Ya el sexto año de los chicos en el colegio estaba por terminar, sólo faltaba un gran evento. La final de quidditch que Gryffindor disputaría con Hufflepuff.
Albus apoyaba a Hufflepuff en honor a su novia, que no jugaba pero era tejona, y Scorpius apoyaba a Gryffindor, en honor a su leona pelirroja. Como todos los días, Rose y Scorpius habían desayunado juntos, él había tratado de animarla y quitarle los nervios, era raro que ella estuviera nerviosa, ni en la final del mundial el año pasado se había puesto así, pero la verdad había algo que el rubio no sabía...
Rose no estaba nerviosa por el partido, tenía plena confianza en que Gryffindor ganaría, pero, tenía planeado hablar con Scorpius. Decirle que ella seguía enamorada de él, que rompiera su compromiso y la eligiera a ella. Tenía miedo porque eso podía terminar de dos formas: o bien, él la aceptaba de nuevo, haciéndola la chica más feliz del mundo o la rechazaba y arruinaba su amistad... No era una perspectiva muy alentadora... Pero como el que no arriesga no gana, ella decidió arriesgarse y declararle su amor de una manera que nunca imaginó que haría...
El partido estaba ya a punto de terminar, había estado apretado, pero confiaban en que James atraparía la snitch y eso les daría la victoria. Rose estaba sumamente concentrada y como siempre, había sido clave para su equipo. Finalmente, James atrapó la snitch y Gryffindor ganó la copa de quidditch.
Ya el equipo estaba en el campo, celebrando con sus compañeros de casa y otros alumnos que se habían acercado a felicitarlos, entre ellos, Scorpius, que abrazó a Rose y la levantó en el aire dando vueltas, estaba realmente feliz por ella, ella no quería soltarlo, su sorpresa ya estaba por llegar...
Como habían aprendido de los magos norteamericanos, la celebración estaba planeada con fuegos artificiales, así que Rose le pidió un favor al chico que los programaría.
La fiesta ya había comenzado, estaba en pleno apogeo y el fina de la celebración, serían los fuegos. Ella no se había despegado de Scorpius toda la noche, lo cual no era raro, pero cuando calculo que ya era hora, le dijo al oído
— Acompáñame
— ¿Ahora? Van a empezar los fuegos artificiales, nos los vamos a perder
— Al contrario, los veremos de un mejor ángulo, ven conmigo
Él le sonrió y se dejó llevar. La pelirroja lo llevó a lo alto de la torre de astronomía, donde se sentaron y tendrían una mejor vista que desde el campo atiborrado de alumnos, además, ella quería un lugar privado para hablar.
El espectáculo comenzó. Los fuegos artificiales estaban programados con motivos de quidditch, de Gryffindor, de Hogwarts, para los que no estuvieron en Ilvermorny el año anterior, fue un espectáculo nunca antes visto, porque los magos británicos no lo acostumbraban. Rose comenzó a hablar, pero al mismo tiempo lo hizo Scorpius.
— Rose
— Scorpius
Ambos rieron pero ambos querían ser el primero en hablar, no se pudieron poner de acuerdo, luchaban juguetonamente cuando de repente algo llamó la atención de Scorpius, que se quedó mirando los fuegos, y sonrió, Rose pensó que ya había leído su mensaje y se giró a verlo. Pero se llevó una enorme sorpresa, pues ahí en medio del campo, un letrero danzarín de fuegos artificiales decía
Te amo Rose Weasley
S.M.
¡El chico había robado su idea!, ella lo miró boquiabierta, pero él le dijo
— Pon atención, hay más
Cuando ese mensaje dejó de danzar, apareció otro debajo que decía
¿Quieres ser mi novia?
A lo lejos se oían exclamaciones y aplausos, halagando el romántico gesto del rubio. Rose lo volvió a mirar boquiabierta, él le devolvió la mirada, llena de amor que hacía tanto no veía en sus ojos y tanto había extrañado, ella se sentó entre sus piernas, recargando su espalda en su pecho, él rodeó su cintura con sus brazos y ella puso sus manos sobre las de él. Miraban el letrero en silencio, ya estaba por desvanecerse
— ¿No vas a contestarme? — preguntó nervioso
Justo en el momento en que un nuevo trueno reveló un letrerito danzarin que decia
Te amo Scorpius Malfoy
R.W.
Ahora él era quien estaba boquiabierto, ella levantó su cara para mirarlo
— Sí. Si quiero. Te amo Scorpius Malfoy
— Te amo Rose Weasley
Y el tan anhelado beso, llegó. Scorpius había confirmado su teoría. El tener a la pelirroja entre sus brazos besándola había sido lo mejor, la felicidad que sentía valía la pena todo el sufrimiento del mundo. Para ella también significaba volver a la gloria, pero ¿era su imaginación o era mucho mejor de lo que recordaba? Cada movimiento de sus labios contra los suyos le proporcionaba oleadas de electricidad y placer que se extendían por todo su cuerpo, al mismo tiempo que sentía su amor inundar su pecho, sentía crecer su necesidad por él, de su contacto, de besos más profundos, se sorprendió a sí misma pensando en arrancarle la ropa... Merlin... ¿Cuando iba a terminar esta sensación? Era una dulce tortura... Sintió la mano del chico ir a donde nunca había ido antes: su entrepierna, sintió su mano acariciar su sexo, la tortura era peor, lo haría pagar, lo imitó, metió su mano en su pantalón y aprisionó su miembro, trató de imitar los movimientos que él hacía en ella, la tortura era deliciosa, pero no podía evitar pensar: que termine, que acabe, cuando él sintió que ella terminaba, se permitió terminar, casi al mismo tiempo que ella. Se quedaron ahi unas horas más, descansando y besándose. Scorpius la llevó a su torre y la besó una última vez. Les costó la vida separarse ese día, pero ambos durmieron con una sonrisa en sus labios.
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Scorse
ФанфикElla se niega a aceptar sus sentimientos. Él no se lo pone fácil, está decidido a conquistarla. ¿Podrá más el amor o los viejos prejuicios? NOTA: Este fanfic continua después del final de mi fanfic llamado Dramione, no es una continuación como tal...