Habitación 503 (# 2 Temporada) EN EDICIÓN

Capitulo 10: "Iban a juego"

Marcus PoV:

—Y... ¿Cómo te sientes con eso?

Como la mierda. Como la mismísima mierda de no poder dejarlo ir

—Bien —miento descaradamente y la doctora se baja las gafas viéndome con incredulidad

—Tu psicóloga anterior no opina lo mismo Marcus

Resoplo dejandome caer contra el respaldar del cómodo sillón

—Oh, déjeme ver... La doctora Robbins cree que me siento mal por haber dejado de ser el patán , el bravucón y por que ahora tengo un horno de Sarah Key en que horneo galletas en mi habitación

—No es lo que trato de decir —frunce los labios y hace una anotación en su cuaderno —Quiero decir que, no has cambiado de actitud por voluntad propia, si no por la mezcla del golpe y del shock. Muchos psicólogos y psiquiatras creemos que un golpe en el hipotálamo puede afectar el área del cerebro donde se originan los trastornos de personalidad

—No tengo un trastorno de personalidad —Lo tengo y lo sé

—Sufriste un golpe luego de aquel incidente en el que tratabas de huir, Marcus. Te golpeaste la cabeza y estuviste en coma 24 dias, y despertaste siendo un principe de en sueños y sabes perfectamente que antes no era asi

—Antes era un patán, un bravucón, me metia en peleas clandestinas y no importaba nada para mi. Ahora soy otro, voy a la universidad tengo una novia, un mejor amigo que pese a todo sigue a mi lado... Creo que esta más que claro que mi vida ha mejorado

—Marcus —la morena se estira hacia adelante observándome de manera fija —Mañana podrias despertar siendo el mismo de antes, no cambiaste por mérito propio, tu cerebro decidió que debias ser bueno puede mañana decidir que debes volver a tu antigua vida

La manecilla del reloj de pared se detiene en el número doce y me pongo de pie juntando mis cosas

—Hasta la próxima sesión doctora Morris —Salgo del consultorio molesto, ahora recuerdo por que habia abandonado las sesiones de terapia bendita la hora en que escuché a mi madre y decidi volver.

Enciendo mi teléfono en cuanto estoy en camino a la habitación y me encuentro con más de 20 llamadas de Jase. Esta mañana antes de salir, le he pedido que acompañara a Amber a las duchas comunitarias y me temo lo peor.
Marco su número y timbra en mi oreja pero nadie contesta del otro lado, antes de pensar dos veces me echo a correr

(...)

Cuando abro la puerta mi amigo me observa y sólo detengo la vista en la chica sentada en el borde de su cama con la mirada perdida, mientras Jason camina hacia ella nuevamente y le pasea la mano por la espalda en un signo de consolación unos cuantos minutos. Mi pelirubio amigo me fulmina con la mirada cuando ve que no tengo reacción alguna y se pone de pie acercandose a mi

—¿Dónde estabas?

—Ella... —las palabras se me atoran en la garganta porque por mi cabeza pasa lo peor

—Por dios, no seas ldiota Marcus le hubiese dado una paliza a alguien si se acercaba a ella

Respiro, y siento una presión en el pecho de haber contenido el aire dentro tanto tiempo.

—¿Por qué tiene puestos tus pantalones? —fijo la vista en el pelitrubio quien ya una vez me ha robado una novia —¿Y por qué tienes puesto un short deportivo rosa de Amber?

—Estaba en las duchas , le di mis pantalones por que si no debia subir desnuda

—Y tu tienes puesto sus pantalones porque...

—Porque fue lo primero que encontré —hurgo en mis bolsillos por mi teléfono celular para tomarle una fotografía

—De acuerdo, y las pantuflas rosas de conejito son...

—¡Por que iban a juego! Se queja quien tiene un horno de Sarah Key. —punto para él —Deja el bullyng para ti, no sé qué hacer para que no sea un vegetal —señala a Amber con la cabeza y me acerco a ella, arrodillándome frente suyo, pero no me mira

—¿Tiene que ver con ese ldiota de nuevo? —Jase niega con la cabeza

—Su padre murió

Y entonces la escucho, sale de su boca la risa más histérica que he escuchado en mi vida y me asusta, espero un torrente de lágrimas pero eso no llega