El equipo

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Después de su cita, Rose y Scorpius siguieron viéndose para practicar quidditch en las noches. Estaban a cada momento más nerviosos, y cansados, los entrenamientos eran brutales. Y ya estaba por anunciarse quiénes habían logrados entrar al equipo. Lo harían el día de Halloween.

Ese día los ánimos estaban muy elevados en el colegio. Todos estaban emocionados por saber quiénes serían sus representantes en el primer mundial escolar de quidditch... Pero los interesados estaban muy nerviosos

A la hora de la cena Scorpius empezó otra vez con su ataque de pánico. Albus rodaba los ojos, usualmente le hacían gracia los episodios de su amigo, pero esto ya había durado demasiado, sólo esperaba que terminara ya, y pudieran retomar su vida cotidiana.

Hanna y Helga se acercaron a la mesa de las serpientes y se sentaron, a los lados del rubio.

— Te tengo un regalilto Scorpion King — a veces lo llamaban así en broma, haciendo alusión a la realidad alterna que había visitado el año pasado

— Si es otra vez el panquecito de la suerte... Gracias... Siento que ahora si moriré, y pensar que me preocupé tanto por entrar al equipo... Estos es mucho más grande — Scorpius no podía evitar parlotear cuando estaba nervioso

— Scorp... — dijo Helga — sólo cállate por un momento ¿sí?

— Cierra los ojos — dijo Hanna, mientras ponía su btazo alrededor de los hombros del chico

— Eso me pone más nervioso

— Confia en mí

— Ok — dijo después de mirarla un momento

— Abre la boca

— Ay... No me hagas tragar algo horrible por favor

— Scorp...

— Ok — y lo hizo, en ese momento sintió el pequeño panquecito tocar sus labios y lo mordió, inmediatamente se relajó, abrió los ojos y le sonrió a la chica, que ya estaba dándole una mordida al panque

En la mesa de al lado, una pelirroja estaba sumamente nerviosa, y su ánimo empeoró cuando vio un par de Hufflepuff dirigirse a la mesa de las serpientes, trataba de no mirarlos, pero las muy igualadas se sentaron una a cada lado del rubio, como si eso fuera poco, Hanna abrazó a Scorpius y le dio un panque de comer en la boca, pero ¿qué le pasaba? Maldita igualada... Sus nervios no podían estar peor y no daban el anuncio... Ahora hasta allá se escuchaban las risas de su primo, el rubio y sus amigas, ¿qué demonios tenía ese panque?

Por fin, McGonagall se levantó de su asiento, todos guardaron silencio, pero aún se oían las risitas nerviosas del cuarteto de idiotas, ¿es que no se callarían nunca?

— Me alegra informarles, que ya tenemos la lista del equipo de quidditch que representará a Hogwarts en el primer mundial estudiantil de quidditch

— ¡Hogwarts, Hogwarts! — todos aplaudieron emocionados

— Es un gran honor, que se han ganado y que ahora tendrán que demostrar que se lo merecen, den todo su esfuerzo, ¡arriba Hogwarts! — todos seguían aplaudiendo y coreando, cuando madame Hooch comenzó a hablar:

— Gracias a todos por su esfuerzo, la selección no fue fácil, los felicito a todos, y ¡suerte a nuestros representantes! — con un movimiento de varita, apareció flotando una imagen con la alineación del equipo:

- Guardian: Arthur Tuft (H)
- Bateadores: Aaron Fawley (S), Cameron Flint (S)
- Cazadores: Rose Weasley (G), Ralph Boot (R), Evan Goldstein (R)
- Buscador: James Potter (G)

- Suplentes: Emma Smith (H), Scorpius Malfoy (S)

Todo el comedor estalló en aplausos. Había nombramientos que no sorprendieron a nadie, pero algunos otros arrancaron exclamaciones a todos, el que más, el del Slytherin Scorpius Malfoy. Nadie de los "novatos" de los equipos había logrado un puesto, todos eran jugadores consagrados en sus equipos al menos, desde el año pasado, pero el rubio que había puesto tanto empeño tanto en los entrenamientos como en las prácticas, se había colado en el equipo, aunque fuera como suplente.

El más sorprendido fue él mismo. Se quedó como estatua de piedra, sólo pudo reaccionar ante el fuerte abrazo de sus amigos, Albus, Hanna y Helga se le echaron encima emocionados y lo envolvieron en un emotivo abrazo grupal. En la mesa de las serpientes aplaudieron sorprendidos, el inútil de Malfoy por fin había hecho algo relevante y que ponía el nombre de Slytherin en alto, ya que era la casa que más jugadores había aportado al equipo.

Cuando el rubio salió de su asombro, inmediatamente buscó con su mirada en la mesa de los leones a la dueña de sus pensamientos y la culpable de todo esto, ya que sin sus consejos y las prácticas privadas con la pelirroja había mejorado tanto en tan poco tiempo. Ella estaba rodeada de estudiantes, principalmente de Gryffindor, pero también de otras casas que la felicitaban efusivamente. Ella sintió que alguien la miraba, sabía de quién se trataba, no quería encontrarse con esos ojos grises, estaba contenta por él y orgullosa, pero sobre todo estaba molesta de verlo ser sepultado por esa Hufflepuff que últimamente no se despegaba de su lado.

Finalmente no aguantó, se encontró con esa mirada que tanto había querido rehuir, el chico la saludó contento desde la distancia, ella no pudo más que hacer un gesto rápido con su cabeza y volver a desviar su mirada.

Ya que el barullo se calmó un poco, madame Hooch continuó:

— El equipo entrenará todos los días a las 5 de la tarde, ¡Arriba Hogwarts!

— ¡Hogwarts, Hogwarts! — coreaban emocionados

En la sala común de Gryffindor, habían celebrado el nombramiento de James y Rose, no es que nadie estuviera sorprendido, pero definitivamente estaban orgullosos de sus compañeros. Al final de la velada, James se acercó a su prima

— ¿Y qué has pensado sobre ya-sabes-quien?, ¿has aclarado tu mente?

— Sí — contestó ella suspirando

— Oh... Ya veo... Merlin nos ampare entonces Rosie, mi tío va a matarte, y a él... No quisiera estar en su lugar

Ella rio amargamente, tenía razón, además de sus propios prejuicios y opiniones sobre los Malfoy y los de su tipo, Ron le había inculcado esa aversión que él mismo tenía demasiado arraigada, juzgando por lo que pasó con Hermione y Draco, además de cómo reaccionó el día del incidente en la estación, la verdad tenía que reconocer que el panorama estaba complicado. Además, dejando de lado a su padre, se imaginó llegando a una reunión con los Weasley presentando a Scorpius como su novio, y a toda la familia desmayada... La imagen le hizo gracia

— No pienso hacer nada al respecto, espero que si solo lo ignoro, quizá con el tiempo cambie de opinión

— Sí, es lo más sensato Rosie, Merlin te ayude — le palmeó la espalda y se levantó dirigiéndose a su cuarto.

Rose había tomado una decisión.

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