Fin de cursos

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Los días de los TIMO's llegaron y se fueron en un abrir y cerrar de ojos y era tiempo de vacaciones de verano. Ya los chicos empacaban sus cosas para irse a sus casas y entonces Scorpius se acercó a Albus, que ya estaba por terminar de empacar sus cosas en su baúl

- Al, no podemos dejar las cosas así, háblame por favor, dime algo, me siento terrible, tiene que haber algo que pueda hacer para que me perdones, dímelo y lo haré sea lo que sea

- Scorp... en este momento no puedo ni mirarte, no puedo evitar pensar ¿por qué él y no yo? si se te ocurre algo que podamos hacer para que deje de pensarlo, estoy abierto a sugerencias

Scorpius lo miró y en verdad no pudo pensar en nada

- ¿Lo ves? - dijo Albus y cerró su baúl y se fue

Por primera vez en 5 años, Scorpius y Albus no compartieron vagón. Albus llegó y se sentó con James y sus amigos, cuando Rose se dio cuenta, fue a buscar a Scorpius, que estaba sólo en su vagón, mirando por la ventana

Ella abrió la puerta, llamando su atención, pudo distinguir un chispazo de decepción en sus ojos y sonrió

- Esperabas que fuera Albus ¿verdad? - dijo sentándose a su lado y recargando su cabeza en su hombro

- No... sí... pero también me da gusto verte - y abrazó a su pelirroja mientras besaba su cabeza

- Ten paciencia, pero mientras, haré algo para animarte ¿sí? - él la miró enarcando una ceja y ella le sonrió

Se acercó a él buscando sus labios. Hacía mucho que anhelaba darle un buen beso al rubio, con todo lo de los TIMO's y su pleito con Albus poco tiempo habían tenido para estar juntos desde que eran novios, se besaban todos los días, pero no así... El beso comenzó a cobrar profundidad, a medida que volvían a sentir como eran arrastrados a ese océano de sensaciones que tenían cuando se besaban descontroladamente.

Movían sus labios rápidamente, sus lenguas entrelazadas, sus manos tomaban sus espaldas, sus caras, sus cabellos, ella se sentó a horcajadas sobre él, él metió sus manos por debajo de su blusa, acariciando con cuidado su cintura, su estómago, se atrevió a subir hasta su pecho, y tomó uno por encima del sostén, lo apretó un poco haciendo gemir a la chica, él dejó su boca y comenzó a besar su cuello, ella estiraba su rubio cabello en el que enredaba sus dedos, el había sacado sus manos de su blusa, y las tenía en las caderas de la chica, besaba sus hombros, su clavícula, volvían a besarse en los labios, él la tomó y la recostó en el asiento, se colocó encima de ella, ella enredó sus piernas en sus caderas y siguieron besándose, ella metió sus manos por debajo de la camisa del chico y acarició su espalda, clavando ligeramente sus uñas en ella y haciendo gemir al chico, ella sonrió, se incorporó y lo hizo recostarse a él, ella se colocó sobre él y metió sus manos por debajo de su camisa mientras lo besaba y tocaba su abdomen y su pecho, él que nuevamente tenía sus manos en sus caderas, comenzó a acariciar su trasero, sus piernas, ella comenzó a besar su cuello, él se incorporó y la sentó nuevamente a horcajadas sobre él, ella lo pudo sentir debajo de ella, quería sentirlo mejor y comenzó a moverse a encajar sus caderas en él, logrando el efecto deseado, ya ambos tenían sus respiraciones muy agitadas y se movían y restregaban sus pelvis, aun por encima de la ropa era sumamente excitante, ¿cuándo deberían detenerse? Ya estaban más allá de eso, de hecho un par de movimientos y unas caricias y besos después, Rose sintió esa sensación de explotar en su interior, se dejó de mover y suspiró dejando que la sensación la llenara.

