Era temprano en la mañana y la única luz que se reflejaba en la sala venía de un gran monitor detrás de Kirishima.
—El primer grupo se quedará como un apoyo de seguridad. No hagan nada innecesario. El segundo grupo, al que yo voy a liderar, irá a buscar el objetivo y se dirigirá directamente a la furgoneta. Recuerden, no debemos hacer un escándalo—.
Sei levantó la mano.
—Jefe, ¿cuál es el problema? Sólo podemos irrumpir como siempre lo hacemos. Matando a todos en el camino es mucho más fácil. ¿Por qué estamos actuando discretamente ahora?—.
Kirishima lanzó el marcador que sostenía. Sei lo esquivó y golpeó al hombre detrás de él en su lugar.
—Escucha... no somos los únicos que van tras el objetivo. No tenemos ninguna información acerca de quiénes son esos hijos de puta todavía. Por eso debemos ser más cuidadosos. A menos que estés con ganas de que te maten—. Explicó Kirishima, no sólo a Sei, sino a los demás miembros del Escuadrón B también.
—La misión será a las 2:00 pm, así que les aconsejo que descansen lo más que puedan. ¿Alguna pregunta?—.
Kirishima observó las caras de sus hombres. Nadie respondió. Kirishima encendió las luces con un mando a distancia y apagó el monitor.
—Bien, pueden retirarse—.
El ruido de las suelas de los zapatos de los hombres hizo eco en la sala a medida que esta se iba vaciando. Kirishima, se pasó una mano por sus cabellos ondulados y recogió unos papeles. Descansó su cuerpo cansado en una silla giratoria, finalmente, tenía un poco de tiempo para al menos un descanso. Un pequeño golpe rompió la paz de Kirishima.
—¿Jefe?—. Un hombre se asomó por la puerta.
Kirishima gruñó y se aflojó la corbata.
—Adelante—.
Era Satou, uno de los hackers en su unidad de inteligencia. Por la mirada de ansiedad en el rostro del hombre, Kirishima ya sabía que era una mala noticia.
Satou entregó la carpeta a Kirishima mientras observaba la reacción de su jefe.
Hojeando la carpeta, la cara de Kirishima adquirió una expresión más.
—Por lo tanto, no se puede evitar ¿Eh?—. Murmuró Kirishima.
—¿Jefe?—.
—Ah, nada, sólo me hablaba a mí mismo. Gracias por esto. Buen trabajo. Puedes irte ahora—.
Kirishima tiró la carpeta sobre la mesa y se masajeó las sienes. Echó la cabeza hacia atrás y levantó sus pies en el borde de la mesa. Recordando el contenido de la carpeta.
—Yokozawa Takafumi, primer jefe de la Operación Z, grupo militar secreto de la Organización Mundial de la Salud (EHO), especialista en medicina, experto en municiones. Cinta negra en Judo...—. Kirishima repitió en voz alta.
Poco a poco, la sonrisa de Kirishima se convirtió en una risa que se podía oír incluso fuera de la sala de conferencias. Un feroz destello de emoción se reflejaba en sus ojos.
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El tranquilo desayuno del Escuadrón B fue interrumpido por los gritos de Sei, como de costumbre, los hombres mayores no le prestaron atención. Ya estaban acostumbrados a ello.
—Whoa, ¡Hermanos! ¡No estén tan bajos!—. Sonó Sei.
—Novato... has oído al Jefe—. Uno de los hombres murmuró.
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Enfermo Mental - Sekaiichi Hatsukoi & Junjou Romantica #SA2017
FanfictionTakano Masamune es un médico psiquiatra que se ha aburrido prácticamente de todo. Cuando se transfiere a su nuevo puesto en un instituto mental, conoce a un particular "médico" llamado Onodera Ritsu. Takano nunca habría pensado que al conocer a Rits...