El tic-tac del reloj de pared estaba haciendo que el observador Misaki estuviera más ansioso de lo que ya estaba.
Sirvió un poco de té de sakura en dos delicadas tazas mientras echaba una ojeada al joven pero estricto abogado y al hombre de cabello plateado que estaba leyendo algunos papeles. Los dos hombres habían estado hablando durante casi dos horas. Ambos llevaban caras muy serias, como si estuvieran discutiendo algo entre la vida y la muerte. Sin embargo, Misaki sabía que no era asunto de vida o muerte, pero para Usami Akihiko, su Usagi-san, era cuestión de prisión o libertad.
Con manos temblorosas, Misaki tomó la bandeja y se dirigió a los dos hombres. Puso lentamente las tazas delante de ellos y se puso de pie, esperando a que alguien tomara un sorbo. Pero nadie lo hizo.
Más importante aún, Misaki había sido molestado por dos cosas; El juicio en curso de Usagi-san y los sentimientos del hombre hacia él. Se paró como una estatua mientras miraba fijamente el rostro de Usami. Lo miró con cara de adoración y dudas.
"Usagi-san está muy ocupado... pero... me pregunto... me pregunto..."-. El joven mordió inconscientemente su labio inferior ligeramente cuando sus ojos comenzaron a arder. Dejó escapar un jadeo y Akihiko levantó de repente la cabeza para mirarlo.
-¿Misaki, pasa algo?-. Habló la voz profunda de Usami mientras colocaba los papeles en la mesa con el ceño fruncido.
Enmascarando una sonrisa, Misaki se pasó una mano por el cabello y se echó a reír.
-Ah, nada... nada...-.
Dándole una ojeada a Misaki, Usami sonrió.
-Yamada-san y yo todavía tenemos mucho de que hablar. Si quieres, ve a tu habitación y descansa-. Dijo y volvió la mirada a las carpetas como si Misaki ya hubiera desaparecido de la habitación.
Con el corazón pesado, Misaki se dirigió lentamente hacia la puerta. Envió una última mirada a su Usagi antes de cerrar la puerta suavemente. Suspiró mientras caminaba.
Akihiko siempre fue muy amable con él. Pero Misaki no podía recordar al hombre que siempre lo tocaba, más que a la simple palmada en la cabeza y abrazos después de que él fuera liberado del hospital. E incluso esos contactos parecían muy calculados.
-Usagi-san... ¿por qué no me tocas como antes lo hacías?-. Susurró para sus adentros. De repente, se detuvo en su camino y se cubrió la boca con todo el rostro enrojecido. -¿Qué diablos pasa conmigo? ¡No es como si yo quisiera que Usagi-san me haga esas cosas! ¡No!-. Se defendió contra su mente consciente.
Sin embargo, sus hombros caían al llegar a una ventana abierta en la pequeña villa que poseía la residencia Usami.
Nunca dijo abiertamente que odiaba ser muy íntimo con Usagi-san, para su vergüenza, echaba mucho de menos al hombre. El Usagi-san que era siempre amable y que siempre cuidaba de él estaba de vuelta. No podía pedir más. Sin embargo, en el fondo de su mente, había un pensamiento que él intentaba esconder, temiendo que sea cierto, y temeroso de lastimarse por eso.
Usami Akihiko había regresado, pero Misaki no podía evitar sentir que el hombre parecía estar aún tan lejos. Su tacto ahora era tan distante, e incluso sus sonrisas. Y cuando hablaban, siempre estaba esa delgada barrera que los separaba. Podía ser delgada, pero tenía miedo, de que se estuviera volviendo más gruesa.
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Enfermo Mental - Sekaiichi Hatsukoi & Junjou Romantica #SA2017
FanfictionTakano Masamune es un médico psiquiatra que se ha aburrido prácticamente de todo. Cuando se transfiere a su nuevo puesto en un instituto mental, conoce a un particular "médico" llamado Onodera Ritsu. Takano nunca habría pensado que al conocer a Rits...