Scorse

Perdiendo la cabeza

Rose se sentía muy intranquila, no había podido reflexionar sobre lo de Scorpius y lo que era peor, había hecho ese estupido pacto con sus primas, que no tenía ni idea de cómo llevar a cabo, y ya era el día en que volvería a Hogwarts. Caminaba con el corazón apretado y cabizbaja, al lado de su padre y su hermano, que iban animados detrás de ella, el estómago le dolía, tenía un nudo en la garganta, atravesaron el anden 9 y 3/4 y comenzaron a andar entre la gente, en eso Rose lo vio, una cabecita rubia caminaba por un pasillo solitario, quizá iba al baño, el corazón se le iba a salir del pecho, pero era su oportunidad y no iba a desperdiciarla, se giró hacia su padre y le dijo

- Voy al baño - y sin esperar respuesta se dirigió hacia el solitario pasillo que conducía a los baños, caminó lento, tendría que disimular un encuentro casual, casual, se repetía a ella misma sin despegar la vista de la puerta del baño de hombres.

Sus cálculos fueron correctos pues en el momento en que iba llegando, la puerta se abrió y el rubio salió distraído, sin embargo, en cuanto levantó la vista, la vio

- ¡Rose, hola! - le dijo dirigiéndole una hermosa y cálida sonrisa, misma que hizo el corazón de Rose derretirse - ¿qué tal tus vacaciones? - le dijo el rubio mirándola con adoración

Pero ella no escuchaba más, el mundo a su alrededor se había esfumado, Scorpius le pareció mas alto y mas fornido que antes, se había perdido en su mirada y sus palabras habían hecho eco en su corazón, esa voz elegante y profunda resonando en sus oídos, sin ser plenamente dueña de sus actos, se tiró a sus brazos y se colgó de su cuello, buscando sus labios, esos que la habían atormentado, y que solo saboreandolos encontraría la paz, ahora lo sabía

Él se impresionó con la actitud de la chica, pero una vez pasada la sorpresa, la rodeó con sus brazos sosteniéndola y a la vez pegándola a su cuerpo

Movían sus labios con desesperacion, la fricción les dejaba pequeñas oleadas de electricidad, ella enredó sus manos en su cabello, a él le encantaba la sensación, abrió más su boca e introdujo su lengua en la boca de la chica, que se estremeció con la sensación pero inmediatamente enredó su lengua en la suya, intensificado por mil la sensación del beso, que los estaba dejando a ambos sin aliento, pero lo bueno no puede durar para siempre, porque cuando más inmersos estaban en su beso:

- ¡ROSE! - Ron gritó horrorizado y sacándolos de su trance, deshicieron de inmediato su abrazo, y ella se giró para encarar a su padre, que los miraba con los ojos como plato y la boca hecha una mueca, el grito de Ron llamó la atención de Hermione y Draco que estaban cerca y en un segundo estaban también en el lugar de los hechos, los chicos no habían atinado a decir nada, miraban a Ron con los ojos desorbitados, pero en cuanto Hermione y Draco los vieron supieron inmediatamente que ocurría, cualquiera lo habría adivinado en realidad, ambos respiraban agitados, tenían los labios ligeramente hinchados, las mejillas coloradas y Scorpius estaba despeinado. Eso sin contar la cara de horror de Ron. Hermione hizo un gran esfuerzo por no reír, le daba un gusto enorme que por fin la relación de esos dos fuera avanzando, a Draco la escena también le había hecho mucha gracia, se sintió orgulloso de su hijo, y feliz por que él sabía muy bien todo lo que le gustaba esa chica y lo triste que había estado cuando pensó que no tenía oportunidad con ella, pero a juzgar por la escena, sus oportunidades habían mejorado bastante, si no fuera porque sabía que la comadreja haría un escándalo, los habría dejado solos para que hablaran, seguro en este momento estaban muy incómodos

- Maldito hurón, ¿puedes controlar a tu estupido vástago? ¿Que clase de hombre ataca a una chica inocente?

- Ronald - interrumpió Hermione apretando la quijadas - ya es suficiente, Scorpius no es así debe haber otra explicación