Hermione y Draco decidieron casarse de inmediato, antes de que el embarazo se le notara a Hermione, no porque les importara el que dirán, pero porque no podían esperar más, la vida los había hecho esperar demasiado ya.
Decidieron hacer una ceremonia muy privada, sólo ellos y sus hijos, no necesitaban nada más.
El día de la boda, los tres chicos miraban hechos un mar de confusión. Scorpius estaba contento por su padre pero no podía evitar pensar en su madre, las palabras de Rose sonando en su cabeza ¿qué sentirías si ella estuviera viva?
Rose quería sentirse tan feliz como veía a su madre, y además por primera vez sintió curiosidad, ¿se sentiría ella feliz en su boda? ¿Habría un chico que la mirara con la misma adoración con la que Draco miraba a su madre? Instintivamente miró hacia un lado, a Scorpius, que miraba la escena con una expresión que Rose no pudo descifrar, él la miró cuando se sintió observado y ella bajó la mirada, ruborizada.
Hugo miraba distraído, se sentía incómodo pues presenciaba la boda de su madre, con una persona diferente a su padre, a quien adoraba, y sin embargo no podía evitar sentir que era correcto, la forma en que ellos se miraban, era algo especial, lo sabía porque sus padres nunca se habían mirado así, por primera vez, él deseó tener a alguien a quien mirar de esa forma.
El ministro pronuncio los hechizos y una luz envolvió las manos de Hermione y Draco, que estaban entrelazadas, la ceremonia había concluido, ellos se besaron y los tres chicos no pudieron más que bajar la mirada, ruborizados.
Ya el verano estaba por terminar, Hermione y Draco decidieron que se irían de luna de miel hasta que los chicos volvieran a la escuela, para no tener que dejarlos solos. Un día cuando faltaban unas noches para volver a Hogwarts, Rose recibió una lechuza, era de Lily Potter, su prima, le contaba que se había enterado que Ralph Boot, un Ravenclaw que tenía locas a muchas alumnas, había comenzado una relación con Jessica, una amiga de Lily, entre las chicas que suspiraban por Ralph, estaba justamente Rose Weasley.
Ella nunca se lo había hecho saber, porque no sabía cómo actuar frente a él, se sentía sumamente nerviosa, ella no se sentía bonita, había heredado el cabello enmarañado de Hermione, aunque era pelirroja como su padre y los Weasley, tenía los ojos azules de Ron, y su rostro salpicado de pecas. No era considerada particularmente bonita, como su tía Ginny en su momento, y al inicio no le importaba, pero en un entrenamiento de quidditch lo había conocido, Ralph, era cazador en Ravenclaw. Era alto, atlético, rubio, con los ojos azules, pecas salpicando su rostro, y sumamente inteligente. A Rose nunca le habían interesado los chicos, pero ese año, sin poderte evitarlo había caído rendida por él. Como ella era una celebridad, por sus padres, no le costaba trabajo hacer amigos, así que Ralph estaba entre sus amigos.
El día del baile, él la había invitado, ella se sentía flotar entre las nubes, pero en ese momento cayó desde arriba y le dolió. Ralph la había invitado como amiga, y ese día aunque ella era su pareja, él había estado platicando con Lily y sus amigas todo el tiempo, ahora sabía por qué.
Se sintió sumamente frustrada, ¿por qué no podía ser bonita y tenerlo todo? Además, otra cosa que le molestaba, era que se sentía sumamente sola. A pesar de estar siempre rodeada de gente, nunca había sentido que tenía un amigo de verdad. Una amistad como la de sus padres y su tío Harry. Entonces ahora que ella estaba triste no sabía con quien hablar, no sabía si quería hacerlo, sólo le molestaba esa sensación de vacío.
Hacía encantamientos con su varita con la mirada perdida, cuando Scorpius entró y la observó, sintió que algo estaba mal, entró sin hacer ruido, en ese momento vio como una solitaria lágrima rodó por su mejilla. Se le partió el corazón, quería hacer algo pero no sabía qué. Llegó a donde ella estaba, se sentó a su lado, en silencio, ella notó su presencia y levantó la mirada, los ojos gris tormenta del chico la atraparon, ella recargó su cabeza en su hombro, sin dejar de mirarlo, ninguno dijo nada, ella comenzó a admirarlo, nunca lo había visto de cerca, pero el chico era guapo, tenía esa piel blanca fantasmal que caracterizaba a los Malfoy, se preguntó cómo se sentiría tocarla, alzó su mano y tocó su mejilla, al contacto ambos sintieron como si una corriente eléctrica recorriera sus espaldas, él cerro sus ojos, disfrutando el contacto, ella lo miraba, tenía hermosas facciones, largas pestañas, en ese momento él abrió sus ojos, su calidez la sobrecogió, bajó su mano hacia su mandíbula, estaba apretada, pero la caricia lo hizo suspirar, abrió su boca y ella se fijó en sus labios, de repente se sintió tremendamente atraída a ellos, se acercó poco a poco, lo tomó de la mejilla, él rodeaba los hombros de la chica con su brazo, conforme se acercaban, él cerraba sus brazos acercándola a su pecho, ella sintió que el corazón del chico latía desbocado, sintió un pinchazo en el corazón y cerró los ojos. Sintió unos fríos labios presionar los suyos, una segunda corriente eléctrica los recorrió a ambos, con cautela él tomó su mejilla y la acarició con su pulgar, limpiando la lágrima que había escapado hace unos momentos. Ella llevó su mano al rubio cabello de él, era suave y la invitaba a enredar sus dedos en él, cuando lo hizo, él gimió abriendo sus labios, ella también abrió los suyos y la sensación del beso se intensificó, comenzaron a mover sus labios más rápido, estaban sumergidos en el beso y ese nuevo mar de sensaciones, cuando...