Él le sonreía y no dejaba de besarla, pero ahora ella quería hacer algo por él, sin dejar de besarlo metió su mano en sus pantalones y el chico emitió un gemido ella sonrió, encontró lo que buscaba, lo apretó ligeramente rodeándolo con su mano, arrancándole suspiros y gemidos a su rubio, ella siguió besándolo mientras lo acariciaba, finalmente, él también llegó al tan añorado climax. Con un movimiento de varita secó su ropa y le dijo con un nuevo brillo en los ojos a su novia

— Te amo

Ella lo besó y se sentó en su regazo. Acomodó su cabeza en su hombro y cerró sus ojos, iba a ser sólo un momento, pero sin querer, se quedaron dormidos, ambos.

Cuando despertaron, fue porque el silbato del tren sonó, eso significaba que ya habían llegado a Londres. Se miraron y sonrieron, pero era una sonrisa llena de melancolía, ya que Rose pasaría primero sus vacaciones con Ron. Los Weasley irían a Rumania. Lo que significaba que por un mes no se podrían ver. Hacía tan poco que estaban juntos y ahora se tenían que separar. Caminaban con pesar, tomados de la mano. Hablaban en voz baja

— Te escribiré todos los días Rosie, te voy a extrañar

— Yo a ti, espero que estos días pasen pronto

— Yo también, pero diviertete, el viaje se oye interesante, y además con toda la familia... Debe ser divertido... Tener una familia grande... Siempre quise tener hermanos, primos, algo... Estuve muy solo toda mi vida, pero ahora creo que voy por buen camino — abrazó a su novia y besó su cabeza, no importando que a lo lejos, un pelirrojo veía la escena sumamente molesto

— Déjalos Ron, no hacen nada malo — Ginny tomaba la mano de Ron, trataba de calmarlo

Los chicos llegaron con sus padres, Ron quería llevarse a los chicos de inmediato, pero Hermione no lo dejó, quería estar unos momentos con sus hijos ya que no los vería por otro mes completo, además, ahora Jane ya se comportaba mejor y acompañaba a sus padres a recibir a sus hermanos. Sentada en su carreola, con un vestidito azul a juego con su diadema peinando su cabellera rubia platinada, miraba a sus hermanos, dos pelirrojos y un rubio que se arremolinaban ante ella tratando de llamar su atención con muecas y sonidos.

Estiró su manita y tomó la nariz de Hugo, que hizo un sonidito que la hizo reir. Era la primera vez que ella se reía, su risa fue como música para los oídos de sus padres y sus hermanos. Ahora Jane se estiraba para tocar el rojo cabello de Hugo, lo jalaba y quería llevárselo a la boca.

Después de un rato en el que por fin Hugo se animó a cargar a su hermana, y que Rose y Scorpius trataron de llamar su atención y que se fuera con ellos sin éxito, Ron llamó a sus hijos, todos se despidieron, Scorpius abrazó a Rose y se dieron un casto beso en los labios, haciendo a Ron carraspear, Hermione tomó a Jane en sus brazos y los chicos se fueron con Ron y los Potter.

Lo siguiente nadie se lo esperaba, Jane comenzó a llorar (eso en realidad sí se lo esperaban) pero estiró su mano hacia Hugo y en eso su bufanda de Ravenclaw voló hacia las manitas de Jane, que la tomó y se la llevó a la boca inmediatamente.

Todos se quedaron muy asombrados, ya que normalmente los niños tenían su primer manifestación mágica cuando tenían algunos años, y Jane apenas tenía 6 meses. Todos se emocionaron mucho con ello, Hugo estaba orgulloso de su hermana y que él haya sido un detonante para que mostrara su magia. Regresó y besó a su hermanita mientras le decía

— Pequeña mandragora ¿sabes que necesitaré eso de vuelta algún día?

Como si Jane lo hubiera entendido, apretó la bufanda entre sus manitas, haciendo reir a Hugo y Hermione, finalmente Hugo se fue

— Si tan sólo hubiéramos sabido que eso era lo que bastaba para callarla — dijo Draco observando a su hija morder muy entretenida la bufanda de Hugo

ScorseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora