Enfermo Mental - Sekaiichi Hatsukoi & Junjou Romantica #SA2017

V. El Tercer Estado.

Ahora que lo pienso...

Takano miró a Ritsu supuestamente cuerdo quien se encontraba sentado a su lado. Aún no estaba tan seguro de si este tercer estado que él acababa de descubrir era el verdadero y consciente Onodera Ritsu.

...Puede que tal vez, ¿Sea sólo otro nivel de su locura? Tengo que estar bien seguro primero.

Takano cerró sus ojos y soltó un suspiro.

¿No es esto lo que estás buscando, Takano? ¿Un poco de emoción? Ahí tienes una muestra de ella.

—¿Tiene más cigarrillos?.

—¿Eh?—. Takano se giró a Ritsu con una mirada de asombro.

—Me he estado muriendo por fumar uno—. Habló Ritsu.

Takano no se dió cuenta en que momento le entregó un cigarrillo al misterioso mocoso. Con entusiasmo, Ritsu recibió el cigarrillo y lo puso en sus labios, Takano sacó su encendedor y trató de encenderlo un par de veces, pero al parecer se había quedado sin gas.

—Qué mal, no queda nada—. Takano, cuyo cigarrillo todavía se encontraba en la comisura de sus labios miró a Ritsu, agitó el encendedor y lo insertó de vuelta al bolsillo de su chaqueta.

El rostro de Ritsu mostró un poco de decepción, pero pareció no importarle cuando sin previo aviso se acercó más a Takano.

—Eso no es un problema.

El médico de blanco alineó la punta de su cigarrillo con la punta encendida del cigarrillo de Takano. Pasaron algunos segundos para que el cigarrillo se encendiera, y con ese breve momento Takano pareció haber olvidado respirar. ¿Habrá sido porque sus rostros estaban muy cerca?.

Éste actual estado, ¿Es donde muestra el completo control de sus sentidos? Aunque parece ser que él no tiene idea de nada.

Después de que el cigarrillo en la boca de Ritsu se encendiera, se alejó y contento dió una profunda calada mientras cerraba los ojos y se dejaba caer en la hierba.

Takano le observó en silencio, analizando cada una de las acciones y reacciones del chico, tomando notas mentales que después escribiría en su computadora portátil.

La persona recostada en el pasto abrió los ojos dirigiéndose a Takano.

—Lo siento por lo que pasó anoche. Se ha convertido en un hábito para mi hacer el ridículo frente a otros.

—Soy un médico, es normal que los pacientes quieran desahogarse conmigo—. Dijo Takano tomando otra calada de su cigarrillo.

—Es sólo que es la primera vez que veo a alguien más en este lugar... Cada día es como si despertara de un profundo sueño y siempre, siempre me encuentro de pie aquí. Es un poco tenebroso encontrarse con estas estatuas en este lugar tan oscuro—. Dijo riendo un poco. —No sé cuántas veces ha sido así—. Ritsu retiró el cigarrillo de su boca y lo sostuvo entre sus dedos. —Y cuando usted me recordó a Haitani entré en pánico.

Takano abrió la boca para decir algo, pero se detuvo. Aún no sabía cómo tratar la grave situación que acababa de oír esa tarde.

Ritsu mostró una mirada de preocupación, se levantó y miró a Takano directamente a los ojos.

—Usted sabe lo que está pasando conmigo—. Dijo como si estuviera completamente seguro de eso, sus ojos verdes comenzaron a cristalizarse. —¿No es así?.

Takano retiró el cigarrillo de sus labios considerando algunas cosas. Onodera se movío más cerca de él aferrándose a la manga de su chaqueta.

—Por favor, sé que algo está mal conmigo y necesito que alguien me diga lo que es. ¿Qué es lo que hago durante el día? ¿Qué cosas digo? ¿Por qué no recuerdo nada?.