- ¿Rose? Ven un momento - la voz de Hermione los sacó de su trance
Se separaron rápidamente y miraron a su alrededor, por fortuna, estaban solos, así que Rose se levantó rápidamente y sin mirar a Scorpius dijo
- Ya voy mamá
Scorpius la vio salir y no pudo evitar sonreír mientras llevaba una mano a sus labios entreabiertos, recargó su cabeza en el sillón y cerró sus ojos, ese había sido por mucho el mejor momento de su vida
Rose estaba preocupada ¿habría alguien visto algo? Había tenido un momento de debilidad, y lo peor, había sido con Scorpius, ¿qué sería de ellos ahora? Él se había atrevido a invitarla a salir, ella le había dicho que no, pero realmente, con lo que había pasado ahora, ¿insistiría en invitarla? Ella sufriría las burlas de todos a su alrededor más que de costumbre por su culpa, y por culpa de su maldita debilidad
Entro a su recámara donde Hermione y Hugo la esperaban, al parecer hablaban tranquilos por lo que quizá nadie había visto nada
- ¿Qué pasa mamá?
- Recibí una lechuza de Ronald, me dice que Charlie adelantó su llegada a mañana, quiere saber si ustedes quieren llegar antes también para recibirlo
Los Weasley iban a pasar la última semana de vacaciones juntos, esperarían a Charlie que visitaría la madriguera para estar todos juntos, pero Rose y Hugo tendrían que adelantar su partida para alcanzar a su tío. Hugo estaba emocionado, Rose por un momento sintió que no quería dejar tan pronto a su madre... Ni a cierto rubio sin averiguar en qué términos estaban, pero por otro lado supuso que la distancia la ayudaría a pensar
- Si, claro, prepararé mis cosas, ¿vendrá papá por nosotros?
- No, vendrá tu tía Ginny, le enviaré una lechuza - Hermione se levantó - buenas noches chicos - dijo besando a sus hijos en sus cabezas y salió
Rose preparó sus cosas para salir al día siguiente y se acostó a dormir, o al menos, trató, porque siempre que cerraba sus ojos, sentía unos fríos labios presionar los suyos, veía esos ojos que eran como una tormenta y que la invitaban a perderse en ellos...
Al día siguiente, Rose despertó y se levantó de su cama, bajó en silencio mientras oyó unas voces, eran sus tíos Harry y Ginny, hablaban con su madre y Draco
- ... Así que hicimos algo sumamente sencillo, sólo nosotros y los chicos - decía Hermione seguramente refiriéndose a su boda con Draco
- Pues felicidades Herms - habló Ginny
- Señora Malfoy - dijo un elfo doméstico - el desayuno está listo
- Señora Malfoy - repitió Harry - la primera vez que lo escuche hace tantos años casi me desmayo, si no fuera porque tuve que sostener a Astoria yo mismo habría caído
- ¿De qué hablas Harry? - Hermione estaba intrigada
- Pues tú no lo recordarás pero fue el día de tu accidente, en el colegio, Astoria fue quien te encontró, ella me buscó y juntos te llevamos con McGonagall, ella sabía de tu embarazo pero no sabía que se habían casado, así que cuando McGonagall nos lo dijo casi se desmaya
- ¿Qué dices Potter? ¿Astoria sabía del embarazo de Hermione?
- Sí, fue ella quien me lo dijo
- ¿Tu se lo dijiste? - preguntó Hermione
- No - dijo Draco reflexionando - acordamos que no le diríamos a nadie
- Pues ella lo sabía, estoy seguro - dijo Harry
Todos se quedaron en silencio un minuto
- Si ella fue quién la encontró quizá solo sumó dos más dos - dijo Ginny finalmente - las chicas somos muy intuitivas
Rose entró en ese momento, saludó y logró que cambiaran de tema, un momento después Hugo entró también, los chicos abrazaban a Hermione para despedirse de ella, Scorpius entró y miró la escena triste, su pelirroja se iría y justo después de que la noche anterior había ocurrido lo que ocurrió, no tendría oportunidad de que se repitiera ni de hablar con ella al respecto, cuando Rose se dio cuenta de que él estaba ahí se incomodó, apresuró a sus tíos
- Adiós a todos - dijo para no verse grosera, y desapareció de la mano de su tío Harry, dando una última mirada a Scorpius.
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Scorse
ФанфикElla se niega a aceptar sus sentimientos. Él no se lo pone fácil, está decidido a conquistarla. ¿Podrá más el amor o los viejos prejuicios? NOTA: Este fanfic continua después del final de mi fanfic llamado Dramione, no es una continuación como tal...