Enfermo Mental - Sekaiichi Hatsukoi & Junjou Romantica #SA2017

XIV. Amigo o Enemigo

Takano y Yokozawa hablaban de algunos términos médicos. Todas las conversaciones eran ajenas en los oídos de Ritsu. Quería escuchar más, así que se levanto y lentamente se recargo en la puerta, concentrando toda su atención en la conversación de afuera.

—¿Le has estado dando Thorazine?—. Preguntó Yokozawa, con el ceño fruncido.

Takano suspiró mientras se masajeó la sien. Ritsu podía oír el cansancio en la voz del hombre.

—Le he estado dando 600 miligramos al día. Además de algunos sedantes. Lo único que me molesta, es que a pesar de que ha estado tomando Thorazine durante un largo periodo de tiempo para liberar los bloqueos de los receptores de dopamina en el prosencéfalo y los ganglios basales, no muestra ninguna mejora—.

Ritsu se sentía realmente fuera. Estaba tan acostumbrado de tener a Takano para sí mismo en los últimos días, que ver a otra persona en su territorio había despertado una sensación de la cual ya se había olvidado. Celos.

"Estúpido. Takano-san tiene el derecho de hablar con otra persona que no sea un hombre psicótico como yo"—. Ritsu pensó para sí mismo. —"Debe ser muy cansado tratar conmigo".

—¿Qué hay de tiotixina?—. Yokozawa añadió.

—No... tuvo efectos anti-colérgicos cuando le di eso, tuvo sequedad de boca y visión borrosa—.

—¿Comida? ¿Has estado siguiendo la dieta inicial que te di?—.

Takano rió un poco.

—Hemos estado comiendo alimentos de la tienda de conveniencia todos estos días. No puedo cocinar los complicados alimentos de esa dieta—.

Yokozawa movió su lengua.

—Hombre, no importa cuántos medicamentos le des. El resultado definitivo sólo se puede lograr con una nutrición adecuada que lo apoye. ¿Seguro que realmente eres un médico?—.

—¿Te puedes calmar?. Ni siquiera sé cuándo podremos salir de este lugar. De hecho, creo que tenemos que salir pronto—. Una vez más, la frustración de Takano hizo eco en los oídos de Ritsu.

—Es cierto que lo que el director te ha dejado es una gran responsabilidad. Y parece que estás llegando a tu límite—.

Hubo un largo silencio y Ritsu esperó dolorosamente la siguiente respuesta de Takano.

—Me siento cansado. Pero no es como si estuviera haciendo esto en contra de mi voluntad—.

Al enterarse de eso, en lugar de sentirse feliz, Ritsu se sintió más abajo.

Yokozawa miró la revista, y sin ver a Takano, se puso serio.

—No estaría mal si agregaras otro hombre en tu equipo, ¿verdad?—.

—¿He?—.

—Quiero decir, de una forma yo también estoy en esta carrera—.

Takano echó un vistazo a su reloj de pulsera, 11:30. Cinco minutos más y Ritsu despertaría. Eso era lo que estaba pensando. Se puso de pie y miró a Yokozawa antes de preparar algunos bocadillos para Ritsu.

—Sabes, para ser honesto Yokozawa, no lo sé, necesito pensarlo, hablarte de todo esto me ayudó mucho, pero involucrarte sería otra cosa—.

—Lo entiendo—. Respondió Yokozawa.

Ritsu abrió lentamente la puerta para lograr ver al hombre con el que Takano estaba hablando. Aunque sólo pudo ver la espalda del hombre sentado en el sofá donde Takano ha estado durmiendo.