Habitación 503 (# 2 Temporada) EN EDICIÓN

Capitulo 60: "Quédate"

Llamado a la solidaridad: que ne he cansado de la portada y la burra que escribe se ha olvidado como usar el Photoshop. ¿Alguna buen alma? Por favorrrr? Por el Marcus? Por el yeisss?

Marcus PoV

Camino a la habitación de forma pesada, los ligeros y cortos pasos resuenan taconeando detrás de mi acentuando mi dolor de cabeza.

—Podríamos ir por una pizza a Luiggi's más tarde —su mano roza mi bícep, y me libero de forma disimulada.

—Tengo planes —respondo de forma tajante.

—Creí que ya no tenías novia, es decir, todo mundo dice que ella sale con el hermano de Nancy

—Escucha Marley

—Mary —me corrige la castaña que se mira las uñas y me ha acosado desde que abandoné la clase de introducción a la literatura inglesa.

—Mary —asiento —no sé quién es Nancy, ni su estúpido hermano y yo, nunca he tenido una novia. Sea quien sea han visto mal.

Sus falsos ojos de cachorro me observan unos cuantos segundos buscando la respuesta adecuada. El cabello castaño que encuadra su rostro me es vagamente familiar y me pregunto por qué.

—Entonces mañana —sonríe y gira sobre sus talones para perderse impidiendo que yo pueda negarme a su estúpida invitación. Ese es un viejo truco con marca registrada a mi nombre..

Observo la hora en mi celular y suspiro aliviado, Jason aún está en clase por lo que Amber también. Meto llave y abro la puerta de mi habitación con el fin de recoger algo de ropa, pero me paralizo quedándome en el lugar en cuanto veo el lugar lleno de cenizas, la furia sube por mi pecho y golpeo el marco de la puerta tratando de descargar las ganas de matar a alguien, un par de tíos que iban de pasada por el pasillo se frenan en seco observandome.

— ¿Que demonios miran? El que no quiera una golpiza que siga caminando

Los chavales se golpean unos contra otros torpemente, intentando huir.

No dejes que Amber vea esto.

— ¿Qué? —inquiero en voz alta sujetandome la cabeza con ambas manos.

Limpia el desastre aquí no pasó nada.

Cierro la puerta de la habitación, y me apresuro por la escobilla barriendo las cenizas rápidamente. La pila resulta ser gigantesca y suspiro frustrado. Debería poner a Jase en sobre aviso de la situación. Dejo el montículo que he recogido sobre el escritorio y me apresuro a coger mi teléfono y marcar a mi amigo.

Un pitido, dos pitidos, seis pitidos. Buzón de voz.

—Demonios —me giro nuevamente a por la basura que tengo que desechar cuando la puerta se abre a mis espaldas, y me quedo de piedra. Se supone que Amber está en clases... No debería estar aquí.

— ¿Te estás jalando el ganso?

—Jason... ¿Acaso me veo como un tipo que se jala a sí mismo?

—Pues... No lo sé. La ciencia dice que es saludable. Si no te estás acariciando la nutria ¿Que diablos haces?

Me giro, con el estúpido montículo cargando en la palilla.

—Yo... Yo encontré..

—Oh mierda... Por todos los infiernos.

— ¿No que estabas en clase? —digo desechando a la basura aquello entre mis manos. Mi rubio amigo se frota los rapados cabellos y me fija la vista, descubro las ojeras bajo sus ojos.

—Bueno, nos hicieron llegar un recuerdo un tanto... Macabro.—suspira profundo y medita viendo la pared unos cuantos segundos con las manos en la cintura —Marcus.. toma asiento, porque explotaré el 110% de mi cerebro para hablar contigo con cuidado y no romper tu cerebro.

(...)

Estoy recostado a un lado del cuerpo casi comatoso de mi mejor amigo. Son pasadas las tres de la mañana, y yo sigo observando el techo en la oscuridad de la habitación. El nerd que vive aquí, no para de roncar al igual que Jase, pero no es eso lo que me molesta si no, el sentimiento que llevo en el pecho. He sido puesto al corriente de que, el niño que siempre vivió junto a mi casa, que fue mi hermano y que sin duda es mi mejor amigo, ha encontrado - Literalmente - a su hermana de casualidad, que tienen un hermano obsesionado con la herencia; Y que ha acabado con la vida de Sandy, la novia de Gabbe. He atado un par de cabos con la poca información que tenía, el incendio de la fiesta y ha a sido provocado. El tal 'Chaese' es un chalado sin escrúpulos, que no para de repartir amenazas a diestra y siniestra.
Suspiro recogiendo mis cosas y salgo al pasillo cerrando con cuidado de no hacer mucho ruido la puerta.

Un pie delante del otro una y otra vez como una acción mecánica me hacen fijar la vista al suelo, mis manos, robóticas a este punto introducen la llave y giran el pomo para adentrarse en la oscuridad que es interrumpida por una pequeña luz de noche junto a la cama de la chica. El horno de Sarah Key está abierto y chorrea mezcla por todos lados. La pelirrubia se ha dormido y tomo el libro junto a su cama para apoyarlo en la mesita de luz. Me invaden las ganas de recostarme junto a ella, sin embargo voy por la opción más sencilla. Apago la luz y paso la mano por su rostro enmarañado de cabellos.

—Marcus —el acto reflejo de su mano captura la mía y me quedo tieso. —Quédate... Quédate tú. Quédate siempre.

Está soñando.