Ritsu dio un paso atrás con un titubeo cuando, después de abrir la puerta, le saludó con el ceño fruncido.
Los ojos entrecerrados de ese hombre con absoluto disgusto se estrecharon aún más. El castaño confundido tragó saliva. ¿Qué hizo para que éste hombre estuviera tan enojado con él?. Era la primera vez que lo veía. Al menos eso era lo que podía recordar. ¿Entonces por qué?
El tipo era un pie más alto que él. Con su cabello ondulado escondiendo una porción de su rostro, no sabía lo que pasaba dentro de su cabeza. Vistiendo una ajustada camisa blanca, unos vaqueros andrajosos, una pistola dentro de su funda a su costado y una larga cicatriz en su bíceps izquierdo, todo eso mostraba la brutalidad que el hombre tenía en él. Cada pulgada, de él gritando "asesino".
—¿Qué? ¿Quieres que te cargue como una princesa y te lleve hasta el coche?—. Preguntó con voz baja, casi llegando a un susurro.
Ritsu de repente sintió que su piel se hizo de gallina arrastrándose por todo su cuerpo. Esa voz, nunca olvidaría esa voz aunque quisiera... La misma voz del hombre que le tomó del cabello el día en que llego mientras murmuraba: "Odio a los débiles como tú".
Fisgoneando con el pomo de la puerta, Ritsu lentamente la cerró detrás de su espalda y actuó valiente. No podía permitir que nadie lo intimidara ahora, y menos el hombre que anteriormente ya lo había hecho.
—Yo... puedo caminar, gracias—. Respondió Ritsu casi asfixiándose con sus propias palabras. Actuando valiente, todavía sentía que el hombre, quienquiera que fuese, era peligroso.
Kirishima frunció el ceño con un gruñido irritado y comenzó a caminar. Ritsu siguió al hombre con pequeños pasos.
"¿Por qué todo el mundo es más alto que yo? Me hacen sentir tan pequeño"—. El castaño caminando a ritmo lento pensó para sí mismo, mientras miraba a los anchos hombros frente a él.
Miyagi, siempre fue un tipo grande en sus ojos, Takano era mucho más alto que él, Yokozawa también, lo mismo con Usami y ahora este hombre. ¿Por qué estaba rodeado de hombres peligrosos? no lo sabía. Era como si tuviera algún imán que atraía todo tipo de problemas hacia él.
En el momento en que los dos pasaron por una enorme ventana, Ritsu se sorprendió ante la visión del exterior. Todo era verde, árboles altos, estatuas de mármol blanco y un sin fin de vegetación se encontraron con sus ojos. Los rayos del sol hacían brillar todo el rocío de la mañana.
No fue capaz de ver todo eso, no cuando lo trajeron allí con los ojos vendados, pero al ver todo con tanta claridad, no pudo evitar sentirse hipnotizado.
El silencio fue perturbado por un sonido de zapatos que corrían hacia ellos. Llegó una figura jadeante de un hombre que Ritsu pensó era más joven que él.
Su cabello negro estaba atado en una cola de caballo, con algunos cabellos rebeldes cayéndose, una sonrisa brillante y un cuerpo magro, el joven hombre corrió hacia Kirishima con un palo para tocar la batería en su mano derecha.
—¡Jefe!—. Sei empezó a descansar las manos sobre sus rodillas recuperando su aliento. —Mierda Jefe, este lugar es enorme, ya me había perdido—.
El rostro de Kirishima se suavizó un poco, pero frunció el ceño una vez más cuando alcanzó a ver a Onodera de pie allí como un gatito perdido.
—Idiota—. Fue lo único que Kirishima dijo y empezó a caminar una vez más.
Como si todo estuviera planeado, Sei se colocó en la parte trasera de Ritsu, como si estuviera caminando en línea con Kirishima como el líder.
Ritsu echó una mirada al chico de cabello negro que estaba detrás de él y al hombre alto que tenía delante.
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Enfermo Mental - Sekaiichi Hatsukoi & Junjou Romantica #SA2017
FanfictionTakano Masamune es un médico psiquiatra que se ha aburrido prácticamente de todo. Cuando se transfiere a su nuevo puesto en un instituto mental, conoce a un particular "médico" llamado Onodera Ritsu. Takano nunca habría pensado que al conocer a Rits...