (# 2 Temporada) EN EDICIÓN
Teen Fiction¿Creias que todo terminaba ahí? ¿Creiste que lo habias descubierto todo? ¿Cuantos secretos eres capaz de guardar? Nueva vida, Universidad, nueva habitación, pero... La vida sigue, y la historia también. Segunda temporada de "habitación 503" #30 en H...