Habitación 503 (# 2 Temporada) EN EDICIÓN

Capitulo 41: "Infinitos"

En uno de los tantos libros que leí, uno que era hermoso y me hizo moquear como Magdalena, entendí sobre infinitos... Sobre la inmensidad de la palabra, ¿Que es un infinito? Lo es todo, y no lo es nada. Hazel Grace tuvo sus infinitos, y quiso infinitos más grandes, en otro universo de papel Charlie se sintió infinito en ese momento... Sin embargo yo, puedo relacionar el infinito como un incontable, como plano sobre plano que ocurre de forma distinta en una situación igual, puedo afirmar que para mí el infinito es la inmensidad y lo desconocido.

Jason está gritando, un carro gris destartalado lleva pisado el acelerador a unos cuantos metros de la escena y no se detendrá. La gente se reúne cerca del chico rubio que grita de forma desesperada y me fija la vista entonces. Un chico próximo a él dice algo, y Jase lo toma por los hombros para chillar y luego correr hacia mi.

Hay algo tibio que me cosquillea el rostro, pero no me molesta no es una sensación desagradable.

Tac, tac.

Bajo la vista encontrando pequeñas gotas rojas que caen sobre mis jeans blancos, y pienso en un lienzo. Un lienzo en blanco.
No puedo moverme, soy consciente de ello cuando las manos de mi hermano me sujetan por el rostro y mueve los labios, pero no lo oigo. No me muevo, no lo oigo, y no respondo o le pido que me suelta cuando me examina.

Infinitas posibilidades dije.

Yo ya tuve una vez mi situación de riesgo, y reaccioné saltando por una ventana acobardadome. Aquí va otro plano más en mi infinito.

El ruido del lugar vuelve a mi de repente y empujo a Jason a un lado para levantarme y echarme a correr. No me detengo cuando la escena que se presenta en mis ojos me golpea de lleno si no que me dejó caer a su lado sin importarme mi cuerpo que se siente adormecido.

—¡Marcus!

—La ambulancia viene en camino —alguien me hace saber pero no me importa. Sus ojos están cerrados y su pecho sube y baja de forma pesada. El ángulo en que está su hombro me produce un apretón en la boca del estómago, y me quito la chaqueta de algodón que abrigaba mis brazos para detener la hemorragia que nace en su ceja con cuidado de no mover un centímetro en su cuerpo y terminar causándole un daño mayor.

Alguien intenta apartarme de su lado, no sé que está diciendo sólo le oigo palabras sueltas "Estás sangrando" "Déjame ver esa herida" "¿Segura que estás bien?". Reacciono safandome del agarre de quien sea de forma brusca y gruño con fuerza como si se me fuera la vida en ello.

El grito desgarrador al otro lado de la acera me hace saber que Emily está aquí, que está viendo la tétrica escena que representamos e intenta dejarse caer al otro lado del castaño inconsciente pero los brazos de Jason la sujetan.

—¿¡Donde está la ambulancia!? —chillo enfurecida, para mí suerte la respuesta es la sirena conocida y una luz verde.