Habitación 503 (# 2 Temporada) EN EDICIÓN

Capitulo 59: "Compartir"

Dejo caer mi trasero flojo en el pupitre de la clase de psicología a un lado del pelirrubio. Sorbo de mi café y le observo.

—¿Mala noche? —preguntamos al unísono y reimos, observando las ojeras del otro.

—¿Por que lo tuyo? —inquiero quitándome la capucha de la sudadera.

—¿Por que Shonda hizo algo así? Es decir, rompió mi corazón con la muerte de Lexie, ¡De O'Malley! y la de Mark ¡Por dios! ¡Era mi ídolo! —ruedo los ojos y suspiro.

—Nunca le llegarías ni a los talones a McSteamy, pero superalo ya ¿Quieres acostumbrarte a la muerte de tus personajes favoritos? Te invito a ver Game of Thrones

—No, papi Jase necesita recuperarse de este golpe ,—cierra los ojos y se frota a las sienes, para suspirar y dirigirme la mirada nuevamente —¿Que hay contigo?

—Marcus no vino a dormir anoche. Primer día de vuelta y él no estuvo ahí... Quiero decir, el que yo conocí no estuvo allí, pero tampoco él de forma literal.

—Si te sirve de consuelo durmió conmigo anoche.

Tomo mi cuaderno y mis lápices para tomar nota a la clase cuando veo al profesor entrar, de forma disimulada estiro mi cuerpo hacia Jase para no tener que levantar la voz.

—Creí que Artie había regresado —frunzo el entrecejo, refiriéndome al compañero de cuarto del pelirrubio.

—Y lo hizo, el estúpido de Marcus se metió en mi cama, ¿¡ Cómo pretendía dormir, con su Marcusconda apuntándome todo el tiempo!?

—Extraño la Marcusconda —digo sorbiendo el café.

—Eugh —toda su cara se contrae en la mueca más desagradable que he visto —No quiero saber esos detalles ¡No quiero que mi hermana pequeña me hable de penes!

Me quedo estática y siento la mirada de toda la clase fijarse en mi. Me Palmeo la frente.

—¿No debemos tratar el tema del incesto verdad? —el profesor nos observa bajo sus gafas, forzansose por ocultar una risilla.

—No profesor, quizás sólo los límites de la estupidez humana.—digo fulminando con la vista al estúpido que sonríe a mi lado. — Jase, él estuvo allí antes.

—¿La Marcusconda? —piso su pie de forma brusca obteniendo un gemido como respuesta—¿Dónde querida Amber? Explícate porque aún no leo mentes.

Me pellizco el punte de la nariz y suspiro.

—En la habitación, en nuestra habitación. Ayer, recogió montones de papeles y se excusó diciendo que eran suyos, sabía a la perfección dónde estaba el botiquín y cuál era su cama.

—¿Crees que él sabe más que nosotros que nosotros? No creo que sea un doble agente

— ¿¡Estas estúpido!? El chaval perdió la memoria por supuesto que nosotros sabemos más.

—Buen punto —se lleva el puño al mentón y se queda congelado unos segundos en esa pose —Bueno, quizás sólo busca información sobre él, y su vida actual. Imagínate despertar sin saber sobre casi dos años de su vida.

—¿Los hermanos Edwon? —la voz del profesor capta nuestra atención, sobre todo porque Jase no se ha cambiado el apellido, sigue siendo un Stevens.. —Hay un paquete para ustedes.

Un niño pega la vuelta y se retira del salón de clases, el profesor enarca una ceja y Jase baja las escalinatas del salón en busca de aquella pequeña caja.

—Ojalá sean de mi abuela.

—Si son galletas, son mías —el hombre entrado en años sonríe y se frota el prominente vientre. El pelirrubio toma asiento y rasga el papel hasta abrir la caja. — ¡Que va! Compartan lo que sea

Un muñeco Ken sonríe sinicamente con la cabeza fuera del cuerpo, está mordido, magullado y sucio. La muñeca Barbie me sonríe con el pelo chamuscado, la cabeza girada del cuerpo y le falta un brazo. Hiperventilo y los restos de café se derraman sobre mis hojas.

—No creo que quiera compartir un hermano psicópata señor