—Por cierto, Takano, ¿ya se ha asentado en su nuevo puesto? ¿Qué le parece?—. Miyagi Yō, el director general del Instituto Mental Nishijima preguntó mientras sorbía de su café.
Takano Masamune, un médico general con especialidad en psiquiatría, fue asignado en Nishijima ya que carecían de personal en ese momento. Aceptó voluntariamente por la única razón de que estaba empezando a aburrirse con su trabajo y estaba buscando un cambio.
—Usted sabe que yo acepté ser trasladado aquí porque estoy buscando un poco de emoción... Pero supongo que no habrá ninguna, ¿Qué podía esperar de personas con problemas mentales de todos modos?—. Dijo con total abatimiento.
Miyagi rió mientras comenzaba a revisar algunos de sus correos electrónicos.
—Sé que está aburrido con su vida, pero por favor, aquí no se tratan a los pacientes como un tema para su disfrute. Además, este instituto lleva abierto solo un año por lo que aún no hay muchos pacientes... si usted está buscando algo tan emocionante, ¿por qué no se une al ejército?
Para ser sincero, Takano eligió ser un médico sin ninguna razón en particular. Él no escogió la profesión para salvar al mundo y hacerlo mejor, o incluso para ayudar a la gente. Simplemente era parte de su trabajo, su trabajo y nada más. Pero últimamente su aburrimiento era cada vez más intenso que incluso ya estaba empezando a preguntarse lo que estaba haciendo con su vida y por qué seguía aún vivo.
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Eran las ocho de la mañana y los pacientes estaban siendo llevados al patio del instituto para tomar algo de luz solar y hacer un poco de ejercicio, y aunque ellos no estuvieran en todos sus sentidos, estar bajo el sol de la mañana hacia que se vieran más vivos, como si recordaran una parte de sí mismos que ya perdieron.
Takano observó por la ventana e hizo una mueca cuando un hombre de unos cuarenta años de edad se acercó al cristal, balbuceando palabras que no podía entender.
—Miyagi, si no mal recuerdo hay ocho médicos fijos aquí ¿cierto?. Yo y Samaki estamos en el cuidado de la salud, dos se asignaron en dieta y nutrición, tres más en el departamento de psicología y usted en cuidados especiales... pero ¿Tenemos otros departamentos aquí?
Miyagi frunció el ceño un poco mientras se giraba para mirar a Takano.
—¿Qué quiere decir?
—Es decir, por parte del código de administración, todos los médicos deben llevar una bata verde ¿no es así?... Sin embargo, en anteriores días me pareció ver a un médico con bata blanca merodeando en uno de los jardines. Simplemente me surgió la duda de si había un departamento aquí que deba portar bata blanca.
Miyagi se cruzó de brazos y sonrió burlonamente.
—¿Qué?—. Takano se molestó por la forma en que Miyagi lo estaba mirando, como si estuviera jugando con él.
—¿Así que lo vio?...—. Miyagi frunció el ceño.
—¿Eh?—. Fue el turno de Takano de fruncir el ceño, confundido.
—Ah, lo asignaron la otra noche para hacer el turno nocturno, y mientras hacía su ronda, ¿vio a un médico de bata blanca?
—¿Se trata de un fantasma o algo así?—. Preguntó Takano.
—¿Le parecía un fantasma?
—¡Oi! si usted no está respondiendo a mi pregunta, entonces no diga más—. Exclamó Takano comenzando a reunir sus cosas para su primera ronda.
—Onodera Ritsu...—. Comenzó Miyagi tomando un tono serio de repente. —ha estado aquí desde que se abrió el instituto. Fue asignado en la unidad de cuidados especiales... Y le gusta pasear en el jardín cada medianoche.
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Enfermo Mental - Sekaiichi Hatsukoi & Junjou Romantica #SA2017
FanfictionTakano Masamune es un médico psiquiatra que se ha aburrido prácticamente de todo. Cuando se transfiere a su nuevo puesto en un instituto mental, conoce a un particular "médico" llamado Onodera Ritsu. Takano nunca habría pensado que al conocer a Rits...