Los siguientes encuentros se desarrollaron también, los días siguientes
El miércoles Mahoutokoro venció con una holgada ventaja a Salem, por lo que el siguiente encuentro seria entre Hogwarts y Mahoutokoro
El jueves Durmstrang no tuvo problema en derrotar a Castelobruxo, aunque todos notaron que Durmstrang tenía un estilo de juego muy agresivo. En ningún partido había lesionados, hasta que un golpeador de Durmstrang había usado fuerza excesiva contra uno de los cazadores de Castelobruxo.
El viernes, Ilvermorny se impuso con una corta ventaja a Uagadou, por lo que el otro partido se decidiría entre Durmstrang vs Ilvermorny
El lunes, Hogwarts estaba listo para su encuentro con Mahoutokoro. Los padres de los chicos estaban en las gradas para observar el juego y apoyarlos. Nuevamente Jane se quedó con los padres de Hermione, aunque la primera vez no les fue muy bien que digamos...
El encuentro comenzó, nuevamente Rose abrió el marcador para Hogwarts, sin embargo algo raro ocurría. El guardián de Hogwarts no daba una. Estaba como distraído, como ausente, hay quien aseguraba que se veía somnoliento. Madame Hooch estaba furiosa, James pidió tiempo fuera cuando Hogwarts perdia por 100 puntos.
— ¿Qué diablos te ocurre Tuft?
— No lo sé Potter, siento que todo me da vueltas, se me nubla la vista, me duele la cabeza.
Madame Hooch pidió que el sanador de Ilvermorny revisara a Tuft, dándoles terribles noticias.
— Tiene viruela de dragón, no puede continuar, debo llevarlo a cuarentena, es peligroso
El equipo entero sintió que morían. Tendrian que jugar sin guardián. Lo que significaba que si James Potter no atrapaba la snitch ya, perderían el juego. Las reglas del quidditch no permitían sustituir jugadores, a menos que el partido se alargara por mas de 12 horas, lo cuál no era factible pues si en dos horas ya tenían tanta desventaja, ¿qué marcador tendrian en 10 horas mas?
La suerte del equipo estaba enteramente en manos de James Potter.
Por fortuna para todos, James era el mejor buscador del torneo, así que eso les dio algo de aire a sus compañeros, que reanudaron el juego. Cuando ya perdian por 130 puntos apareció la snitch. James la atrapó cuando su equipo perdía por exactamente 150 puntos, lo que los colocó en empate.
Tenían los mismos goles a favor, las mismas snitch y no habían jugado otros partidos antes. Así que para el desempate, habría penaltis.
— Malfoy, tú serás el guardián, Weasley tú harás el primer tiro — dijo madame Hooch.
Scorpius estaba sumamente preocupado, su primer intervencion en el torneo, si cometía un error, el equipo estaría fuera. Por su culpa. Esos pensamientos ensombrecieron su ánimo. Rose se dio cuenta de ello y antes de que los japoneses se pusieran de acuerdo, se acercó a él y le dijo al oído:
— No estés nervioso, piensa que estamos en uno de nuestros entrenamientos ¿recuerdas? Tu y yo practicábamos tiros todo el tiempo, ya eras capaz de parar mis tiros, no muchos guardianes pueden decir eso, ten confianza en ti mismo, yo confío en ti, no importa si no lo logras, pero no te perdonaré si no das tu mejor esfuerzo
El chico asintió. Rose le había ofrecido consuelo. Ella confiaba en él. Además tenía razón, ellos practicaban todo el tiempo. Solo debía recordar todos sus consejos y sería fácil, respiró hondo y dado que los japoneses tirarían primero, entró en el campo. Ignoró el ruido, ignoró al público, ignoró a sus compañeros.
Estaba en Hogwarts otra vez, en el campo de quidditch vacío en medio de la noche. Esperaba a Rose. Rose llegó, se veía hermosa como siempre, pero letal. Se acomodó frente a él, él la observaba, no perdía detalle de sus movimientos, sus expresiones, ella lo miraba a él fijamente, era un duelo de miradas. Scorpius pensó en su padre. Cómo él era tan bueno para ocultar sus expresiones y en tener una neutral y llena de autosuficiencia todo el tiempo. Hizo lo mejor para imitarlo. Su cara no se debía poder leer por nadie. Rose comenzó a moverse, el pudo notar que estaba nerviosa, puso más atención a cada movimiento de sus músculos cuando por fin se movió. Con una impecable precisión Scorpius imitó el movimiento de la chica, y la quaffle rebotó en su escoba. Rose abrió mucho la boca, había parado su tiro. Maldijo y se dio la vuelta, él la miró alejarse, iba a ir tras ella cuando sintió como una avalancha humana lo golpeaba, cerró los ojos y estaba de nuevo en Ilvermorny. El campo era un hervidero, gritos y movimientos, sus compañeros de equipo estaban sobre él. Lo había logrado, había parado el tiro de Mahoutokoro. Ahora dependía de Rose. Antes de tomar su posición Scorpius se acercó a ella y le dijo

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Scorse
Fiksi PenggemarElla se niega a aceptar sus sentimientos. Él no se lo pone fácil, está decidido a conquistarla. ¿Podrá más el amor o los viejos prejuicios? NOTA: Este fanfic continua después del final de mi fanfic llamado Dramione, no es una continuación como tal...