VIII. Límite.

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Onodera entró tímidamente a la sala de ensayo. Era parte de su rutina diaria ir a esa sala con Miyagi cada tarde. Sin embargo, Ritsu se preguntaba por qué se sentía tan nervioso de estar con su nuevo médico. Takano demostró ser buena persona tal como Miyagi dijo, pero aún así se sentía muy incómodo, sin mencionar a Haitani que había estado desapareciendo con más frecuencia desde que conoció a Takano.

La habitación totalmente blanca contaba solamente con una mesa y dos sillas. Los armarios estaban pintados de blanco, casi mezclándose con las paredes.

Takano le hizo un gesto a Onodera de sentarse en la silla frente a él. Con cara seria, Onodera se sentó y puso sus manos sobre la mesa.

Takano sonrió levemente.

Bien, está siendo sumiso.

El médico movió su cabello lejos de sus ojos y sonrió al paciente.

-Bien Onodera, ¿Está bien si te llamo Ritsu a partir de ahora?

-Me ha llamado así antes, no hay nada de malo en ello-. Onodera respondió mirando sus manos.

-¿Cómo te sientes ahora? Quiero que seas honesto y transparente conmigo ¿de acuerdo?

El castaño cerró la mano derecha como si se aferrara a algo y echó un vistazo a su lado.

-Siento dolor.

Takano al escuchar la respuesta de Ritsu lanzó una mirada de preocupación.

-¿Dolor? ¿Dónde?

-Me duele el pecho... Hace que sea difícil para mí respirar.

-¿Siempre sientes dolor incluso cuando Miyagi está aquí?

Takano se aseguró de tomar notas de todas las acciones de Onodera en su cabeza. Él nunca llevaba una carpeta o un cuaderno para tomar notas. Varios estudios han demostrado que los pacientes se ponen nerviosos cuando las personas que están hablando con ellos toman notas cada vez que dicen algo, solo se convierte en un obstáculo para que los pacientes se abran a ellos.

-No. Hace poco.

-¿Es un dolor que no puedes controlar? ¿Quieres que te dé un calmante?

Onodera movió lentamente la cabeza en señal de negación y miró de nuevo a su derecha.

-Es una sensación que me pone muy triste, como si estuviera roto.

Takano apoyó su espalda en el respaldo de la silla y miró las manos de Onodera.

-Ritsu, ¿Me puedes mostrar las palmas de tus manos?

Ritsu inusualmente sumiso, movió su mano izquierda sobre la mesa con la palma hacia arriba, su mano derecha se mantuvo cerrada en su posición.

-Ritsu, ¿Por qué sólo moviste la mano izquierda? Necesito que me muestres ambas manos.

Ritsu miró a Takano por un breve momento y luego a su mano derecha.

-No puedo, estoy sosteniendo la mano de Shin.

Takano se inclinó un poco más cerca de la mesa hablando con su profunda pero muy suave voz.

-Ritsu, ¿Te importaría si sostengo tu mano izquierda?

La persona frente a él obviamente se puso rígida. El castaño se mordió el labio inferior y asintió.

Takano tocó ligeramente la palma de Ritsu y lentamente deslizó sus dedos entre los dedos del joven.

-Mira tu mano izquierda. Dime, ¿Qué sientes? ¿Qué ves?

Enfermo Mental - Sekaiichi Hatsukoi & Junjou Romantica #SA2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora